Las noches en las que se juegan las finales de la competición del KO son especiales. Viajar por el país hasta la ciudad que alberga el partido. Los seguidores no van sin compañía. Los aficionados del mismo equipo se aglutinan y forman una gran familia. Puede que tan solo tengan en común unos colores, no necesitan más. Hay hermanamiento entre las aficiones rivales en las horas previas, solo hasta que el árbitro haga sonar su silbato. Entonces, se acabó la eterna espera. Esa es la señal: comienza la batalla. Ya no hay amigos. Los que están en el estadio y los que lo ven por la televisión solo quieren que los suyos ganen y que levanten el trofeo.
Pero todas estas sensaciones quedan muy atrás en el tiempo si el club que te hace padecer no viste de blanco impoluto, de blanco con franjas rojas o de azulgrana. El Madrid, el Barcelona y el Atlético de Madrid han copado las plazas en los encuentros decisivos de la Copa del Rey en la última década. De hecho, entre los tres se han adjudicado ocho de los diez últimos títulos.
Espanyol, Betis, Zaragoza, Mallorca, Deportivo de La Coruña, Zaragoza, Valencia, Barcelona y, otra vez, Barcelona: este es el orden de los ganadores de esta competición desde el año 1997 hasta el 2006. Después hubo modificaciones en el formato del torneo y la cosa cambió.
En la temporada 2006-2007 se implantó el partido a ida y vuelta a partir de dieciseisavos de final, ronda en la que aparecerían en escena tanto los equipos que disputan competiciones europeas como los del resto de La Liga. La pelea a un único enfrentamiento había estado instaurada hasta la campaña anterior. Atrás quedaron los partidos únicos entre equipos de Primera y conjuntos de Segunda B o de Tercera División. Aquello sí que era el KO y cabía la posibilidad de que emergiera el caos.
Desde ese cambio, pocos son los equipos que se han hecho con el trofeo. El Barcelona en cinco ocasiones, el Madrid y el Sevilla en dos, y el Valencia y el Atlético de Madrid en una. Curiosamente, o no, todos ellos están entre los seis primeros en la clasificación histórica de La Liga.
Última final sin los de siempre
Hay que remontarse hasta la temporada 2007-2008 para revivir una final en la que no estuvieran ninguno de los tres equipos mencionados -Barcelona, Real Madrid y Atlético-. Valencia y Getafe lucharon en aquella ocasión por la Copa. En ese mismo año, los de Mestalla quedaron decimos en la competición domestica tras una temporada nefasta, con hasta cuatro cambios en el banquillo e incluso con jugadores apartados del grueso de la plantilla che. Javier Arizmendi, jugador de aquel Valencia, recuerda: “La Copa fue un escape que teníamos los jugadores. También albergamos la ilusión por levantar un título”.
Por su lado, los azulones vivieron una de sus mejores campañas, en las que, además de llegar a la final de la Copa del Rey, alcanzaron los cuartos de la UEFA. Pero en el torneo regular no les fue de la misma manera. Los madrileños quedaron en el puesto decimocuarto de la tabla.
Arizmendi: “La Copa del Rey fue un escape que teníamos los jugadores”
En las semifinales de aquel torneo, el Valencia había eliminado al Barcelona. El exjugador madrileño asegura que los azulgranas vivían un “fin de ciclo”. “Fue el último año de Rijkaard y la Copa era lo único a lo que se podían agarrar”, explica. Y el conjuntó che tampoco es que estuviera mucho mejor, teniendo en cuenta los objetivos de cada uno de los dos equipos.
Aunque hoy sigue habiendo sorpresas en la competición, son muy esporádicas. Casos como aquellos en los que el Novelda eliminaba al Barcelona, el Guadix al Valencia o el Toledo al Madrid siempre quedarán en el recuerdo.
Madrigal: “Era un monólogo del Barça, pero tras el primer gol me di cuenta de que sangraban”
Toni Madrigal, delantero de aquel Novelda, fue protagonista en el 2002 por ser el primer jugador que le marcaba un hat-trick al Barcelona en siglo XXI. Aquella actuación en el partido de la segunda ronda sirvió para dejar en la cuneta al conjunto blaugrana. Una proeza y una de las noches para el recuerdo de la Copa del Rey. “Era un monólogo del Barça, pero tras el primer gol me di cuenta de que sangraban”, recuerda el ariete en el #Panenka67. El resultado final de aquel encuentro fue de 3-2, un marcador que le hubiera dado muchas posibilidades al conjunto dirigido por Louis van Gaal en caso de disputar un partido de vuelta.
Aquellas gestas ya quedan muy alejadas. Aunque siguen ocurriendo en contadas ocasiones, en las que jugadores anónimos, a veces semiprofesionales, se hacen un hueco en las portadas de los grandes periódicos deportivos. El Mirandés, el Leganés y el Alcorcón, entre otros, fueron capaces de ver cómo sus contrincantes, mucho más poderosos en lo económico, se arrodillaban ante ellos.
Menos sorpresas, más de lo mismo
Cuando defendía la portería del Valencia, a Andrés Palop le tocó vivir una de esas noches “traumáticas” para los grandes en el campo del Guadix. “Fue una eliminación dura y delicada, pero esa es la grandeza de la competición”, explica el exguardameta. “Para la gente de allí era una manera de hacerse un nombre en el mundo del fútbol”. Aun así, el propio Palop y Arizmendi abogan por un regreso a aquel formato que ambos coinciden en calificar de más emocionante. “Lo pondría a partido único hasta cuartos, ahí ya se igualan las fuerzas”, argumenta el exsevillista. Por su parte, Arizmendi afirma que “volvería a aquellas eliminatorias que pueden ser más atractivas”.
Pero el portero español consiguió redimirse en este torneo con el Sevilla. La entidad andaluza es la última campeona fuera de Barcelona, Madrid y Atlético de Madrid desde el año 2009. Y, precisamente, se adjudicó la Copa frente a la formación colchonera. “Para los jugadores y para los clubes siempre es importante ganar títulos”, afirma el valenciano. Este sábado el Sevilla tiene la oportunidad de hacerse con un nuevo título copero. Por su parte, el Barcelona, rival de los hispalenses, busca su cuarta Copa del Rey seguida. Los catalanes se encuentra ante la posibilidad de igualar el récord de trofeos ganados consecutivamente.
¿Vale o no vale?
La importancia de este torneo es relativa. Según los ojos de quien la mire. Por ejemplo, ante la imposibilidad de ganar La Liga, Mourinho y Simeone, en proyectos en los que ganar trofeos es lo primordial, fundamentaron los pilares de sus equipos alzándose con esta competición. “Dependiendo de cómo vaya la temporada, la Copa del Rey cobra más importancia o menos para algunos clubes”, argumenta el portero retirado. “Nunca es fácil ganar un título. Han pasado diez años y el Valencia no se ha hecho con ningún otro”, recuerda Arizmendi.
Palop: “Hay equipos que no han celebrado ganar la Copa del Rey. Nosotros sí que lo hicimos”
Para algunos, este torneo no es una copa. Tan solo es un chupito, dicen. Algo que no llena en demasía el estómago de quienes ven siempre el vaso medio vacío. Es un pequeño trago, que debería ser intenso pero que está aguado. Parece que solo cuentan las consumiciones si son en algún local underground de Europa. Pero, ¿qué le ha ocurrido al aficionado español con este torneo? “Hay equipos que no han celebrado ganar la Copa del Rey. Nosotros sí que lo hicimos”, concluye Palop.