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Las carreteras secundarias del fútbol belga

Mientras su reluciente selección busca explotar de una vez por todas, Bélgica esconde un fútbol de estadios oxidados, hinchas dispersos y equipos en crisis

RC Malinas (Flandes)

A flamencos y valones les une una misma pasión por el fútbol. Durante el último lustro, el fotógrafo Jurgen Vantomme ha recorrido las carreteras secundarias del balompié belga para retratar bien de cerca qué sucede en sus arcenes. En su libro Offside, que se publicó el año pasado, se citan varios casos de equipos desastrosos, estadios imposibles y aficionados escasos. Este es el viaje que emprendió el autor a las antípodas del milagro, y que ya rescatamos en el #Panenka48, cuyo dossier central estaba destinado íntegramente a los reflejos de un país en clara erupción futbolística.

La galería de imágenes que sigue a continuación demuestra que el balón en Bélgica no solo pasa por las botas de los Hazard, De Bruyne, Lukaku o Witsel. Hay mucho más. Bajo la superficie de una de las mejores selecciones del planeta, que ahora tratará de reorientar su rumbo a partir de la libreta de Roberto Martínez, late el irresistible encanto de un fútbol oxidado y suburbial. Un fútbol al que no persiguen las cámaras -al menos la mayoría de ellas- ni las masas, pero que sin embargo está ahí, agazapado, esperando a ser encontrado. Para encuadrar el paisaje de la que hoy será rival de España, no vale con quedarse en la superficie. Toca bucear y topar contra el fondo.

 

*Todas las fotos que aparecen en este recopilatorio han salido de la cámara del fotógrafo Jurgen Vantomme.