“Quando è notte, il lupo grida all’ombra della luna
La danza delle streghe non porta mai fortuna”
“Cuando es de noche, el lobo grita a la sombra de la luna
El baile de las brujas nunca trae suerte”
Gabry Ponte, en La danza delle streghe.
Allá por 2003, Gabry Ponte lo estaba petando en las discotecas italianas. La pegadiza melodía electrónica desataba el frenesí en los locales a altas horas de la madrugada. Qué sustancias debían correr por allí, un servidor prefiere ignorarlo. El nuevo single del DJ transalpino, La danza delle streghe (El baile de las brujas), se convirtió en todo un fenómeno. Tanto, que un equipo de fútbol decidió aplicar su letra a rajatabla; en efecto, el Benevento, que comparte las brujas como símbolo identitario junto a la ciudad de la Campania, bailaba y bailaba pero su danza nunca le había traído suerte. De hecho, casi al unísono de la caducidad del hit, en 2005 el Sporting Benevento cayó de la escoba, quebró y se vió obligado a refundarse. De las cenizas nació el Benevento Calcio que, hasta día de hoy, está interpretando la coreografía de las brujas mucho mejor que sus predecesores.
Sí, los ‘giallorossi’ cumplen a la perfección los estereotipos de los clubes italianos: a tantas muertes, otros tantos renacimientos. La lógica imperante en el calcio. En Benevento acumulan una desaparición, dos quiebras, dos fusiones y dos refundaciones en 91 años de historia. Casi nada. De hecho, no hace tanto, en 1989, los ‘stregoni’ tocaron fondo hasta llegar a la Interregionale, la quinta división del fútbol transalpino. Sin embargo, los libros de historia nos dicen que el Benevento jamás ha sido un club de élite. 38 temporadas en tercera división, 24 en cuarta y seis en quinta ponen de relieve que los de rojo y amarillo eran un clásico del infrafútbol. Hasta la fecha, claro. A la que pusieron un pie en el fútbol profesional por primera vez en 2016, todo cambió. Una sola temporada en la Serie B les bastó para dar con la pócima secreta y echar a volar. Quinto lugar en el bolsillo, promoción de ascenso exitosa y en 2017 ya estaban visitando San Siro, el Juventus Stadium, el Olímpico de Roma y San Paolo cuando sus camisetas aún estaban sucias de barro.
El Benevento cumple a la perfección los estereotipos italianos: una desaparición, dos quiebras, dos fusiones y dos refundaciones
Choque de realidad
Su primera experiencia en la Serie A también abrió telediarios y derramó muchos litros de tinta. El motivo: las brujas volvían a tropezarse al danzar. El Benevento se adueñó, nada más y nada menos, de un récord que sonrojaría a todo aquel que lo consiguiera: el peor comienzo de la historia de las cinco ligas más importantes de Europa. Sin embargo, un pequeño cuento de hadas -o de brujas, ya que estamos- sucedió después de perder los 14 primeros partidos del campeonato. Los ‘stregoni’ sumaron su primer punto gracias al gol anotado por su portero, Alberto Brignoli, en el descuento ante el Milan. Los cerca de 17.000 presentes en el Ciro Vigorito no se lo explicaban. Brujería, como no podría ser de otro modo. Aquel día, por cierto, Gatusso se estrenaba en el banquillo ‘rossonero’. Lo cierto es que el delirio no supuso ningún punto de inflexión; el Benevento no ganaría hasta la jornada 19, en el último partido de la primera vuelta y, aunque cuajó una segunda algo más digna -cinco victorias y dos empates- acabaría descendiendo, quedándose a 17 puntos de la salvación. Un calvario.
Todo hacía pensar que los de la Campania podían seguir los pasos de tantos equipos a los que saborear la máxima categoría durante un año solo les ha servido para meterse en problemas. Que el sobreesfuerzo hecho es solo la primera parada, la del mal, en la ruta que tiene el peor como destino. Pero no. El Benevento tiene alguna clase de hechizo con el calcio profesional y su retorno a la Serie B -el segundo curso que disputaban en la categoría- fue incluso mejor que su estreno. Los ‘giallorossi’ cuajaron un año casi impecable, pero en el play-off no pudieron aprovechar las ventajas que les regalaba el tercer puesto en la tabla final. Sin embargo, llegó el verano y con él el mítico Filippo Inzaghi, en la que sería su cuarta experiencia en los banquillos. Las heridas sanaron rápidamente, la apuesta resultó ganadora y ‘Pippo’ se erigió en el nuevo brujo supremo. Bajo sus órdenes, el Benevento firmó una temporada 2019-2020 de ensueño. Ni el coronavirus le impidió arrasar con sus rivales. Su vuelta a la Serie A se materializó después de dejar su perseguidor inmediato, el Crotone, 18 puntos atrás. De locos.
Bajo las órdenes de Inzaghi, el Benevento firmó una temporada de ensueño. Ni el coronavirus le impidió arrasar. Volvió a la Serie A dejando al Crotone 18 puntos atrás
Un baile con suerte
“El baile de las brujas nunca trae suerte”, cantaba Gabry Ponte. Pues bien, parece que la segunda edición de la macabra danza al lado de los grandes magos italianos está trayendo algo más de fortuna al Benevento. Los muchachos dirigidos por el histórico delantero milanista han aprovechado la inercia del ascenso en este inicio de la Serie A. Tras cinco partidos jugados, el arranque permite a los aficionados ‘stregoni’ soñar con algo mejor. De momento, los de rojo y amarillo ya han sumado casi un tercio de los puntos que arañaron en la 2017-2018, los correspondientes a dos victorias. Si entonces les costó una vuelta entera conseguir el triunfo, esta temporada la arrancaron con un sonado 2-3 en su visita a la Sampdoria. El segundo llegó por la mínima ante el Bolonia, en la tercera fecha. Y siendo justos, cabe decir que las derrotas han acontecido ante tres púgiles para el Scudetto: Inter, Roma y Nápoles. Si el potencial es grande, la ambición es aún mayor.
Si en la 2017-2018 les costó una vuelta entera conseguir el triunfo, este curso lo arrancaron con un sonado 2-3 en su visita a la Sampdoria
El conjunto de la Campania ha mantenido gran parte del bloque que le dio el ascenso hace unos meses. Inzaghi, que apuesta por el ofensivo 4-3-3, tiene clara la columna vertebral ‘giallorossa’: Lorenzo Montipò bajo palos, Luca Caldirola en el eje de la defensa, Gaetano Letizia en el lateral derecho, Pasquale Schiattarella como ancla en el centro y Roberto Insigne -hermano de Lorenzo- percutiendo desde la derecha. Además, el Benevento se ha reforzado con futbolistas de calidad con mucho protagonismo en este inicio de campeonato: Gianluca Caprari -lleva ya tres tantos-, Gianluca Lapadula -dos goles-, Kamil Glik, Artur Ioniță, Daam Foulon o Bryan Dabo. Y por si no fuera poco, el gallego Iago Falque ha llegado cedido desde el Torino. Una vez superados los problemas físicos, el extremo derecho -tercer máximo goleador español histórico de la Serie A (47)- aportará un salto de calidad. No hay duda de que los hinchas, que echan de menos su asiento en el Ciro Vigorito, están deseando sea una vacuna, sea un encantamiento, para poder ver con sus propios ojos algo que no imaginaban ni hace diez años. De momento, a las brujas les toca bailar sin el aliento de los tifosi. Sin embargo, parece que la suerte, esta vez sí, está de su lado.
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Fotografía de Getty Images.