En Panenka nos mueve la nostalgia. Nos fascinan las historias del pasado, los personajes desconocidos y olvidados. Nos encanta contar que el ‘Trinche’ Carlovich fue mejor que Maradona, pero prefirió ser humano. Nos gusta la mitología que rodea a Ezio Vendrame, el futbolista que jugaba entre versos. O la historia de Daniel Horlaville, que defendió la camiseta de la selección francesa aun siendo amateur. Nos conmueven las fábulas y los relatos que viajan de generación en generación. ¿Qué importa si algo es real o imaginado? ¿Dónde acaba el fútbol y empieza la literatura, si es que existe tal frontera? ¿Se puede sentir melancolía por lo que nunca ha existido? Por supuesto que sí.
Os tenemos que pedir perdón: por culpa de esta pasión por las leyendas del pasado, nos inventamos una. Y la culpa es doble, porque jugamos a desmontar la que nos da nombre. Para ser sinceros, la responsabilidad es compartida, la red social Feeberse quería que anunciáramos nuestra alianza de una forma original: ¿un mockumentary basado en esta pasión que compartimos por los mitos? Por qué no.
Así fue como nació Pavel Feberka. En privado, te lo digo. Conocíamos muy poco de él. Solo que Antonin Panenka le había copiado su forma de tirar penaltis en las categorías inferiores del Bohemians. Que era un tipo misterioso, un mediapunta talentoso, con una zurda especial. Supimos que, por alguna razón, se mudó a Argentina y tuvo una breve etapa en Excursionistas. Maradona jugó contra él y dijo que aquella zurda era mejor que la suya. Lo contamos en un video y se hizo viral. Tras el primer impacto, llegaron días de investigación. Maldini desveló que Feberka figuraba en uno de sus álbumes llenos de polvo. La Media Inglesa descubrió que Pavel tuvo un efímero paso por Inglaterra, concretamente en el Yeovil Town. Medios de todo el mundo se hicieron eco de la noticia. No era para menos: el penalti más famoso de todos los tiempos estaba en entredicho.
Ya no importa si Feberka existió o no, tampoco si el caño de ida y vuelta del ‘Trinche’ es fruto de la fantasía rosarina. La certeza es la nostalgia que sentimos por lo que nunca hemos vivido
Y se lo creyeron. El culmen fue cuando, en el Bajo Belgrano de Buenos Aires, Excursionistas llevó a Feberka a la eternidad; los ‘Villeros’ quisieron sumarse a la locura y crearon su propia historia. Pablito Fabio, apodo con el que se le conocía en Argentina, fue incluso protagonista de un partido de copa del pasado mes de febrero de Excursionistas contra Godoy Cruz, donde todo el mundo lució camisetas con su nombre. La leyenda se difundía de forma incontrolable (algo parecido a lo de Ricky, el perro y la mermelada). A estas alturas, el desmentido ya no era relevante.
Ya no importa si Feberka existió o no, tampoco si el caño de ida y vuelta del ‘Trinche’ es fruto de la fantasía rosarina. La certeza es la nostalgia que sentimos por lo que nunca hemos vivido. E igual de real es que Feeberse ama este deporte como lo hacemos nosotros, por eso cada semana publicaremos en su plataforma contenidos exclusivos (inventados o no) con los que nos vamos a divertir. El fútbol que se lee, ahora también se ve.