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12 partidos, 12 causas

Concluida la primera jornada de la Euro 2020, analizamos algunos de los nombres más destacados que dejaron estos 12 primeros encuentros del torneo

Nicolò Barella

Si fuera una marca de pasta, sería de las caras, de las buenas, de las que nunca se pasan. En su justa cocción llegaba el centrocampista del Inter a la Euro y en la primera jornada ya demostró que está para posar sonriendo en el anuncio frontal de Sexo es vida con el que tantas veces nos hemos topado al comprar un periódico deportivo. Insistencia y vigor. Lo que empuja este chico.

Kieffer Moore

195 centímetros contemplan al ariete del Cardiff City, inglés de nacimiento y galés de adopción. Normal que por aire no tenga rival. Dos cabezazos suyos se colaron entre los highlights del partido ante Suecia. El primero, con su peinado perfecto -nada que ver con el estropicio del golfista- danzando en slow-motion, lo sacó de forma espectacular Sommer. El segundo, con un vendaje rojo en la testa a juego con la equipación, se fue para dentro.

Joel Pohjanpalo

El jugador del Union Berlín hizo historia al marcar el primer gol de la debutante Finlandia en una Eurocopa. Un gol que, además, significó la primera victoria de la selección escandinava en este torneo. Pasarán los años y sus nietos le pedirán el vídeo para ver cómo fue su celebración. Y él les enseñará cómo se dirigió a la grada en gesto serio y pidió calma, contención y respeto hacia Eriksen. Un buen tipo.

Thomas Meunier

Ha llovido mucho desde el Mundial de Rusia, tanto como para que Roberto Martínez no se acordara del tremendo torneo que firmó Thomas Meunier en el carril derecho. Pero así es la vida. El seleccionador belga apostó en el debut de Bélgica por Thimoty Castagne, hasta que un castañazo terrible con un ruso pasado de vueltas (pleonasmo) obligó al defensa del Leicester a salir del terreno de juego con seis fracturas en el rostro. Curiosamente, el de Meunier no tardaría en iluminarse: gol nada más saltar al campo y asistencia antes de acabar el choque. Caradura.

Phil Foden

El nombrado Mejor Jugador Joven de la pasada Premier debutó en una Eurocopa con un buen partido. Salió a por todas y estrelló un balón al poste. Se entendió bien con el tipo que le birló la Champions hace algunas semanas, Mason Mount, y buscó siempre el desequilibrio, una de sus especialidades. Pero si por algo brilló el pupilo de Guardiola en Wembley fue por su peinado rubio platino, igual que el que Paul Gascoigne popularizó un cuarto de siglo antes en el mismo escenario (bueno, casi, en el Wembley antiguo) y en el mismo torneo, la Eurocopa, pero de 1996. Foden, por cierto, ni siquiera había nacido cuando ‘Gazza’ se inventó EL gol ante los escoceses.

David Alaba

El capitán de Austria enseñó al mundo lo que significa ser el portador de un brazalete. Aunque empezó en la retaguardia, en el centro de una defensa de tres, se fue hacia arriba cuando el partido pedía un aumento de revoluciones. Tanto es así que en una de sus excursiones por la banda izquierda, se sacó un centro que acabó en la cabeza de Gregoritsch para que este le diera la vuelta al marcador. Con el 1-3 definitivo, volvió a demostrar por qué es un líder. Al bueno de Arnautovic, de padre serbio, le dio por insultar a un jugador de Macedonia del Norte en su celebración y Alaba se fue disparado hacia él para cerrarle la boca y bajarle las pulsaciones.

Weghorst

Delantero. 28 años. Juega en el Wolfsburgo. 20 goles y nueve asistencias en la pasada Bundesliga. Nada mal. ¡No, hombre, no! ¡Nada mal, no! Que los números son casi calcados a los de Memphis Depay (20 goles y 12 asistencias, pero en la liga francesa) y parece que solo haya ojos para el ariete del Lyon, o para Wjinaldum, o para De Jong, y hasta para Dumfries, el carrilero diestro neerlandés, salvador ante Ucrania. Pero no nos desviemos: Weghorst sacó su fusil y marcó el segundo para los de Frank de Boer. Y desde aquí vamos a hacer todo lo posible para reivindicar su figura. Además: celebró el tanto imitando a una pantera o un león, vete tú a saber. Siempre a favor de las imitaciones animalescas (¿verdad, Leandro?).

