Esta historia podría iniciarse así…
Un típico día invernal de Burgos, un padre le pregunta a su hijo: “¿Y tú qué quieres ser de mayor?” El niño, muy serio y con tono seguro, contesta: “Papá, quiero ser entrenador de fútbol”.
De esta manera, lo que empezó hace 28 años con una simple pregunta a un niño de 6 años, se ha transformado con el paso del tiempo en una realidad. Años de frío en los campos de fútbol burgaleses, años de calor en los campos de futbol malagueños, años de formación académica y mucho esfuerzo han sido necesarios para que ‘Rodri’, como es conocido entre sus seres queridos, comience a ver su objetivo cumplido.
Y es que Rodrigo Hernando González, Diplomado en Magisterio de Educación Física, Licenciado en INEF, con un Máster en Psicología Deportiva y título de entrenador UEFA Pro, pertenece a una nueva generación de entrenadores que lucha día a día por alcanzar su objetivo principal: entrenar a un equipo de primera división. Nunca ha sido jugador profesional de fútbol y ni siquiera su familia era aficionada de este deporte. Sin embargo, su pasión innata por el balón y su obstinado esfuerzo le han llevado a ser el primer español que entrena en el país de Gengis Kan: Mongolia.
Pero para llegar hasta este momento, Rodri ha tenido que recorrer un largo camino. Entre su currículum destaca su trabajo como entrenador de las categorías inferiores del Málaga CF o su servicio en la Spanish Soccer School, academia de fútbol instalada en Dubai que regenta el exjugador madridista Michel Salgado.
Su última conquista ha sido el país asiático. Su entrada como entrenador en el UlaanBaatar City CF no ha dejado indiferente a nadie y más aún cuando en las primeras jornadas como técnico ha colocado al equipo en los primeros puestos de clasificación de la liga mongola.
Llama la atención que un niño de 6 años ya tenga claro que quiera ser entrenador. ¿De dónde viene esa pasión? ¿Cómo es posible una seguridad tan absoluta con esa edad?
Mucha gente me ha hecho esa pregunta a lo largo de los años. Sinceramente, no tengo la respuesta. Supongo que hay cosas para las que uno no tiene una explicación… Lo que tengo claro es que esta inexplicable pasión y la innata conexión que siempre he sentido por el futbol, han sido determinantes en mi camino. No perder mi objetivo de vista me ha hecho aprovechar el tiempo al máximo. Además, siempre he tenido en mente la educación que me han dado mis padres: “Si uno trabaja duro y sigue luchando por sus sueños, acabara por conseguir lo que se proponga”. Solo he seguido este consejo.
Tú no has sido futbolista y en cambio sí eres entrenador. En tu opinión, ¿qué te diferencia de un técnico que haya competido como jugador profesional?
Creo que principalmente nos diferencian tres cosas. En primer lugar, que yo he tenido experiencias en equipos de todo tipo. Equipos juveniles, equipos amateur, incluso equipos donde solo una parte de sus componentes tienen una compensación económica por lo que hacen y otra no. Esta gran acumulación de experiencias es un aspecto muy importante. Me ha hecho crecer como entrenador emocional, personal y profesionalmente. La mayoría de los entrenadores “ex-futbolistas” no han experimentado este tipo de vivencias ya que muchos entrenan directamente a equipos profesionales.
Luego están los conocimientos académicos que he podido adquirir en la universidad, cursando masters, asistiendo a congresos… Mientras que los compañeros que han sido jugadores profesionales estaban en plena carrera como futbolistas, otros hemos tratado de compensar esa experiencia que ellos estaban adquiriendo a través de una formación global. Este hecho nos permite ver, analizar y entender el fútbol desde otros puntos de vista.
“La verdad es que mi llegada ha sido algo bastante comentado en el ambiente futbolístico mongol. Muchos equipos están en contra de los fichajes extranjeros”
El fútbol va cambiando con el tiempo y en consecuencia los entrenadores se deben amoldar a esos cambios. Para ti, ¿cuáles son las cualidades que debe tener el entrenador actual?
