Si buscamos en cualquier diccionario la palabra ‘fútbol’, probablemente lo primero que aparezca a continuación será ‘deporte’. ¿Mienten? No, pero su significado es mucho más amplio, tan solo tenemos que tener en cuenta el contexto en el que se practica. Amor, pasión, entretenimiento, libertad… La pelota oculta miles de significados a su alrededor, miles de emociones que florecen cuando echa a rodar y todo lo demás deja de importar. Diferentes lugares recónditos del mundo poseen historias maravillosas con el fútbol como protagonista. Medellín es uno de ellos.
Un fotógrafo colombiano, Oscar Cardona, es el autor de ‘Una cancha llamada Medellín’, un proyecto que pretende unir a la ciudad con el arte, el trabajo social, la cultura y, sobre todo, el fútbol. Todos estos elementos se unen para afrontar un fin social en el que el esférico se posiciona como la piedra angular. La iniciativa consta de exposiciones fotográficas, conferencias en centros educativos, eventos alrededor de la ciudad y una serie de televisión de 21 capítulos documentales producida por el canal Telemedellín. Mediante estas actividades se retrata la manera en la que se vive el balompié en las diferentes zonas de la ciudad, cada una de ellas con características determinadas y procesos sociales diferentes, pero con una misma pasión.
El proyecto ha sido muy bien recibido por los habitantes de este lugar tan sacudido por la violencia en el que el fútbol actúa como arma de transformación social. Por ese motivo, el proyecto de Oscar Cardona fue uno de los ganadores de las becas de creación artística de la Alcaldía de Medellín, aunque el mayor premio para él es poder ayudar a cambiar vidas. Mujeres, hombres y niños muestran largas sonrisas delante de su cámara mientras disfrutan con la pelota en los pies y comparten grandes momentos de fútbol callejero con sus vecinos. “El fútbol es ese arma tan poderosa que ellos han usado para romper las barreras y traspasar las fronteras que dividen su comunidad”, relata Cardona.
El fotógrafo utiliza el blanco y negro en sus imágenes, ya que “es una propuesta estética que exhibe una mirada sin diferencias, una postura de equidad y neutralidad”, tal y como expresa en la página web dirigida a la iniciativa. Nadie se queda fuera de este fenómeno cultural que pretende unir lazos entre las más de dos millones de personas que viven en la localidad colombiana. Las amarguras que han golpeado la ciudad en infinidad de ocasiones son la cruz de la moneda y las canchas de fútbol forman la cara mientras actúan como un oasis de felicidad en medio de las dificultades. Medellín es el ejemplo de que el fútbol no es solo un deporte, es mucho más… El fútbol es la sonrisa de quien lo vive.