Guillermo Escribano Carrillo “Guille” vive una segunda juventud en el recién nacido Xerez Deportivo FC. A sus 30 años tiene claro que su vida, sin el fútbol, no habría tenido sentido. Sin embargo, a pesar de que siendo niño pasaba las horas golpeando el balón, su vocación eran los toros. “Yo no decidí ser futbolista. A mí me descubrió con 8 años un señor que se llama Pepe García, muy conocido en Jerez en el mundo del fútbol. Me había visto jugar con mis amigos en mi barriada, La Granja, más concreto aún en mi plazoleta Algodonales. Él se me acercó y me preguntó si quería jugar al fútbol. Yo le respondí que hablara con mis padres. Ellos aceptaron. Dice mi familia que de pequeño yo quería ser torero pero se ve que fue una cosa pasajera.”
Su familia fue crucial para que aflorara su verdadera pasión. Guille veía cómo, cada sábado, sus padres disfrutaban junto a los de otros niños cuando acudían a los partidos. Ese acercamiento entre los progenitores, fomentó la unidad en el equipo y que surgieran auténticas amistades que han perdurado durante años.
Guille recuerda con emoción cuál fue su primer recuerdo inolvidable. Desde los 8 a los 13 años formó parte del CDAD Pueblo Nuevo, un club fundado en su barriada con el apadrinamiento de la Asociación de Vecinos con el mismo nombre para potenciar la práctica del fútbol entre los jóvenes. “Jamás olvidaré mi último partido con el Pueblo Nuevo. Fue en infantiles, en un Campeonato de Andalucía. Teníamos que ganar al San Roque de Lepe y esperar que el Nervión no ganase. Acabamos 4-3, los cuatro goles fueron míos. Me tuvieron que sacar en brazos de las entradas que había recibido. Que el campo de La Granja fuera de tierra ayudaba a que las tuviera completamente raspadas. Mereció la pena ese sufrimiento.”
Son muchas las vivencias en aquel equipo de barrio en el que sentaría las bases de su carrera profesional. “Fueron mis principios en el fútbol. Aunque éramos un equipo humilde nunca nos pusimos límites. De hecho, fuimos a Córdoba a jugar un torneo con los equipos infantiles del Valladolid, Espanyol, Atlético de Madrid o Albacete, entre otros. Clubes cuyas canteras tenían mayor preparación que nosotros. Pero ahí estábamos, un equipo de barrio que logró llegar a Semifinales. El resto de clubes se echaban las manos a la cabeza al vernos jugar, pero nosotros estábamos orgullosos de lo que habíamos conseguido.” Dejó el Pueblo Nuevo porque había fichado por el Xerez Deportivo. Con catorce años firmó un contrato que hizo historia. Guille fue el jugador más joven en tener un contrato profesional con el club xerecista. “Aunque en el contrato ponían que debían pagarme no pagaron ni cuarta parte de lo acordado. Por aquel entonces el club estaba presidido por Luis Oliver y ante eso, sobran las palabras.”
Fue su primera experiencia con las dificultades que presentan los clubes de ciertas categorías para cumplir con la parte económica de los contratos. Sin embargo, él prefiere quedarse con los detalles positivos. “Jamás olvidaré mi debut en Segunda División con el Xerez en Chapín. El rival, el Real Madrid Castilla, hizo aún más especial aquel día. Mi buen rendimiento en el equipo me permitió acudir con la selección española en las categorías Sub-15 y Sub-16.”
Tras el Xerez le esperaba el Sevilla, primero el juvenil y luego el filial. Tras año y medio en la capital hispalense se marchó a la Ponferradina en calidad de cedido. Volvería al Sevilla puesto que le quedaba aún otro año de contrato. El club le volvió a ceder, esta vez, al Xerez en Segunda con el que acabó el curso. A pesar de sus idas y venidas, tuvo tiempo para disfrutar de múltiples anécdotas con los compañeros sevillistas. “Tengo miles pero destaco una con el Sevilla Atlético. Estábamos de concentración en Constantina, en la Sierra de Sevilla, haciendo la pretemporada. Hacía calor esa noche. Estábamos en mi habitación los cinco de siempre: Fernando Vega, Sergio Ramos, Jesús Navas, Antonio Puerta y yo. Mi habitación estaba en la tercera planta y daba a la piscina. Me asomé a la ventana y dije: ¿a que me tiro?. Ninguno imaginaba que tendría el valor de hacerlo. Cuando quisieron darse cuenta ya me había tirado. Me pillaron y al día siguiente vinieron Monchi y José María del Nido. Estuvieron a punto de echarme. Por suerte para mí, José Serrano que era el capitán dio la cara x mí y se quedó todo en una multa.”
