Ya está a la venta el nuevo número de Panenka. Y no es uno más, por cierto. Se trata de un monográfico: un Especial sobre las finales. No hay otro partido que un futbolista desee más jugar. No hay otro duelo donde se vea más claro el contraste entre el éxito y el fracaso, el todo o la nada. No hay otro choque que aglutine en el tiempo más historias y protagonistas. Y muchos de ellos se encuentran en el interior de este número. A partir de ahora, hay un ligero cambio en nuestra periodicidad: sacaremos 10 revistas al año, con la que esta es la correspondiente a los meses de diciembre y enero. En el #Panenka124 viajamos al Brasil-Italia de 1970, donde el mito de la ‘Canarinha’ despegó para siempre; revivimos la final europea con menos espectadores de la historia; analizamos por qué una Supercopa italiana se decidió en la Libia de Gadafi; saboreamos la singularidad de la Copa de Francia, donde los modestos suelen colarse en el partido definitivo; nos llevamos las manos a la cabeza con varios fracasos organizativos; descubrimos cómo gestionan los árbitros la presión en fechas tan señaladas y os demostramos que es posible jugar una final, ganarla y no acordarse de ella. Entre muchos más contenidos. Un mes más, otras 116 páginas dedicadas a la cultura futbolística.
Si hay un título en juego, nunca será un encuentro como los demás. Pero cada final tiene algo que la hace especial. ¿Qué es?
El Brasil-Italia que decidió el Mundial 70 permitió a la ‘Canarinha’ protagonizar la final jugada de forma más bella de la historia.
Como nunca podremos disputar una final de Liga de Campeones, nos hemos inventado otra manera de jugarlas. ¿Una partida?
¿Qué pasa cuando hay intercambios de camisetas al acabar una final? Imágenes imposibles que se guardaron en un cajón.
La Champions de la CONCACAF no ha tenido un camino fácil. Sus desastres organizativos han marcado su trayectoria.
¿Y si a un club de pueblo, en un partido cualquiera, le animara por sorpresa una hinchada numerosa e hipermotivada?