Puede que la Major League Soccer produzca un sentimiento de rechazo para los románticos del fútbol. Con el expansionismo del balompié y la apuesta firme de inversores podridos de dinero que planean un proyecto a largo plazo, en Estados Unidos el business toma las riendas del fútbol, al igual que en otras modalidades deportivas con formatos de gestión y negocio calcados, como la NBA o la NFL. Pero lo que está claro es que la competición evoluciona a pasos agigantados: en 1996, cuando arrancó la primera edición del campeonato, la MLS contaba con diez equipos, cinco por conferencia. Una década después, en 2006, tan solo se habían añadido dos franquicias más; pero en 2016, se consolidaron un total de 20 conjuntos. Y esta campaña, arrancará con la presencia de 26 escuadras. Tras la anexión de Cincinnati el curso pasado que equilibraba la balanza en la Conferencia Este, las últimas incorporaciones son Nashville Soccer Club y Club Internacional de Fútbol Miami.
TENNESSEE POR FIN GOZA DE LA MLS
Tras varios intentos por impulsar el fútbol en la capital (Nashville), finalmente llegaron nuevos inversores para adquirir una plaza en la primera división estadounidense. Anteriormente, en 2013, ya se lanzó un proyecto de club representativo de la ciudad, un conjunto amateur llamado Nashville FC. Pero no consiguió sobrevivir, y en 2016 llegó un nuevo inversor que se hizo con el control de la entidad. Aquello tampoco acabó de cuajar. Sin embargo, con la llegada de tres familias billonarias que decidieron formar parte del proyecto, se impulsó la idea para que compitiera en la MLS. En 2017, tras muchos esfuerzos entre antiguos y nuevos propietarios, se anunció oficialmente que el Nashville Soccer Club participaría en la competición tres años después, formando parte de la Conferencia Oeste. Los ‘Boys in Gold’, apodo que reciben por el color amarillo eléctrico de su camiseta, debutarán en ‘casa’, el Nissan Stadium -el estadio oficial no estará acabado hasta 2021- contra uno de los equipos más potentes de la liga: el Atlanta United de Frank de Boer, campeón de la temporada 2018 y que se quedó a las puertas de la final el curso pasado.
El conjunto de Tennessee ya cuenta con más de 27 jugadores a su disposición, entre los que destacan el veterano internacional hondureño Brayan Beckeles, así como otros nuevos fichajes como Miguel Nazarit, Randall Leal o el alemán, ex del RB Salzburg, Handy Mukhtar. Todos ellos dirigidos por Gary Smith, británico que obtuvo la copa de la MLS en 2010 con los Colorado Rapids.
UN VIEJO ROCKERO DISPUESTO A TODO
Por otro lado, también irrumpe el club que quizá haya tenido más revuelo mediático, el Inter Miami de David Beckham. Don Garber, comisariado de la liga, afirmó que quería un equipo representativo de la ciudad, después de que los Miami Fusion desaparecieran en 2002. Desde 2007, a Beckham le ilusionaba emprender el viaje de traer una nueva franquicia a la competición, así que siete años después se hizo oficial. Sin embargo, aún quedaban una serie de requisitos por cumplir; el más importante era el de asegurar que podían construir unas instalaciones aptas, con un estadio propio de la élite estadounidense. Así que la oficialización del nuevo club no se daría hasta 2018. El morado, el blanco y el negro serán los colores oficiales del conjunto de Florida, que debutará ante otro de los pesos pesados de la categoría, Los Ángeles FC de Carlos Vela, primer clasificado de la Conferencia Este y derrotado el curso pasado en semifinales ante los que serían los campeones, Seattle Sounders.
Beckham ya empezó a tejer los hilos hablando con grandes estrellas de nivel mundial, pero hasta ahora no se ha producido ninguna incorporación de grandes nombres. No obstante, han fichado talento de sobras, como Matías Pellegrini, ex de Estudiantes de la Plata, Julián Carranza, ex del Banfield argentino, o Christian Makoun, una de las promesas del fútbol venezolano y exjuvenil de la Juventus. Pero también se han hecho con la experiencia del excapitán panameño Román Torres. En cuanto al staff técnico, Beckham apostó por Diego Alonso, conocido en España por su paso como futbolista en Valencia, Atlético, Racing de Santander, Málaga y Murcia. Y hablando de la península, el técnico uruguayo contará con la ayuda del catalán Albert Rude en el banquillo.
Sea como fuere, los románticos del fútbol podrán reprochar muchos aspectos de los métodos de la Major League Soccer, pero en Estados Unidos siempre ha habido mucha tradición futbolera, aunque en menor medida que otras disciplinas. Aunque sea a base de grandes franquicias inversoras, lo que es un hecho es la expansión que está tomando el balompié, cada vez más latente en el país de las estrellas y las barras. El año pasado debutó Cincinnati en la Conferencia Este, quedando en la última plaza y cosechando tan solo seis victorias. A partir del 29 de febrero, entran en escena dos rookies dispuestos a dar guerra, y quién sabe si también a escribir los primeros versos dorados de su historia.
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Fotografía de Getty Images.