Por un lado, capacidad de adaptación. Y con esto no solo me refiero a ser capaz de adaptarse a las diferentes situaciones que van surgiendo en el día a día en un equipo, sino también saber adaptarse a todo tipo de jugadores con diferentes nacionalidades, a los diferentes modos de gestionar el equipo por los directivos o a entrenar en cualquier país del mundo con las particularidades que eso puede conllevar.
Por otro, también creo que el entrenador tiene que ser un gestor de conocimientos. En la mayoría de los equipos de fútbol actuales, el cuerpo técnico está formado por numerosos componentes especializados en las diferentes áreas del entrenamiento deportivo: preparación física, psicología, metodología…. El entrenador ha de ser capaz de gestionar los diferentes conocimientos que poseen sus colaboradores para sacar el mayor rendimiento a la plantilla. La continua formación y actualización del entrenador en todas estas áreas es vital para poder saber qué nivel de conocimiento poseen sus colaboradores y sacar el mayor provecho de ellos.
A nivel técnico, ¿te identificas con alguna metodología de entrenamiento en concreto?
Realmente no me identifico con una metodología en particular. Soy un entrenador que me gusta tomar aquellas partes que, en mi opinión, son más beneficiosas de cada metodología, y con ellas construir la mía propia. En los últimos años se ha tendido a rechazar todo aquello que provenía de las metodologías más tradicionales. Y personalmente, creo que no todo lo que se ha hecho anteriormente ha sido erróneo. Habría sido necesario un análisis previo para saber si lo rechazado efectivamente no era recomendable o era un rechazo por puro dogma de las metodologías más contemporáneas.
Eres el primer entrenador UEFA Pro con nacionalidad española que llega a Mongolia. ¿Qué impacto has notado que ha tenido tu llegada al país asiático?
La verdad que ha sido algo bastante comentado en el ambiente futbolístico mongol. Muchos equipos están en contra de los fichajes extranjeros. La mayoría de los equipos de Mongolia suelen estar gestionados por presidentes de avanzada edad que aún mantienen la mentalidad de la época comunista y no aceptan que algunos clubes estén apostando por profesionalizar y desarrollar el futbol con la llegada de futbolistas y entrenadores de otros países.
Mi entrada en el UlaanBaatar City CF ha sido uno de los acontecimientos más importantes que han experimentado últimamente. Es un club muy joven en el que la directiva está aprendiendo muy deprisa y cuando contactaron conmigo me dijeron que requerían de alguien que pudiera guiarles y establecerles un plan a seguir.
Y en tu caso, ¿cómo has vivido tu aterrizaje profesional a Mongolia?
Cuanto menos de un modo llamativo. Entrenar en Mongolia tiene sus peculiaridades. Por ejemplo, muy pocos equipos tienen su propio campo de entrenamiento y tienen que alquilarlo, la liga se juega en los meses más calurosos ya que las temperaturas en invierno alcanzan los -40ºC (durante estos meses los equipos juegan una liga de futbol sala para mantener la actividad física). Además, de los 10 equipos que hay en primera división, 9 están en Ulan Bator (la capital), lo que permite a la Federación tener todo lo más controlado posible ya que la mayor parte de los partidos se juegan en sus instalaciones.
¿Cómo es tu día a día en Ulan Bator?
Mi día a día es bastante rutinario. De lunes a viernes tenemos los entrenamientos, lo que hace que entre programar las sesiones, ver videos de los rivales y de las propias sesiones de entrenamiento, ya me mantenga ocupado la mayor parte de las horas. Y los fines de semana paso la mayor parte del tiempo en el campo de la Federación. Así que, como imaginarás, no he tenido mucho tiempo para conocer la ciudad ni los paraísos naturales que posee este país. Algo que no me gustaría perderme.
En tu trayectoria profesional has entrenado en España y en Dubai. Tras tu experiencia como entrenador internacional, ¿cuáles son las mayores diferencias que te has encontrado en Mongolia con respecto a esos otros lugares en los que has trabajado con anterioridad?