Patrik Schick

38 millones de euros pagó la Roma por él en 2017, avalado por el gran Monchi, entonces director deportivo del conjunto de la capital de Italia. El checo más caro después de Nedved no tuvo un aterrizaje agradable en la ciudad eterna, pero todo cambió cuando Eusebio di Francesco lo hizo debutar en la Champions en la vuelta de cuartos ante el Barcelona. En aquel partido bajó todos los balones que le llegaban por arriba y fijó -y mareó- a Jordi Alba. El 3-0 final ya es historia, como lo fue su estreno en el torneo, con un golazo desde el centro del campo con un efecto endiablado. Y en Hampden Park, donde ‘Zizou’ bajó del cielo el mejor disparo de una final de la Liga de Campeones. No podía haber mejor escenario que este.

Robert Mak

Los números dirán que Polonia se estrelló en su debut porque sus tres pilares fallaron. El portero, Szczęsny, se marcó un gol en propia puerta. El único pivote defensivo que juega con el dorsal ’10’, Krychowiak, fue expulsado. Y el mejor delantero del mundo, Lewandowski, no disparó ni una vez a puerta. Por suerte, la estadística no lo explica todo. Para desgracia de Róbert Mak, el extremo izquierdo de Eslovaquia y una de las figuras del Ferencvaros húngaro, club al que el año pasado pudimos ver en la Liga de Campeones. Mak hizo una de las jugadas individuales de lo que llevamos del torneo. Doble regate en una baldosa, caño a Bereszynski, y disparo al palo de la portería polaca. El rebote impactó en Szczesny y se fue para dentro. En la segunda parte lanzó el saque de esquina que acabaría rematando a dentro el central Skriniar, solo que la asistencia fue prolongada de cabeza por Hamsik. Conclusión: gol y pase de gol para Mak que ninguna estadística oficial le reconoció. A muerte con él. Aunque seamos más de Android.

Pedri

En la vida más vale caer en gracia que ser gracioso. Y a Pedri, con ese nombre y esos orígenes, tan modestos, un bar en el centro de Tegueste regentado por sus padres, un peinado de los años 60 y la ternura del protagonista de Marcelino, pan y vino, dan ganas de apadrinarlo para que tus hijos escarmienten de una vez, que no se puede estar todo el día con el puto Tik-tok. Su timidez, además, tiene truco. Le permite brillar cuando se suelta y no molestar cuando pasa desapercibido. Hablar solo cuando es necesario. Sin dar la brasa. De menos a más. Chico inteligente.

Cristiano Ronaldo

Doblete en las postrimerías de un partido discreto. Pero qué dos goles. Como si sirviera de algo jugar bien. Con el primero, de penalti, se fue hasta el banderín para hacer su popular tornado en el aire. Acababa de desempatar con Platini como el futbolista con más goles de las Eurocopas. ¿Creéis que tendría controlado el dato? El segundo fue una doble pared con regate final al mítico Gulácsi. Cinco torneos marcando, desde 2004, que se dice pronto. El portugués sigue de dulce. Y sin necesidad de beber Coca-Cola.

Mats Hummels

“Yo el fútbol lo sufro”, dijo una vez Mascherano. No sabemos si a ese extremo llegó el central de Alemania, reclutado de nuevo por Joachim Löw, pero marcarte en propia puerta con 70 minutos de juego por delante y, sobre todo, con Kylian Mbappé delante con ganas de humillarte en carrera no parece el mejor plan para desconectar el fin de semana. Pero Hummels aguantó el chaparrón y hasta dejó una de las acciones defensivas más brillantes de la primera jornada, precisamente ante el atacante del PSG, cuando le negó el disparo a Neuer en el último instante. Saber sufrir, un arte incomprendido.

 


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Fotografías de Imago.