En septiembre de 2011, ‘Panenka’ publicó una entrevista con un joven futbolista: menudo, habilidoso, descarado. Acababa de comenzar una carrera fulgurante en un Borussia que venía de ganar su primera Bundesliga en una década. Mario Götze se presentaba entonces como un adolescente acostumbrado a los mimos de su madre y preocupado por su carrera. Casi dos años después, Götze ha madurado tanto y tan bien que el Bayern desembolsará 37 millones de euros por él en lo que constituye un fichaje-bomba en Alemania. En esta entrevista, SuperMario ya anticipaba su interés por la figura del que será su próximo entrenador.
¿Qué objetivos tiene un joven futbolista después de una temporada grandiosa? ¿Mejor imposible?
Claro que es posible. Para empezar, me gustaría mejorar mi juego aéreo y con la zurda lo más rápido posible. Y tengo que procurar mantenerme libre de lesiones, como el año pasado. Como ves, tengo cosas por hacer.
Hace unos meses subrayaste lo complicado que te resultaba darte cuenta de lo que te pasaba. ¿Lo has logrado ahora, ya con algo de distancia?
No realmente. Entre los compromi- sos del club y los de la selección, con la que empiezo a viajar, no he tenido tiempo para reflexionar. No es fácil ordenar los sentimientos, pero en general todo salió perfecto porque pude mantener mi mundo en orden. Sigo viviendo en casa de mis padres, donde colaboro poco y puedo concentrarme totalmente en el fútbol. Todo me está resultando bastante cómodo justo porque no tengo estrés al margen de mi profesión.
¿Qué quiere decir que colaboras poco?
Pues que mi madre se encarga de todo, como antes. Me hace la colada.Y me prepara la comida.
¿Y no tienes intención de cambiar eso?
De momento no lo he pensado.
Esencialmente, ¿qué ha cambiado en tu vida en los últimos 12 meses?
Salir a pasear por la ciudad se ha transformado en algo diferente. La gente me para a menudo.
¿Y el desgaste físico que implica saltar de los juveniles a la elite?
La suerte es que la temporada 2009-10 ya había jugado cinco partidos en la Bundesliga, y ya noté esas diferencias. Por eso me centro en trabajar el físico a diario, para evitar las lesiones. Por lo demás, no noto demasiado la presión. Cuando algo sale bien, sale bien, y cuando no… pues ya saldrá la próxima vez.
Nuri Sahin fue el debutante más joven en la historia de la Bundesliga, pero tras los éxitos iniciales se vio obligado a emigrar al Feyenoord. ¿Tienes en cuenta su ejemplo?
Cada carrera transcurre de una manera, y cada uno ha de valorar la suya individualmente. Mi ventaja con respecto a Nuri entonces es que el Borussia no atraviesa ahora un periodo de cambios, ni de entrenadores ni de jugadores. Así que no me puedo poner en el lugar de otro. Con Nuri no he hablado de todo esto: ya tengo a mis padres y mi agente, que de vez en cuando me echan el freno. Tengo claro que sólo llevo una temporada en la elite y que me queda casi todo por delante.
Otro gran talento surgido de la cantera de Dortmund fue Lars Ricken, que entró en la historia del club con su gol ante la Juve en la final de la Champions de 1997. Su carrera empezó muy bien pero se detuvo en seco.
No pienso en eso. Pero además Ricken puede enorgullecerse de una fantástica carrera. Que su trayectoria no mejorase constantemente es normal. Ronaldinho fue el mejor y ahora no se encuentra al nivel de antes. Y piensa en Adriano… Otros jugadores sí que mantienen su rendimiento a largo plazo, como Messi o Zidane. Depende de cada uno; yo sólo espero que no llegue un momento en que me venga abajo.
¿De qué hablas con tus padres cuando abordan el tema de tu carrera?
La verdad es que hay más cosas que discutir dentro de la familia. Tengo dos hermanos y mis padres han de ocuparse también de ellos. Pero claro que hablo, sobre todo con mi padre. Eso es algo que otros jugadores no tienen. Para mí, vivir con mi familia supone una ventaja.
Tu padre es profesor universitario de Técnica de Datos en electrotécnica. ¿También es un friki del fútbol?
Bueno, no le llamaría friki, pero desde luego que entiende mucho.
Él ha dicho que ya no podía retenerte más en el instituto.
He discutido mucho con mi padre sobre si era correcto dejar los estudios. Quería parar para mejorar mi preparación física.
Algo con lo que no coincidía tu padre.
Obviamente no estaba encantado. Quería que hiciera la selectividad. Tenemos discusiones sobre este asunto desde hace dos cursos, porque yo quería cerrar ya los libros. Al final creo que he hecho lo correcto dejando el instituto.
Pero la preocupación de tu padre está justificada. La carrera de un futbolista puede acabar en cualquier momento por culpa de una lesión. ¿Le has prometido seguir formándote?