Posiblemente sea el poco grado de seguimiento que tiene la liga local. El futbol local se está abriendo paso poco a poco por un lado entre los deportes tradicionales del país como la lucha mongola y por otro entre las ligas europeas que gozan de mayor seguimiento por parte de los aficionados locales. Este es el primer año que se televisan los partidos de la liga mongola en directo. Tanto la Federación como los propios clubes están llevando a cabo acciones de marketing y comunicación para promover y difundir el fútbol entre su población para intentar llenar los estadios e incrementar los seguidores de este deporte en el país.
“Con una mejora a nivel de entrenamientos, el jugador mongol no tendría nada que envidiar a futbolistas de otros países asiáticos con más reconocimiento”
¿Que podrías decir sobre el potencial del fútbol mongol?
Creo que el potencial que tiene es enorme. A pesar de ser un país de unos 3 millones de habitantes, una continuidad en la línea de trabajo que se está llevando actualmente nos podría permitir ver en pocos años algún jugador mongol en alguna liga de mayor renombre. El futbolista mongol es, en líneas generales, un jugador con muy buenas cualidades físicas, y con buena técnica y manejo del balón a pesar de su déficit de formación en edades tempranas. Esto posiblemente influya en una carencia de sus destrezas tácticas. Con una mejora de este aspecto, el futbolista mongol no tendría nada que envidiar a futbolistas de otros países asiáticos con más reconocimiento.
Imagino, que este no es tu punto final como entrenador. ¿Qué proyectos tienes en el futuro?
Ahora mismo no pienso nada más que en realizar la mejor campaña posible con el Ulaanbaatar City FC.Creo que en el mundo del futbol pensar en el futuro solo vale para soñar aquellas cosas que algún día te gustaría alcanzar, pero que no puedes perder el tiempo pensando en ello porque corres el riesgo de distraerte del presente, que es lo único que realmente vale en la profesión de entrenador. Tienes que entrenar cada equipo como si fuera el último de tu vida.
¿Te gustaría entrenar en España algún día?
Por supuesto que sí. Es el sueño de cualquier entrenador y más si eres español. Me encantaría poder volver a mí país a entrenar. Pero después del camino andado a lo largo de estos años, si algo he aprendido es que para vivir de esta profesión, no te puedes centrar en un solo país. Tienes que estar abierto a todas las oportunidades que te ofrezca la vida y no dejar pasar ningún tren.
¿Qué es lo que te ha aportado o te está aportando entrenar en el extranjero?
Si hablamos a nivel personal, diría que sobre todo un enriquecimiento enorme como persona al tener que tratar y empatizar con individuos de diferentes costumbres, creencias, caracteres… Si hablamos a nivel profesional, mi dedicación exclusiva a mi pasión y a mí profesión, el fútbol. No tengo que compatibilizar mi labor de entrenador con otros trabajos. Lo que me ha dado tiempo para seguir formándome y en consecuencia crecer en el ámbito futbolístico.
Entrenar en el extranjero, en definitiva, me ha permitido estar en contacto con jugadores de muchísimos países que, como yo, se deben adaptar a una nueva situación o a un nuevo país. Convivir con ellos en situaciones extremas, te ayuda a entender sus comportamientos, su velocidad de adaptación al nuevo entorno, su carácter… Todo esto es información que voy recopilando porque estoy seguro que en un futuro me será muy útil.
Para terminar, ¿qué consejo le darías a un niño de 6 años que ya quiera ser entrenador de fútbol?
Le diría que se dejara guiar por el corazón, por su instinto. Si realmente ese es su objetivo, que no permita que nadie le rompa ese sueño. Lo segundo, y más allá de esa parte más romántica y poética, que pusiera todos los medios necesarios para alcanzar el objetivo: estudiar y actualizarse, abrir su mente, saber escuchar y analizar, vivir experiencias que le enriquezcan…
La herramienta que se crea combinando el conocimiento con la emoción, es la mejor virtud que una persona puede tener.