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Marco Asensio: ‘my fucking tempo’

El futbolista balear, después de una presentación prometedora en el Mallorca y también en el Madrid, no ha continuado la progresión esperada, lesión mediante

MALAGA, SPAIN - JUNE 12: Marco Asensio of Spain reacts during the UEFA Nations League League A Group 2 match between Spain and Czech Republic at La Rosaleda Stadium on June 12, 2022 in Malaga, Spain. (Photo by Fran Santiago/Getty Images)

Con 26 años tienes tiempo de todo menos de ser pareja de Leonardo DiCaprio. Aún te sobra vida para alcanzar cotas altísimas, que se lo pregunten a Carlos III o a Joe Biden. Pero la cosa cambia si eres futbolista. En su edad hay un desfase, como esa escena de Interstellar en la que Matthew McConaughey ve mensajes que le ha ido dejando su familia en 23 años, mientras él apenas ha envejecido. Con 26 años, como los que tiene Marco Asensio, un jugador está en medio de su carrera, ese momento en el que no sabe si ya tiene 26 años o tan solo tiene 26 años. Mitad de trayecto. Con esa edad un futbolista pone la cara B del casete o le da la vuelta al jamón.

El futbolista balear, después de una presentación prometedora, primero en el Mallorca, después en el Espanyol y también en el Madrid, donde marcaba goles como meteoritos, no ha continuado la progresión esperada. La progresión esperada por nosotros, claro. Todo ello además con una lesión gravísima mediante. Aun así, nosotros le decimos que no es el fucking tempo que habíamos planeado para él, al puro estilo director de música de Whiplash. Según nosotros, Asensio ya debería ser Balón de Oro o líder de su equipo o capitán de la Selección. Javier Marías escribió que cuando un deportista conseguía un éxito, ya se le estaba preguntando por el siguiente.

Lo peor que puede hacer un jugador es empezar muy bien. Porque a partir de ahí construimos un nuevo futuro que ya es presente. No el de ahora, sino el que nosotros creemos que triunfará. Asensio nos dio un poco y lo queremos todo. Enseñó la patita y le metimos cosas en su cabeza. Verdades o no, eran nuestras esperanzas y nuestras expectativas, no las suyas. Nos autoinvitamos a la fiesta de su porvenir. Ahora nos hemos ido y se lo hemos dejado todo hecho una mierda. Que se apañe.

 

Quiere ser el dueño de su propio mando a distancia, también en el campo. A veces le da el pause, detiene la jugada, y después se pone a 2x

 

Asensio, de momento, prefiere marcar sus tempos. El compositor Ludovico Eunadi dijo en una entrevista que detenerse es un lujo. “La prisa es una mierda”, asintió más contundente José Sacristán. Si un futbolista tiene que vivir en un estribillo constante, el centrocampista de momento está en unas notas tranquilas. También son importantes los silencios y las pausas. Asensio es el futbolista que a veces se queda callado.

Si el jugador madridista pierde el metro, es de los que estaría tranquilo porque viene otro. Quiere ser el dueño de su propio mando a distancia, también en el campo. A veces le da el pause, detiene la jugada, y después se pone a 2x. Como en el gol de Jordi Alba, donde volvimos a ver las conducciones en las que se calza los patines en línea. Qué decir de su golpeo, que más que una pelota parece que dirija un frisbee. A Asensio en BeReal no lo pillan haciendo una jugada. Es un futbolista kebab: aparece sobre todo en las grandes noches de fiesta. De momento le van más los fogonazos. ¿Acaso no son los chispazos la unidad de medida de la felicidad?

 


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Fotografía de Getty Images.