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Paul Scholes, el corazón del Manchester United

Un inolvidable disparo del pelirrojo centrocampista abrió el camino hacia la tercera 'Champions League' de los 'Red Devils' y sentenció al Barça de Frank Rijkaard

Manchester United's English midfielder Paul Scholes celebrates scoring against Barcelona during the second leg of their UEFA Champions League semi final football match at Old Trafford in Manchester, north west England on April 29, 2008. AFP PHOTO/ANDREW YATES (Photo credit should read ANDREW YATES/AFP via Getty Images)

En una entrevista antes de la Eurocopa del 2004, Paul Scholes describió cómo era su día ideal: “Entrenar por la mañana, recoger a mis hijos de la escuela, jugar con ellos, tomar té, acostarlos y luego ver un poco la televisión”. Resulta que era un tío con asma al que no le gustaban ni el sol ni toda la fama que rodea al futbolista, un ente súper normal en un planeta de extraterrestres, aunque por la tele nos pareciera un superhéroe, por su aspecto rudo y su fútbol duro y sobre todo por su pelo pelirrojo. Pensándolo bien, para muchos debió de ser el primer pelirrojo que vimos. Era difícil no abrir la boca, o cerrar los ojos, ante el centro del campo que formaban Scholes, Roy Keane y Juan Sebastián Verón. Era imposible no caer rendido ante el Manchester United: supongo que no soy el único que tuvo esa camiseta con la publicidad de Vodafone, fuera real o fuera falsa. Y era imposible no caer rendido ante Scholes: tanto para los niños como, según descubro ahora, para los futbolistas.

Pelé dijo una vez que si hubiera jugado junto a él habría celebrado muchos más goles. Bobby Charlton aseguró que era hermoso verle jugar. Thierry Henry le definió en 2015 como el mejor jugador de la historia de la Premier League, creada en 1992: “Creo que no tiene el reconocimiento que se merece. Es el mejor jugador, sino el mejor, contra el que he jugado. Puede hacer de todo. Si tuviera un Scholes en mi equipo todo giraría a su alrededor”. Y George Best le definió como el mejor jugador inglés, cuando Scholes renunció a la selección en 2004. Guardiola, en la víspera de la final de la Champions League del 2011, entre ‘su’ Barça y el Manchester United, afirmó que “es el mejor centrocampista de su generación”. “¿Mi oponente más duro? Scholes, del Manchester. No me canso de verle jugar. Es uno de los casos que están más cerca del futbolista total. Me hubiera encantado jugar junto a él”, apuntó Zinédine Zidane.

En una entrevista para The Guardian en 2011, Sid Lowe le preguntó a Xavi Hernández si Scholes era el ‘Xavi inglés’. “Paul Scholes es un modelo a seguir. Para mí, y lo digo muy en serio, es el mejor centrocampista que he visto en los últimos 15 o 20 años. He hablado con Xabi Alonso sobre él. Es espectacular. Lo tiene todo: último pase, gol, visión, es fuerte, no pierde el balón. Si hubiera sido español tendría mucho más reconocimiento”. La lista de elogios y elogiadores, viendo la hemeroteca, es infinita. Sobre todo entre jugadores del centro del campo, sean de perfil defensivo, como Roy Keane, Patrick Viera o Edgar Davids (“Yo no soy el mejor. Es Paul Scholes”, dijo el neerlandés en 2001), o de perfil ofensivo. Él primero destacó por lo ofensivo y después por lo defensivo. “Con la edad los mejores jugadores aprenden a ser efectivos en diferentes áreas del campo. Por ejemplo, Andrea Pirlo puede jugar delante de la defensa, en el centro o detrás de los delanteros. En todas partes. Como Scholes”, enfatizó Marcello Lippi.

 

“No tiene el reconocimiento que se merece. Es el mejor jugador, sino el mejor, contra el que he jugado. Puede hacer de todo. Si tuviera un Scholes en mi equipo todo giraría a su alrededor”, le definió Henry

 

Pirlo, en la previa de la final de la Liga de Campeones del 2015, entre la Juve y el Barça, admitió: “Soy muy afortunado por haber podido jugar con tantos jugadores increíbles a lo largo de mi carrera, pero si pudiera elegir uno con el que nunca tuve la oportunidad de jugar sería Paul Scholes. Es uno de los grandes de todos los tiempos, un genio en el campo. Siento un enorme respeto por él”. Carlos Tévez, también en el 2015, aseguró que era, y sería, un placer poder decir que había jugado con Pirlo, compañero en Turín, pero cuando se le preguntó por el mejor pasador recuperó el nombre de Scholes, retirado dos años antes y colega suyo en Old Trafford. Peter Schmeichel subrayó que “tiene un ojo para el pase, para lo que la jugada o el juego necesitan en un momento preciso, que no he visto nunca en nadie más”. Rio Ferdinand reconoció en una ocasión que en el vestuario todos le consideraban el mejor de todo el equipo.