Guille presume de haber jugado muchos derbis (Betis/Sevilla, Xerez/Cádiz, Ponferradina/Cultural Leonesa, Toledo/Talavera) y en todos ellos haber marcado
Al acabar aquel contrato, Guille se marchó a la Ponferradina. Allí estaría unos meses hasta que Osasuna B decidió apostar por él. Le seguirían el Ciudad de Lorquí, Toledo, Burgos, Atlético Sanluqueño y Díter Zafra. En muchos de ellos tuvo problemas para cobrar o tuvo desavenencias con la directiva. “La gestión del Sevilla en cuanto a entidad fue impecable. Viví una bonita experiencia y dejé grandes amigos como Ramos, Capel o Navas. Del Xerez no puedo decir lo mismo. Todos conocemos qué sucedió con Joaquín Morales. Recibí mucho cariño en la Ponfe, me quedo con su afición y con buenos compañeros que tuve en el vestuario. Osasuna a nivel de club es de diez. El punto negativo para los chicos de la cantera es que si no eres de allí resulta más complicado debutar con el primer equipo, salvo que seas una estrella.”
Aunque hay notables diferencias entre la vida de un futbolista de primer nivel y uno de categorías inferiores siempre hay ciertas similitudes. Ambos disponen de bastante tiempo libre y cualquier detalle privado tiene mucha repercusión. Guille considera que entre las dificultades más grandes con las que se ha encontrado es la de estar alejado de su familia y amigos. Además del sacrificio de llevar una vida más recogida para poder estar a pleno rendimiento para jugar. Por el contrario, la máxima recompensa le llega en los derbis. Presume de haber jugado muchos (Betis/Sevilla, Xerez/Cádiz, Ponferradina/Cultural Leonesa, Toledo/Talavera) y en todos ellos haber marcado. “Mi mejor momento deportivo fue con la Ponferradina en Segunda B. En cuatro meses hice 9 goles y pudimos disputar la primera liguilla de su historia a Segunda División. Pero sobre todo, el día que nos clasificamos matemáticamente. Íbamos perdiendo 0-2 contra la Cultural Leonesa, era un derbi, y en la segunda parte remontamos el partido. Ganamos 3-2 y marqué los 3 goles. Ese día me sentí el hombre más afortunado del mundo por el cariño de la gente.”
Ahora milita en el Xerez. Concretamente en el Xerez Deportivo FC, recién ascendido a Primera Regional tras solo unos meses de vida. No hay que confundirlo con el Xerez Club Deportivo, que debido a las deudas acumuladas sufrió un descenso el pasado verano a Tercera División. “La situación de los dos equipos es muy diferente. La del mío está clara. Es un bebé que acaba de nacer y entre todos hay que educarlo como se merece. Sobre el otro, es una pena. Le han robado mucho dinero al club y se han reído del xerecismo. No creo que vaya a mejorar. Intuyo, muy a mi pesar, que desaparecerá. La afición ya se hartó de los líos de cada temporada e hizo lo correcto.”
“Lo del otro Xerez es una pena. Le han robado mucho dinero al club y se han reído del xerecismo. No creo que vaya a mejorar. Intuyo, muy a mi pesar, que desaparecerá”
En el aspecto deportivo se siente muy cómodo. Se adaptó rápido al nuevo rol y ha vuelto a compartir vestuario con compañeros que ya lo fueron hace algunas temporadas. Vuelve a tener la ilusión de cuando era un niño y espera que esta sea su última parada. “Ver en Chapín a mi hijo viéndome jugar no tiene precio. Mi reto es ayudar a los más jóvenes en lo que pueda, a través de mi experiencia personal, y llevar al equipo a lo más alto posible. Cuando cuelgue las botas me veo ligado al Xerez Deportivo FC sin ninguna duda. No creo que entrene pero este año al lado de Carlos Orúe me ha despertado el gusanillo. Tiene unos métodos que al futbolista le gustan. De haber tenido esta disciplina años atrás, habría sido mejor futbolista.”
Guille tiene claro que le queda por hacer algo grande con este Xerez recién nacido y que es capaz de acumular en las gradas de Chapín cerca de nueve mil seguidores. Cifras poco habituales para un club con pocos meses de vida y que ha iniciado su andadura en Segunda Regional. El buen trabajo del equipo ha permitido que consiga el ascenso matemático a Primera Regional. Ese día no podía faltar un recuerdo suyo para Antonio Puerta, a quien le dedicó el triunfo. La meta de este experimentado delantero para su club es dejarlo en Segunda.