Desde Burgos, ‘Los hijos del frío’, uno de los apodos más bellos de todo el fútbol español, están siendo una de las sorpresas de este arranque liguero en Segunda División. Con el empate a cero del pasado fin de semana contra el Villarreal B, el equipo burgalés y su guardameta, José Antonio Caro, enlazaron una jornada más sin encajar y dinamitaron el récord histórico de imbatibilidad desde principios de temporada de la categoría de plata. Estaba en manos del Racing de Santander y Juan José Santamaría desde la temporada 1972-1973, hace ya medio siglo. El Burgos suma 720 minutos sin recibir un gol, que ascienden a 900 si se añaden las dos últimas jornadas de la temporada pasada, la del regreso del club a Segunda División dos décadas después. El conjunto de Julián Calero, artífice del ascenso de 2021 y responsable de la buena marcha del equipo, no encaja un gol desde el 14 de mayo.
Esta temporada ha ganado al Málaga (1-0), ha empatado con el Albacete y el Sporting de Gijón a domicilio (0-0 y 0-0), ha superado al Cartagena (1-0) y ha sumado un punto contra el Oviedo (0-0), el Levante (0-0, el Levante (0-0) y el Villarreal B (0-0). Es, a la vez, el equipo menos goleador y menos goleado de Segunda. Solo ha marcado dos goles, uno menos que el Racin, obra de Juan Artola y Álex Bermejo, pero habita en una cómoda novena plaza, a dos puntos de la promoción y a seis del descenso, porque ha sumado 12 puntos de los 24 posibles: la mitad. Es uno de los tres clubes que se mantienen invictos, junto al Alavés, líder con 18 puntos y rival este sábado en casa, y Las Palmas, segunda con 16 unidades. El secreto, ya no tan secreto, del cuadro de Calero reside en su defensa: es el único club de las cinco grandes ligas y sus respectivas segundas divisiones que aún no ha encajado ni un solo gol. En Segunda, el siguiente menos goleado es Las Palmas (4). Y en Primera, los dos mejores en esta estadística son el Barça (1) y el Villarreal (2).
La del Burgos es una plantilla de jugadores humildes, muchos de ellos originarios de Segunda B, y sin grandes nombres: en Transfermarkt, su valor de la plantilla (12 millones) está por debajo de los cuatro ascendidos y solo está por encima del Lugo. La temporada pasada ya era el segundo equipo menos valioso de la categoría (9,25), aunque consiguió una meritoria 11ª plaza final. Terminó casi tan cerca del Girona y del play-off de ascenso, a 13 puntos, como del Amorebieta y del descenso, a 12. También tuvo problemas en ataque: fue el quinto equipo menos goleador del torneo (41). Y también sobresalió en defensa: el tercer conjunto menos goleado, empatado con el Oviedo a 41 tantos en contra y solo por detrás del Tenerife (37) y el Almería (35). Como locales, en El Plantío, Alfonso Herrero y José Antonio Caro tan solo lamentaron 12 goles en 21 encuentros: menos que nadie en su estadio.
Y esta temporada el equipo ha sublimado y perfeccionado su estilo, basado en la solidez defensiva y el pragmatismo: el jugador del Burgos que más pases ha intentado hasta hoy es el portero, Caro, y está en el puesto 67 del ranking de la liga (137 pases completados de 266 intentos). Entre los 75 primeros futbolistas de la competición con más pases intentados solo sale otro nombre del cuadro de Calero: el defensa Unai Elgezabal, con 210 pases completados de 259 intentos. El equipo solo ha dominado la posesión en dos partidos, ante el Oviedo (53,8%) y el Levante (51,4%). Hizo un 41,5% ante el Málaga, un 44,3% ante el Albacete, un 35,3% ante el Sporting, un 37,7% ante el Cartagena, un 30,5% ante el Leganés y un 45% ante el Villarreal, en el que fue el segundo encuentro de esta temporada en que remató más que el rival (12 por 10). El primero había sido ante el Oviedo: 17 por 10.
El Burgos, pues, sufre en el área contraria, pero más sufren sus contrarios en el área propia. En parte, también, por el buen inicio de curso de Caro: es el tercer portero de la liga con más paradas (22), por detrás de Óscar Whalley (32, Lugo) y Miquel Parera (Racing, 25). El portero, canterano de Sevilla, ha jugado los 720 minutos, como los centrales Elgezabal y Aitor Córdoba, hermano de Íñigo, jugador del Athletic Club. También superan los 500′ los defensas Fran García (639), Grego Sierra (586) y Raúl Navarro (565), el centrocampista Miguel Atienza (597) y los atacantes Bermejo (654), líder en regates por delante de Aleix Febas (Málaga) y Kelechi Nwakali (Ponferradina), y Pablo Valcarce (513), pichichi del equipo en la última temporada (10) y uno de los referentes de un bloque que se ha convertido en un muro inexpugnable. En un enigma indescifrable. ‘Los hijos del frío’ ya estuvieron 21 cursos ininterrumpidos en el balompié profesional, seis en Primera y 15 en Segunda, entre los principios de los 60 y principios de los 80, y ahora fantasean con consolidarse de nuevo en la élite.
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Fotografía de LaLiga.