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Recuerdos del Pequeño Maracaná

La de la temporada 90-91 fue la última Copa de Europa sin fase de grupos. Y terminó en las vitrinas del Pequeño Maracaná, feudo del Estrella Roja. Revivimos aquel viaje milagroso

Fue la última Copa de Europa sin fase de grupos. Fue la última Copa de Europa con un club de la Alemania Democrática, el Dynamo Dresden, y un club de la Alemania Federal, el Bayern de Múnich. Y terminó en las vitrinas del Rajko Mitić, pequeño Maracaná, feudo del Estrella Roja serbio, entonces todavía yugoslavo.“El mayor logro del fútbol yugoslavo se produjo meses antes de la desintegración del país”, relataba Álvaro Corazón Rural en un imperdible reportaje del #Panenka106, dedicado al triunfo del Crvena Zvezda en la Copa de Europa del curso 90-91. Su camino arrancó superando al Grasshopper helvético de Ottmar Hitzfeld, 5-2 en el global de la eliminatoria, en la ronda de dieciseisavos; en la que, como reflejo de una Copa de Europa que fue y que ya no será, también participaron equipos como el Dinamo Tirana albanés, el Kuusysi finés, el OB danés -rival del Madrid-, el Lillestrøm noruego, el Újpesti Dózsa húngaro, el KA islandés, el Union Luxemburg, el St Patrick’s Athletic irlandés, el Portadown norirlandés o el Valletta maltés.

Ya en octavos de final, el Estrella Roja de ‘Ljupko’ Petrović se cruzó con el Glasgow Rangers, que había ganado al citado Valletta. El partido de ida, jugado el 24 de octubre de 1990 sobre el césped del pequeño Maracaná, allanó el trayecto del conjunto de Belgrado. La victoria llegó de forma contundente y rápida: en el 8′ cayó el primer gol, obra de John Brown en propia puerta tras desviar un centro desde la derecha. Esa noche, jugaron Stevan Stojanović; Duško Radinović, Refik Šabanadžović, Miodrag Belodedici, ex del Valencia, el Villarreal y el Valladolid, Slobodan Marović, Ilija Najdosk, ex del Valladolid; Vladimir Jugović, ex del Atlético de Madrid, Robert Prosinečki, ex del Madrid, el Oviedo, el Barça y el Sevilla, Vlada Stošić, ex del Mallorca y el Betis; y Dragiša Binić, ex del Levante, y Darko Pančev, en una especie de 5-3-2, sin Siniša Mihajlović ni el lesionado Dejan Savićević. Savićević sería el ganador moral del Balón de Oro, que acabó en casa de Jean-Pierre Papin pese a los méritos del montenegrino.

 

Los jugadores del Estrella Roja no lucían sus nombres en la camiseta. Pero en el pequeño Maracaná nadie ha olvidado sus nombres

 

El 2-0 llegó en el 65′, con un bello chut de falta de Prosinečki que besó las mallas tras acariciar el palo derecho de Chris Woods. Melena rubia, su ‘7’ corrió disparado hacia la grada alzando primero un dedo y después los dos brazos. La grada humeaba, en un pequeño Maracaná de rojo ardiente, entre tanta bengala. Pančev, ex del Inter, redondeó la noche con el definitivo e ilusionante 3-0 en el 74′, al rematar un centro desde la banda derecha anticipándose a la zaga escocesa, según se ve en un resumen en YouTube. El vídeo empieza en los últimos segundos de la crónica del 9-1 del Real Madrid al Swarovski Tirol austríaco en el Bernabéu, con goles de Fernando Hierro, Miguel Tendillo, hat-trick de Emilio Butragueño y póquer de Hugo Sánchez: tras una voltereta del ‘9’ se ven dos vallas de Mahou y Expert. Y, encima, una bandera con una esvástica.

El partido de vuelta se disputó en Ibrox Park el 7 de noviembre, el mismo día que el Napoli de Diego Armando Maradona hincó la rodilla ante el Spartak de Moscú, a la vez villano del Madrid en cuartos de final. Un joven Aleksandr Mostovoi dejó en la cuneta al conjunto italiano al transformar el penalti definitivo de la tanda. En Glasgow, la eliminatoria acabó de quedar decidida, si es que había alguna duda, con un gol de Pančev (52′), ganador de la Bota de Oro de la 90-91. En la Copa de Europa acabó con cinco goles, solo por detrás de Papin, del OM, y Peter Pacult, del Swarovski Tirol, y empatado con Mo Johnston (Rangers), Hugo Sánchez y Sebastián Losada (Real Madrid), Philippe Vercruysse (OM) y Torsten Gütschow (Dynamo Dresden). Prosinečki, Butragueño y Rabah Madjer (Porto) terminaron con cuatro goles. En Glasgow, Ally McCoist anotó el definitivo 1-1 en el 76′.

 

“El Marakana estaba lleno. La celebración fue increíble. Hubo una invasión de campo, nos abrazaban y nos besaban y se llevaban trozos de césped. Los recuerdos de aquel partido todavía siguen vivos”

 

Justo después, el Estrella Roja derrotaría al Dynamo Dresden y al Bayern, con un 1-2 en Múnich, con goles de Pančev y Savićević, ante 25.000 yugoslavos, trabajadores emigrados en su mayoría, y 2-2 en Belgrado: Mihajlović adelantó al conjunto serbio y el Bayern remontó con goles de Klaus Augenthaler y Olaf Thon, pero un gol en propia puerta del mismo Augenthaler en el 90′ certificó el pase del Crvena Zvezda a la final. El club había recibido 300.000 peticiones de entradas, antes de ese duelo ante el Bayern. “El Marakana estaba lleno. La celebración fue increíble. Hubo una invasión de campo, nos abrazaban y nos besaban y se llevaban trozos de césped de recuerdo. Los recuerdos de aquel partido todavía siguen vivos, siguen emocionando”, aseguraba, en una entrevista en el #Panenka106, el citado Savićević, propietario de dos títulos de la Copa de Europa: la de 1994, con el Milan, siendo designado mejor jugador de la final contra el Barça, el Desastre de Atenas, y la del año 1991, con el Estrella Roja, ante el Olympique de Marsella, en el Stadio San Nicola de Bari. El duelo con el Marsella, también debutante en una final, terminó con el 0-0 y en los penaltis marcaron Prosinečki, Binić, Belodedici, Mihajlović y Pančev.

Los jugadores del Estrella Roja no lucían sus nombres en la camiseta. Pero en el pequeño Maracaná nadie ha olvidado sus nombres.

 


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Fotografía de Imago.