Eric Harrison, exdirector de la cantera del club, habló en BBC Sport sobre los partidos de los ‘Fergie Boys‘ en las categorías inferiores: “Solía venir mucha gente para ver nuestros partidos en casa. En The Cliff. Había corrido la voz sobre el fantástico grupo de jugadores que teníamos: David Beckham, Nicky Butt, Ryan Giggs, los hermanos Neville. Pero el favorito de la gente siempre fue Scholes. La gente se sorprendía de que ese pequeño niño pelirrojo con asma pudiera golpear la pelota tan fuerte, tuviera un toque tan fantástico y fuera tan valiente”. “No tiene una gran velocidad ni potencia, pero lo compensa con su lectura del juego y su sentido posicional, insuperable”, destacó.

Scholes, one club man, se estrenó con el primer equipo en el partido de la Copa de la Liga del 21 de septiembre del 1994 contra el Port Vale, con 19 años. Fue el primero de los 718 encuentros que jugaría con el United, hasta mayo del 2013: todo bajo la tutela de Alex Ferguson. Solo han defendido más veces la camiseta del club Ryan Giggs, con 963, y Bobby Charlton, con 758 entre 1956 y 1973. Es el décimo máximo goleador de la historia del Manchester, con 155 tantos (0,22 por partido). En la Premier League jugó 499 partidos. Solo Giggs (632) y los ‘Reds‘ Jamie Carragher (508) y Steven Gerrard (504) han jugado más encuentros que él en un solo equipo en la liga inglesa. La ha ganado once veces: en 1996, 1997, 1999, 2000, 2001, 2003, 2007, 2008, 2009, 2011 y 2013. Solo le supera Giggs (13). De hecho, los diez jugadores con más títulos de la Premier son del United: prueba de su dominio durante los años de Ferguson en Old Trafford. 19 de los 22 futbolistas que tienen al menos cinco títulos son ‘Red Devils‘: todos excepto el ‘blue‘ John Terry y los ‘citizens‘ Agüero y Fernandinho. Scholes también tiene tres títulos de la Copa de la Liga, cuatro de la FA Cup y siete de la Community Shield. Perdió dos finales de la Champions, con el Barça en 2009 (2-0) y 2011 (3-1), saliendo desde el banquillo en ambas, pero ganó dos: contra el Bayern de Múnich en el Camp Nou en 1999 (2-1) y contra el Chelsea en Moscú en 2008. Se perdió la final contra el Bayern por sanción, como Roy Keane, pero se redimió siendo titular en la final contra el Chelsea. Aunque no llegó a chutar ningún penalti en la tanda decisiva porque había sido reemplazado por Ryan Giggs en el minuto 87.

 

“¿Mi oponente más duro? Scholes, del Manchester. No me canso de verle jugar. Es uno de los casos que están más cerca del futbolista total”, apuntó Zidane

 

Ya había sido clave en las semifinales, con un “asombroso disparo contra el Barcelona en abril para reservar un lugar para el United y para sí mismo en la final de Moscú”, según su perfil de leyenda del Manchester United. El encuentro de ida, su partido 100 en la máxima competición continental, había deparado un 0-0 en el Camp Nou, el 23 de abril. En la vuelta, el día 29 y ante 75.061 personas en Old Trafford, anotó el único tanto del encuentro en el minuto 14. Recogió un improcedente rechace de Zambrotta hacia el centro, controló el balón, lo dejó botar en el verde para que adquiriera altura y empalmó un derechazo que se fue abriendo hasta entrar por la escuadra. “Fue realmente maravilloso”, dijo Charlton tras presenciar el gol en directo, mientras Scholes huía del campo rápidamente para evitar hacer declaraciones. Nunca le gustó. “Cuando nos hemos dado la vuelta él ya no estaba ahí. Así es él”, reveló Michael Carrick, su sustituto en la zona mixta. “Es un jugador excelente. Quizás no tan apreciado como debería, pero es una leyenda. Y va a ser recordado durante mucho tiempo”, añadió. Esa noche, Ferguson jugó con Edwin van der Sar; Owen Hargreaves, Rio Ferdinand, Wes Brown, Patrice Evra (Mikaël Silvestre); Nani (Ryan Giggs), Paul Scholes, (Darren Fletcher), Michael Carrick, Ji-Sung Park; y Cristiano Ronaldo y Carlos Tévez. Y Frank Rijkaard, con Víctor Valdés; Gianluca Zambrotta, Carles Puyol, Gabriel Milito, Éric Abidal; Deco, Yaya Touré (Eidur Gudjohnsen), Xavi Hernández; y Leo Messi, Samuel Eto’o (Bojan Krkic) y Andrés Iniesta (Thierry Henry).

El Mundo Deportivo del día después, un obituario deportivo (fracaso, fin de ciclo), definió a Paul Scholes como “incombustible” en su 1×1: “Marcó un golazo clave el día clave. Es el corazón del Manchester”. Y lo era. Pero también era mucho más. A Paul Scholes lo que es de Paul Scholes.

 


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Fotografía de Getty Images.