Inglaterra había llegado a esta Eurocopa con la impresión de que este año sí, este año por fin hay ciertos mimbres que la hacen candidata al título. Cuenta con una base joven, el cimiento es del Tottenham y unos veteranos que aportan esa experiencia fundamental. Pero esto es lo de siempre. Cuando se inicia un torneo así, los pross aspiran al título y conforme avanza la competición se diluyen cual aspirina. La Inglaterra de toda la vida, vaya.
Son ya muchas generaciones inglesas las que no han visto a su selección hacer un gran papel en un torneo. Tienen en Wayne Rooney al líder necesario para dar, por fin, un golpe sobre la mesa. Ya sea por seguir siendo su mejor jugador, o por llegar en una edad idónea. Aquel joven que saltó a la fama en la Eurocopa de Portugal ha evolucionado, es lógico, e incluso ahora ayuda a su país desde otra posición. Louis van Gaal comenzó a poner a Rooney en el centro del campo por urgencia. Al holandés no le quedaba otra, cada vez que miraba al banquillo y veía ahí a Fellaini, Carrick, Schweinsteiger o Ander Herrera. Unos no tenían la total confianza del técnico, y otros eran todo un drama para el centro del campo del United. Ahí es donde emerge la figura del medio.
En los últimos años el jugador de Liverpool ha ido perdiendo protagonismo en su club. La dinámica no es la idónea, la plantilla está descompensada y al final él es quien debe tirar del carro. Esta temporada sus registros goleadores han sido los más bajos de su carrera, está en clara regresión anotadora. Si bien es cierto que ahora juega varios metros más atrás, el Rooney goleador se ha ido reciclando. Incluso se le ha visto durante un gran tramo de la temporada bajo físicamente, como si el partido fuera a un ritmo al que no pudiera seguir.
Roy Hodgson apuesta por la misma fórmula. En una convocatoria donde han ido muchos delanteros, Rooney parte directamente como medio. A diferencia de lo que ocurre con el Manchester United, en la selección inglesa no parece que sea un método de urgencia. Ya están los Henderson, Dier, Alli, Wilshere, Barkley o Milner para dar solidez y creatividad al centro del campo. Por lo tanto, surge una pregunta, ¿Rooney es clave en el medio o es el único modo de darle protagonismo?
Hodgson: “Rooney siempre está disponible para sus compañeros y siempre da buenos consejos. Está en consonancia con lo que estamos tratando de hacer como selección y además, es un muy buen recurso a la hora de saber llevar a los jugadores” (UEFA.com)
El diez juega flanqueado por los dos medios del Tottenham: Eric Dier y Dele Alli. El primero aporta solidez y rigor táctico, mientras que Alli es un futbolista mucho más creativo en los metros finales. Rooney está a caballo entre el uno y el otro. No posee la templanza de Dier, pero se sabe desenvolver en posiciones más retrasadas, y tampoco tiene la imaginación de Alli, pero sí atesora calidad suficiente como para filtrar un buen balón.
Vamos a desgranar los aspectos y negativos de Rooney en esta posición:
POSITIVO
+ Rooney ante todo es un futbolista muy inteligente. Pese a no haber actuado de medio durante casi toda su carrera, sabe leer el juego y sobre todo posicionarse. Además, siempre ha destacado por ser un jugador con gran entrega y labores defensivas. Esas labores las realiza Dier, pero él suele acudir a la ayuda.
+ Un factor que le hace fundamental es que no arriesga. La gran mayoría de sus pases son al compañero más cercano, aunque suele combinarlos con algún envío largo a cualquiera de los dos laterales.
+ Su relevancia en el juego aumenta cuando Hodgson da entrada a más delanteros. Por ejemplo ante Gales, terminó el encuentro con Vardy, Sturridge y Rashford. Ahí es cuando crece su protagonismo y puede filtrar pases, gracias a la movilidad que ofrecen esos tres jugadores por todo el frente ofensivo.
+ Además, protege bien el balón con el cuerpo y sale airoso cuando le presionan. No se pone nervioso.
NEGATIVO
– Pese a comprender bien el juego, al jugador del United le falta la experiencia necesaria para una posición así. Denota cierto déficit en la toma de decisiones.
– Si bien es cierto que Rooney no se complica la vida, le cuesta mucho filtrar pases que superen líneas. Ahí reside su mayor carencia. El no arriesgar los pases juega a su favor, pero debería combinarlo con meter algún envío incisivo a los delanteros. Es por que eso que no resulta un jugador tan determinante como parece en esa posición.
– Como comentábamos antes, él siempre ha destacado por su entrega. Pero a veces confunde sacrificio con ímpetu. Ante Gales realizó una falta absurda que terminó siendo el gol de Gareth Bale, todavía la falta curtirse en esa faceta.
– El de Liverpool es un futbolista al que le gusta pisar área, durante toda su carrera se le han caído los goles, pero con este cambio de posición cada vez llega menos.