Me insiste en que haga algo con mi cerebro. Pero eso no significa que tenga que empezar una carrera univesitaria. Teóricamente puedo seguir jugando hasta los 35, más o menos. Así que aún tengo tiempo para pensar en qué haré después.
¿De dónde te viene el talento futbo- lístico? Tu hermano Fabian también es profesional.
De mi padre podría haber heredado talento en los estudios… pero no es el caso [ríe]. En serio, mi hermano y yo hemos pateado balones desde siempre. Nuestro talento debe ser un don divino.
¿Vuestros padres fueron los clásicos papás presentes en todos vuestros partidos de infantiles y cadetes?
Hicieron mucho para que pudiéra- mos jugar, naturalmente. Siempre nos llevaban y traían de los entrenamientos. Durante unos años casi no salían del coche, trasladando a mi hermano o a mí. Pero en algún momento empezaron a tener claro que yo quería progresar en el fútbol, y que tenía buenas perspectivas para lograrlo.
Fue en 2009. Tras el Mundial Sub17 de Nigeria me propuse ser futbolista, costara lo que costara. Antes simplemente jugaba.
Tu hermano mayor, después de pasar por el segundo equipo del Mainz, se ha enrolado en el filial del Bochum y lleva una vida de futbolista descono- cido. ¿Le envidias en algún sentido?
A veces pienso que preferiría ser un joven normal. Pero ahora estoy viviendo mi sueño y las renuncias a las que me veo obligado no son tan molestas como para generarme la sensación de estar perdiéndome algo. Creo que soy bastante feliz. Si estuviera en el sitio de Fabian, no sería campeón de la Bundesliga. Algunos jugadores requieren su tiempo: unos se desarrollan tarde y otros maduran antes. Draxler (Schalke) sólo tiene 17 años, en el Arsenal está Wilshere y en Brasil, Neymar. Y todos ellos son considerados pro- mesas mundiales.
Entre hermanos reina a menudo la competencia. ¿Cómo lleva Fabian tus éxitos?
Jugábamos juntos en juveniles, íbamos juntos a los entrenamientos y siempre nos hemos entendido bien. Me alegré mucho cuando fichó por el Mainz, y cuando luego no le fue bien,sentí mucho no poder estar allí con él. Pero saldrá adelante pronto. Entre nosotros hay mucha menos competencia que alegría por el otro. Y, desde luego, no envidia.
La temporada pasada tu técnico, Jürgen Klopp, te protegió de los medios impidiéndote dar entrevistas.
Fue a iniciativa mía. Sabía que era mejor no dar entrevistas. Con esa prohibición gané tiempo para acostumbrarme al interés de la prensa.
La misma que te compara una y otra vez con Lionel Messi. ¿Tienes algún ídolo en concreto?
Zidane, Cristiano Ronaldo, Messi… Desde luego ellos suponen grandes ejemplos para mí. Lo que han logrado es extraordinario. Y a eso aspira cualquier jugador. Pero también cuando acudo a concentraciones de la selección me doy cuenta de que hay futbolistas de los que todavía tengo mucho que aprender. O cuando me enfrento con algunas figuras a las que sólo conozco de la tele y contra las que juego con mucho, mucho respeto.
¿Con quién te ha hecho más ilusión compartir vestuario en la Mannschaft?
Con los jugadores del Bayern, que en 2010 rozaron la Champions League, o con Mesut Özil y Sami Khedira, porque ahora juegan en el Madrid. Resulta especial jugar junto a ellos.
En tu perfil de Facebook incluyes a Pep Guardiola como uno de tus deportistas predilectos.
Bueno, no jugaba exactamente en mi posición, así que en ese sentido no es mi icono de futbolista. Pero sí como técnico. La filosofía que imprime a su equipo tiene mucho que ver con sus 12 títulos en tres años.
¿Eso quiere decir que en la final de la Champions 2011 ibas con el Barça?
Desde luego.
Un futbolista joven, como tú, ¿contempla su profesión de forma global?
Cada uno busca sus referentes, y no solo en su país. Las ligas inglesa y española son en este momento un poco más atractivas que la Bundesliga, por eso me fijo tanto en ellas.
¿Y tienes algún equipo preferido?
Sí: el Arsenal y el Barcelona.
Precisamente con los londinenses se te vinculó este verano. ¿Cómo de fuerte es tu ligazón con el Borussia?
Estoy muy contento donde estoy. Pero uno nunca sabe: Sahin también creció en esta cantera ¿y ahora? Ahora juega en el Bernabéu.
Al margen del fútbol, ¿qué te deja este 2011? ¿Novia? ¿Fiestas?
Novia no tengo, pero me lo paso genial con mis amigos. Me gusta viajar a Tenerife, a Ibiza y, en Navidades, a casa de mis abuelos… aunque ya no me dan la propina.
¿Qué te compraste con la prima de campeón de la Bundesliga?
Solo un par de caprichos en ropa. Pero nada de relojes ni coches.