Todo empieza el pasado 13 de abril, cuando el Club de Accionariado Popular Ciudad de Murcia, después de vivir una jornada insólita en el Grupo XIII de Tercera División, decide colgar en su cuenta de Twitter un vídeo que al cabo de unas horas se esparcirá como la pólvora por las redacciones de los medios de comunicación españoles e incluso por algunos portales internacionales. Las imágenes van acompañadas del siguiente texto: “El árbitro pita el final un segundo antes del gol que nos daba la victoria”. Un mensaje contundente y chocante, casi tanto como lo que se desprende desde los propios píxeles: Samir, jugador del Ciudad, remata un centro al corazón de las redes solo un suspiro después de que el colegiado, con los brazos suspendidos en el aire, haya silbado el final de los primeros 45 minutos. Gol anulado, desesperación de los futbolistas rojinegros y caras de incredibilidad entre los miembros del bando rival, el Yeclano Deportivo. El duelo, finalmente, acabará 0-0, y de esa forma el conjunto murciano bajará la persiana del fin de semana a solo un punto de los puestos de descenso.
“Hemos recibido mensajes de algunos de los contrincantes de ese día que nos dicen que no nos merecemos lo que nos están haciendo. Incluso el portero suplente del Yeclano, después del tanto anulado, se giró hacia nuestra grada y nos dijo: ‘es inexplicable lo que acaba de ocurrir’. Cuando después me pasé por el vestuario, vi que algunos de nuestros jugadores estaban llorando de impotencia”, desvela José Francisco Navarro, el presidente del Ciudad de Murcia, un club que debe su refundación en 2010 a la iniciativa y a la capacidad de movilización de sus propios aficionados, y que atiende a Panenka.org pocos días después de que el asunto, por increíble, se haya convertido en mediático. Conscientes de que los partidos no pueden rearbitrarse, desde la institución están tratando al menos de darle visibilidad al asunto para que no vuelvan a brotar sustos similares.
También descuelga el teléfono para charlar sobre lo acontecido el capitán de la institución afectada, Pepe Rabadán, que pudo presenciarlo todo desde el césped. De hecho, él fue el encargado de ejecutar el saque de banda en el que nacería la jugada de la controversia. “Cuando le pregunté al árbitro que porqué nos hacía esto, no quiso contestarme. Pero yo seguí insistiendo, y entonces me dijo que antes del gol se había producido una falta. Entendí que había pitado el final para compensarlo todo. Pero ponía cara de saber la que había liado”, explica el jugador.
“A nosotros mismos nos cuesta entender lo que nos está pasando, porque van apareciendo condicionantes que nos llevan a preguntarnos cosas”, desvela el presidente del Ciudad
Aunque lo que viene al caso es que esto no acaba aquí. La sacudida en las redes sociales y el despertar del interés público los ha detonado el gol de Samir, la punta del iceberg, pero las quejas del Ciudad todavía van más allá. Navarro resume la situación apretando los dientes: “A falta de algunas semanas para acabar la liga, teníamos la opción de dejar la salvación despachada con algunos partidos de antelación. Pero al final, por una serie de hechos que escapan a nuestro control, no ha podido ser así. A nosotros mismos nos cuesta entender lo que nos está pasando, porque van apareciendo condicionantes que nos llevan a preguntarnos cosas”. Esos “sucesos extraños”, según relatan los propios protagonistas, arrancaron dos jornadas antes del comentado partido ante el Yeclano. Más concretamente, cuando el Ciudad de Murcia recibió en su campo al líder de la categoría, el Lorca Deportiva. El encuentro fue un atropello total, una pugna repleta de accidentes. El Ciudad se asomó al minuto 66 del mismo después de sufrir cuatro expulsiones, y solo cuatro minutos más tarde, con un marcador (0-2) favorable a los visitantes, el árbitro decretaba el final del choque con el reglamento en la mano, después de que dos supuestas lesiones dejaran a los murcianos con seis futbolistas. Un desenlace surrealista para una velada no menos extraña.
“Fue como si se nos abrieran las puertas del infierno”, expresa Pepe. Sin embargo, la metáfora del capitán no se sustenta tanto por lo que se vio ese día sobre el verde (“aunque no es muy normal que pierdas a cuatro compañeros cuando no has hecho más de 12 faltas”), sino por los acontecimientos que se desencadenaron a partir de entonces.
Al final de esa misma semana, la Federación de Fútbol de la Región de Murcia, valiéndose sobre todo de un vídeo que grabaron algunos periodistas, hacía oficial una sanción al Ciudad por “incomparecencia”, decretando que el conjunto presidido por Navarro se había quedado con menos de siete jugadores en el terreno de juego por orden de su entrenador (Gustavo Cantabella) y por la simulación de una lesión de un jugador posteriormente. Como castigo federativo al Cuidad, se daba la victoria al Lorca por un resultado de 0-3, se confirmaban 19 partidos de sanción entre futbolistas y técnico, se concretaba una multa económica de 1500 euros para la entidad y, además, se descontaban 3 puntos al equipo en la tabla. “Hemos presentado un recurso de más de treinta páginas contra la sanción, pero lo han desestimado todo, tanto desde la Federación murciana como desde la Federación Española, que nos dice que el estudio del caso compete a la primera. Ahora mismo estamos a la espera de que el TAS vuelva a valorar nuestras quejas”, afirma el directivo. Entre esos documentos expuestos por la parte afectada, se incluye un informe médico para justificar la lesión que ha sembrado la discordia, aunque de momento esta prueba tampoco ha prosperado.
