Nou Palamós Costa Brava, estadio en el que juega la UE Llagostera. Son las cinco de la tarde y en las gradas se respira un gran ambiente. Aún falta una hora para que el árbitro dé comienzo al partido con el pitido inicial, pero la afición espera con ilusión la aparición de los jugadores y, sobre todo, de Oriol Alsina, el hombre que tanto les ha hecho soñar. El rival al que se enfrentan es la AE Prat, un conjunto que ya ha descendido a Tercera División. Pero hoy no es un día cualquiera, hoy se disputa la última jornada del campeonato y los azulgranas quieren lograr la victoria para despedir a su técnico como se merece. Después de dieciséis años viendo crecer al club de sus amores, Oriol Alsina pone fin a su etapa como entrenador. Hoy, día 12 de mayo de 2017, dice adiós un mito.
La historia de Oriol Alsina (21 de agosto de 1967, Arenys de Mar) empezó igual que la de cualquier otro muchacho, descubriendo el fútbol en el equipo de su pueblo, donde creció como persona y como jugador. Cuando cumplió la mayoría de edad probó suerte en otros clubes como el Rubí, el Balaguer y el Vilassar de Mar, equipos que competían en buenas categorías y que le permitían una cierta proyección de futuro. Sin embargo, después de muchos años calzándose la botas, sufrió una lesión que le apartó de los terrenos de juego para el resto de su vida: “A pesar de que nunca había tenido ninguna lesión –lamenta el protagonista- el médico me dijo que nunca más podría jugar a fútbol. Así fue como empecé a entrenar. Fue entonces cuando vinieron a buscarme desde Llagostera”.
Oriol Alsina llevó a la UE Llagostera de Tercera Territorial a Segunda División
El técnico de Arenys de Mar aterrizó en la UE Llagostera en la temporada 1999-00. Por aquel entonces el equipo llevaba muchos años estancado en Tercera Territorial, la categoría más modesta del fútbol catalán. Su llegada, no obstante, marcó un punto de inflexión y el primer año ascendieron a Segunda Territorial con un balance de victorias estratosférico (tan solo perdieron en dos ocasiones). A pesar de que las dos temporadas posteriores no pudieron seguir con la misma dinámica y no lograron el ascenso, obtuvieron una experiencia que sería muy útil para los años posteriores.
En la temporada 2002-03 Oriol Alsina entrenó en la UD Cassà. El técnico catalán vivía lejos de Llagostera y su situación socio-laboral no le permitía viajar con regularidad. Además, el fútbol base de la UD Cassà albergaba buenas categorías (el primer equipo competía en Tercera División). Sin embargo, en la segunda temporada con el conjunto selvatano, los blaugranas insistieron en su vuelta y le ofrecieron un proyecto ambicioso que le hizo regresar.
La UE Llagostera aún competía en Segunda Regional y todo seguía tal y como lo había dejado tras marcharse. No obstante, nada más volver, llevó a su equipo a Primera Regional (temporada 2004-05). Hacía muchos años que la UE Llagostera no competía en Primera Regional, y el reto era mayúsculo, pero una vez más demostró estar a la altura. Los azulgranas estuvieron durante toda la temporada liderando la clasificación y, a falta de dos jornadas, se proclamaron campeones y subieron a Preferente. Esto supuso un éxito muy importante para el club, pues era la categoría que siempre habían deseado. Oriol Alsina confiesa que nunca pensaron en haber llegado tan arriba: “Siempre bromeábamos con hacer una foto a la clasificación, porque un club como la UE Llagostera nunca volvería a estar en una categoría tan alta”. Además, él estaba solo en el banquillo, lo cual suponía más dedicación y esfuerzo: “Antes era más complicado, porque ahora los equipos cuentan con un cuerpo técnico más amplio. Yo antes tenía que hacer un poco de todo”.
El técnico de Arenys de Mar explica que “Preferente eran palabras mayores”. Por este motivo, confeccionó una plantilla con jugadores más experimentados. Llegaron futbolistas reconocidos de varios clubes, y el proyecto de la temporada 2006-07 fue cogiendo más fuerza. Aunque no lograron su propósito, en Preferente adquirieron una experiencia muy valiosa. En la temporada 2007-08, la UE Llagostera realizó una gran campaña y finalmente subió a Primera Catalana. El conjunto azulgrana hizo un magnífico trabajo y ascendió de forma directa tras acabar en la segunda posición.
En la temporada 2010-11 la UE Llagostera dio el salto a Tercera División. En cuestión de seis años, el conjunto azulgrana estaba en una categoría con la que nunca había soñado. Ese mismo año se incorporó a la plantilla Óscar Álvarez, un hombre que ha estado mucho tiempo al lado de Oriol Alsina, tanto de jugador como de técnico. “Oriol es una persona –explica Óscar– muy campechana. El día a día de los entrenos con él es fenomenal. Es un entrenador que siempre está pendiente del jugador. Siempre está para ayudar en todo lo que pueda y se trabaja muy a gusto con él. Es una persona que tiene las ideas muy claras. Sin embargo, cuando llega el fin de semana es un hombre que se transforma; es quizá el entrenador más competitivo que he tenido nunca”.
Oriol Alsina sabía que la Tercera División les iba un “poco grande”. No obstante, realizaron una gran temporada y alcanzaron la promoción de ascenso a Segunda B. El rival fue el CCD Cerceda, un equipo gallego. “Fue el primer desplazamiento que el Llagostera hizo en avión. Tuvimos muchas dificultades porque no teníamos suficientes fondos para pagar los desplazamientos, y viajamos en compañías como Ryanair. Unos tenían que coger un vuelo; otros otro diferente… un auténtico lío”, lamenta Alsina. A pesar de este incidente, ganaron los dos partidos de la eliminatoria y, casi sin darse cuenta, subieron a Segunda B.
