Estados Unidos y China son los dos territorios que mayor PIB poseen. Han tardado más tiempo del que creía, sobre todo el país asiático, en ver las posibilidades económicas que esconde el fútbol. Siendo dos regiones con un potencial ilimitado y con tantos habitantes, todo parecía indicar que para 2017 ya predominarían en este deporte. Y no, estábamos equivocados. Sus fórmulas tienen una base parecida, pero el camino hasta su consumación es diferente. Dos maneras distintas de verlo, ambas tratando de obtener una liga competitiva y a la espera de que sus selecciones nacionales den un salto cualitativo. Esto último se está retrasando más de lo debido, mientras que sus competiciones nacionales ya se están instaurando en el mapa.
Tradición y modernidad
Estados Unidos tiene una mayor tradición futbolística, la MLS siempre ha sido un atractivo para los mejores futbolistas del planeta. Quizá la competitividad no sea su mayor gancho, pero sí el destino. En los años 70 tuvo un gran repunte debido a la llegada de Pelé, Cruyff, Beckenbauer, Eusebio y Carlos Alberto a la NASL. Estos jugadores terminaron en América cuando a sus carreras no les quedaban ya muchos partidos, la fórmula ha cambiado hoy en día. Es cierto que aún no se ven a las grandes estrellas mundiales yendo a Estadios Unidos en su pleno apogeo, pero cada vez son más los futbolistas de un nivel medio-alto que acuden allí en una buena edad. Los ejemplos de Giovinco, Romain Alessandrini, Lodeiro, Maxi Morález o Gio Dos Santos indican que existe un cambio. Además, veteranos como Villa, Kaká, Kevin Doyle, Ashley Cole, Nocerino o Pirlo aportan mayor visibilidad extranjera.
Por su parte China no tiene la sólida base tradicional de los Estados Unidos. Es ahora, en estos últimos años, en los que empiezan a mostrarse al planeta. Podríamos decir que están en esa fase de la NASL, intentando atraer a los mejores futbolistas del mundo gracias a sus terribles salarios. Entre los años 1994 y 2003 la liga nacional fue denominada como Jia-A League. Es desde 2004 cuando pasa a llamarse Super League. Todavía no han capturado a ningún pez gordo, pero cada vez son más los jugadores de nivel medio-alto que acuden a Asia. A diferencia de lo que era la NASL, muchos de estos profesionales fichan por la Super League en plena explosión. La gran mayoría no son jugadores acabados. A muchos ha sorprendido que Oscar, Hulk, Paulinho, Teixeira, Jackson Martínez, Ramires, Witsel, Elkeson, Gervinho o Pato hayan dado el salto a China. Pero lo más asombroso es que ninguno pasa de los treinta años.
Dos modelos de competición distintos
El modelo de la MLS es el clásico de los deportes americanos, fraccionar sus equipos en dos conferencias. Once equipos militan en cada una de ellas. Estamos acostumbrados a que las ligas nacionales sean de única tabla y con sus descensos de categoría. Es cierto que este formato pierde algo de expectación al no haber peligro de descenso, pero los playoffs sí consiguen enganchar al público. La MLS es un gran aliciente para los futbolistas extranjeros, tanto en lo económico como en el hecho de vivir en los Estados Unidos. Básicamente esos dos son sus grandes reclamos. Pero deberíamos añadir un incremento en el seguimiento informativo e hinchada, además de unas infraestructuras cada vez más sólidas. Sobre todo respecto a la creación de estadios de fútbol donde únicamente se practique este deporte y no se comparta con otro. Estaría bien que para su crecimiento estos equipos pudieran disputar algún torneo como la Libertadores. Esto beneficiaría absolutamente a la MLS, al igual que han acudido los equipos mexicanos.
La Super League china sí mantiene el formato clásico: 16 equipos y descienden dos. Cada vez es una liga más competitiva aunque los últimos seis campeonatos se los haya llevado el Guangzhou Evergrande. Esto no ocurre en la MLS, allí el campeón se va alternando y el abanico es mayor. Lo que sí está tratando la Super League china es atraer tanto a grandes futbolistas como técnicos. Se han dado cuenta que a través de entrenadores con prestigio y con experiencia su desarrollo será más rápido. Es el caso de André Villas-Boas, Felix Magath, Gustavo Poyet, Scolari o Manuel Pellegrini. No hay mejor forma de progresar que aprendiendo de buenos maestros. Me recuerda a lo que está haciendo la Premier League con los técnicos no británicos. A su favor también juegan medidas como que solo jueguen tres extranjeros al mismo tiempo, un sub-23 chino sobre el césped o que el portero también sea local. Y evidentemente, al contrario que ocurre en la MLS, tienen la fortuna de medirse a los mejores clubes de Asia en la Champions League. Es ahí donde pueden observar cuál es su potencial.
Las selecciones nacionales no dan el paso definitivo
Cómo le está costando a Estados Unidos hacer un buen papel rumbo a Rusia 2018. Han estado presentes en los últimos siete mundiales, y su próxima presencia está en peligro. Jurgen Klinsmann fue despedido al inicio del hexagonal tras sumar dos dolorosas derrotas ante México y Costa Rica. El paso del alemán ha tenido más sombras que luces, y sobre todo varias polémicas como por ejemplo con el mito Landon Donovan. Otra leyenda del soccer, como es Bruce Arena, tomó el relevo. Ha debutado con victoria ante Honduras. Un contundente 6-0 que les permite sumar su primera victoria y acercarse a Panamá, Costa Rica y México. El grueso de la selección está conformada por veteranos de guerra. Ahí siguen al pie del cañón Altidore, Dempsey, Bradley y Howard. No se atisba un gran relevo generacional, excepto en Pulisic. Cada vez es más raro ver a jugadores lejos de sus fronteras, esto potencia la MLS pero hace que se haya frenado su llegada a Europa. Es necesario que los futbolistas del combinado nacional se midan en el día a día con los mejores jugadores del planeta en ligas de mayor exigencia.
China es el eterno mito. Cuántas veces habremos oído eso de: “cuando los chinos se pongan a jugar a fútbol no los va a parar nadie”. Y aquí seguimos esperando. El proceso va bastante lento, y todavía debemos esperar unos cuantos años más para ver si recogen sus frutos. Ha sido importante la llegada de buenos futbolistas y técnicos extranjeros, de esta forma se medirán a rivales de una talla mayor. En cierto modo me recuerdan a clubes como PSG o Manchester City. Están comprando muchas cosas, entre ellas metodología, pero no tienen lo más importante: historia y trayectoria. En ello están. Su camino al Mundial de 2018 está siendo algo triste, aunque en la última jornada derrotaron a Corea del Sur. De todas formas están muy lejos de conseguir su billete a Rusia y sería el enésimo fracaso nacional. Lejos están sus éxitos relativos en la Copa Asia. Esperemos que de la mano de Marcello Lippi y las medidas de la Super League, en la que potencian a sus futbolistas nacionales, mejoren sustancialmente.
Es curioso como a estas dos potencias les está costando hacerse un hueco en el mundo futbolístico. Y otros como Uruguay donde viven menos personas y tienen menos poderío económico salen jugadores de calidad de debajo de las piedras. No todo en esta vida tiene un precio, y todavía menos la historia.