“Más allá de todo lo demás, a mí lo que me sorprendió muchísimo fue la rapidez con la que nos sancionaron, porque por la experiencia que tengo estoy acostumbrado a que este tipo de procedimientos disciplinarios sean mucho más largos”, comenta Pepe, que a sus 37 años y con una dilatada trayectoria deportiva a sus espaldas, nunca se había encontrado en una tesitura parecida. “Después de todo lo que pasó con ese encuentro creía que ya estaba, que ya no iba a sucedernos nada más, que nuestra cuota de pecado ya había quedado cubierta. Pero luego vino lo del Yeclano”, apostilla.
Y es en ese punto donde reside la preocupación del Ciudad de Murcia. La repetición de las polémicas arbitrales, así como lo muy apiñadas que se han dado en el tiempo, están levantando algunos fantasmas en el entorno del club. Pepe incide en lo insólito de la situación: “Quizás en el algún momento puntual de mi vida sí que he podido sufrir alguna injusticia, pero esta tónica general y esta continuidad de errores jornada tras jornada… Esto jamás”. Dado que es el más veterano de un grupo muy joven, el capitán trata de encubrir su frustración y se centra en seguir remando para aislar a sus compañeros. Pero el reto no resulta tan sencillo. “Estamos pasando por muchos momentos emocionales, desde la ira inicial al nerviosismo que nos sale cuando nos damos cuenta de que esas supuestas casualidades se van repitiendo. Lo peor es que nos genera muchas dudas y ansiedad para afrontar los siguientes partidos. Porque ya no es solo que tú tengas que hacer un buen encuentro, sino que hay otras facetas que no dominas y que te pueden fastidiar”, comenta. Partidos en los que además la institución se juega futuro inmediato: el todo o nada, la permanencia o el descenso.
“Lo peor de todo esto que nos genera muchas dudas y ansiedad para afrontar los siguientes partidos”, comenta el capitán del equipo
Aunque para acabar de cerrar el círculo y comprender el nivel de desconcierto que zarandea a los rojinegros, falta una última pieza clave. Navarro la coloca cuando la conversación ya está bastante avanzada. Según su testimonio, durante el tiempo en el que la Federación todavía estaba deliberando la sanción por lo ocurrido ante el Lorca, en las oficinas recibieron la llamada de un representante de otro de los clubes que está luchando para evitar el descenso, en la que supuestamente se dijo que alguien estaba intentando convencerlos para sumar fuerzas con otros conjuntos de la zona baja y conseguir que se sancionara al Ciudad a nivel federativo, algo que complicaría su objetivo de salvarse y cedería más oxígeno al resto de sus competidores directos. Al estar todavía todo en el aire, el presidente prefiere no dar nombres concretos. “No sabemos muy bien de dónde está saliendo todo esto, pero sí que sabemos que estamos recibiendo arbitrajes bastante sospechosos y algunas situaciones de juego muy raras. En el partido contra el Lorca, por ejemplo, el árbitro pidió protección policial ya en el descanso, cuando solo se nos había expulsado a un jugador, como si ya supiese lo que iba a suceder después y no quisiera que le pasara nada al final de los 90 minutos”, concluye Navarro, al tiempo que confirma que este tema escabroso de las posibles presiones ejercidas por terceros ya lo han puesto en manos de uno de sus abogados deportivos.
Según fuentes cercanas al entorno del Ciudad de Murcia, la persona que podría estar detrás de esta supuesta campaña de presión sería Jesus Zapata, presidente del Plus Ultra, otro club del mismo grupo de Tercera y que también está luchando por no bajar, y actual vicepresidente de la Federación murciana, del que algunos señalan que podría estar moviendo hilos para priorizar sus intereses. El propio Zapata, sin embargo, niega estas acusaciones a Panenka.org, denuncia que este tipo de rumores carecen de fundamento y defiende que las sanciones al Ciudad solo se explican por incumplir el reglamento. “Ningún directivo de la Federación tiene nada que ver con los jueces de competición, que son los que actúan en estos casos”, afirma.
Discordias, lamentos, sombras. Muchas teorías, pero por el momento pocas certezas absolutas. Y un buen puñado de cabos que siguen bailando sueltos. El nuevo Ciudad de Murcia se define a sí mismo como un “bicho raro” del fútbol regional, un bloque administrado por una directiva joven y poco ortodoxa que ha ascendido tres divisiones en apenas cuatro cursos, y que ahora encara la recta final de la campaña más trascendente de su corta historia envuelto en una brisa enrarecida.
A los pocos días de la diana anulada a Samir, sus futbolistas cumplieron los pronósticos y se impusieron con firmeza al Caravaca (1-5). Aunque en la última jornada no pudieron evitar un nuevo tropiezo ante el Atlético Pulpileño (2-6).