La UE Llagostera había llegado a Segunda B y todo parecía indicar que iban a sufrir para lograr la permanencia. De hecho, en la jornada diez estaban situados en la última posición. A pesar de ello, y contra todo pronóstico, revirtieron la situación y estuvieron a punto de clasificarse para disputar las eliminatorias que daban el pase a Segunda División. En la temporada 2012-13, la segunda campaña en la división de bronce, lograron una gratificante séptima posición y poco a poco fueron asentándose en la categoría.
En la temporada 2013-14 ascendieron a Segunda División. La UE Llagostera arrancó con muy buenos resultados y pronto se puso a la cabeza de la clasificación. Sin perder la dinámica, mantuvieron los resultados y acabaron la campaña en primera posición. Después de finalizar la liga les tocaba disputar la fase de play-off. “Nos tocó contra el Racing de Santander, el rival más difícil. A pesar de que en Palamós las gradas estaban repletas y los aficionados estaban entregados al equipo, no conseguimos marcar ningún gol. Cuando fuimos a Santander el ambiente era tremendo. No habían llenado las gradas desde que jugaron en Primera División contra el Madrid. Desgraciadamente, en el minuto 85 nos marcamos en propia portería y perdimos por uno a cero. Cuando acabó el partido todo el mundo aplaudía al Llagostera, pero mis jugadores estaban hundidos… de camino al vestuario todos estaban llorando”, recuerda el míster catalán.
A pesar de esta amarga derrota, el hecho de haber quedado primeros en la clasificación les daba la posibilidad de jugar dos eliminatorias más para optar al ascenso. El conjunto azulgrana aún estaba tocado por lo que sucedió en Santander, pero pasaron la primera ronda frente al Avilés. En la segunda, se enfrentaron al Nàstic de Tarragona; si ganaban, pasarían a ser un equipo de Segunda División. Nuha Marong, quien entonces tenía 20 años, recuerda aquel partido como si se hubiera jugado ayer: “Nunca podré olvidar este partido. A pesar de que el míster no me dio muchos minutos durante la temporada, confió en mí, y en el minuto uno de la prórroga marqué el gol que nos daba el ascenso a Segunda División. Aquel día me sentí como un auténtico futbolista; sentí que podía hacer grandes coses en el mundo del fútbol”.
“Siempre he tenido muchas posibilidades de irme a otros clubes, pero siempre he mirado más por el Llagostera que por mí”
La UE Llagostera estaba en Segunda División, algo impensable años atrás. Tan solo habían pasado once años desde que jugaban en Segunda Regional. La temporada 2014-15, la primera en la nueva categoría, empezaron muy mal puesto que cayeron en una mala dinámica que les hizo coquetear desde el primer momento con el descenso. No obstante, a partir de la décima jornada, el conjunto de Oriol Alsina dio un vuelco a la situación y encadenó una serie de victorias que les acercó a las plazas de play off por el ascenso a Primera División. Desafortunadamente, no subieron a la categoría de oro, pero el hecho de haber llegado tan lejos les llenó de satisfacción.
La temporada 2015-16 tampoco empezó con buenas sensaciones. Debido a problemas económicos, la UE Llagostera tuvo que vender a dos de sus mejores jugadores: Pedro Alcalá y Sergio León; un escollo que no pudieron superar y que arrastraron durante todo el año. Después de una mala primera vuelta, los azulgranas no pudieron rehacerse en la segunda y perdieron la categoría que tanto les había costado alcanzar; por tan solo cuatro puntos descendieron a Segunda B. “En estos momentos yo ya había perdido la motivación, pero por responsabilidad no me fui del club. No quería dejar el club después de haber descendido. Siempre he tenido muchas posibilidades de irme a otros clubes, pero siempre he mirado más por el Llagostera que por mí”, reconoce Oriol Alsina.
Oriol Alsina siguió adelante con la UE Llagostera. A pesar de que en la temporada 2016-17 también tuvieron dificultades, pudieron salvar la categoría y, finalmente, se retiró con tranquilidad: “La verdad es que este pasado año hemos sufrido. Hemos salvado la categoría, que para el Llagostera es todo un logro. Ahora es cuando he tomado la decisión de no entrenar porque tengo un segundo entrenador, Óscar Álvarez, que me da tranquilidad y que me garantiza que hará la faena como toca. Si me sale un proyecto importante en una ciudad grande con dinero, pues seguramente me plantearé cambiar de aires. Mientras tanto seguiré aquí como director deportivo con mucha ilusión e intentando preparar al equipo lo mejor posible para que Óscar Álvarez pueda ascender y para mantener el proyecto del fútbol base, que es lo que hará subsistir al Llagostera en las categorías nacionales”.
Suena el pitido final del partido. La UE Llagostera ha ganado a la AE Prat por dos goles a uno. Todas las miradas se centran en la figura de Oriol Alsina, que se despide de la afición con un rostro alegre y, al mismo tiempo, nostálgico. Los azulgranas nunca podrán olvidar al héroe que ha hecho posible la meteórica progresión de la UE Llagostera. Tras siete ascensos, cuatro títulos de Liga y 611 partidos, Oriol Alsina pone fin a una etapa inolvidable.