¿Qué es ser un buen entrenador? ¿Son los títulos un reflejo y consecuencia a la notable dirección técnica? Estas son las dos ideas que me vinieron a la mente nada más conocer la destitución de Mauricio Pochettino en el Tottenham. Mi opinión es la siguiente, identifico a un gran técnico como aquel que, en primer lugar, mantiene un legado y, en segundo lugar, como ese que hace mejores a sus futbolistas. Esas dos premisas las cumple Pochettino. Los títulos son la consecuencia del buen hacer y la recompensa en forma material, pero díganle al argentino que al no lograr un solo trofeo, en sus cinco años en Londres, se trata de un fracaso. Bueno, ya sabéis, habrá quien le tache de perdedor. Todo es cuestión de perspectiva y del listón que cada uno mantenga. El Tottenham no ha sido un club ganador precisamente, pero con Pochettino tuvieron cerca unos objetivos que antes tan solo eran una quimera, les hizo competir bajo un sello y eso perdurará digan lo que digan. Los recuerdos, como el sonido de los aplausos, perduran.
Vamos a centrarnos en la segunda cuestión que formulaba al principio, la de hacer mejores a sus jugadores. No solo es una cuestión de sensaciones o de números, la realidad es esa: Pochettino ha hecho mejores a la mayoría de los futbolistas que han estado a sus órdenes en el Tottenham. Pese a haber varios ejemplos, vamos a quedarnos con tres de ellos ya que son los más palpables. Para tratar esta cuestión nos acompañan el mismo número de amigos: Bruno Alemany, Tomàs Martínez y Miguel Quintana.
HEUNG-MIN SON
El futbolista surcoreano no llegó a Londres siendo un desconocido, ya había sido en el Hamburgo y el Bayer Leverkusen un futbolista capaz de muchas cosas. En el Tottenham no comenzó bien, no tuvo los minutos que tanto le hubiera gustado. Pero es a partir de su segundo curso cuando explota, las transiciones de la Premier son para él como cuchillo en la mantequilla. Ahí es donde entra el factor Pochettino, ha convertido a Son en un futbolista de auténtica élite. ¿En qué ha mejorado el extremo? Bruno Alemany destaca dos facetas de su juego. La primera es en la toma decisiones: “Pese a ser un tipo muy vertical, con un juego un poco alocado, elige las opciones adecuadas”.
Siendo un puñal por fuera, el surcoreano posee la capacidad de dañar al rival tanto con espacios como en un partido donde la defensa rival se cierra en bloque. Alemany señala que desde que llegara a Londres ha mejorado el timing de sus desmarques. Esta mejoría en la toma de decisiones y el timing de sus desmarques le convierten en lo que es, uno de los futbolistas más letales en transición, algo que ya ha demostrado en el contexto Premier y en Europa. No olvidemos que en la Champions League que los Spurs se meten en la final, posiblemente el futbolista más diferencial en aquel equipo fuera Son. Por delante de otros con más nombre.
CHRISTIAN ERIKSEN
El danés necesitaba salir de Ámsterdam, sentirse importante bajo el brazo de un técnico que apostara por él y le diera las llaves de un proyecto ambicioso. Así es cómo se cruzaron en el camino Eriksen y el entrenador de Santa Fe. Ante el miedo de que un jugador de su calidad y visión quedara en el olvido como otros tantos, Pochettino le dotó y armonizó de todo aquello que le pudiera hacer destacar. “La clave es cómo se le involucra en el circuito asociativo. Este tipo de jugadores evolucionan, van madurando pero necesitan sentirse importantes. Creo que con la circulación de balón, Pochettino lo ha conseguido con él. Eriksen necesitaba jugar a un ritmo bastante alto y además no olvidarse de la frontal del área”, afirma Miguel Quintana.
Aunque el danés ya era un jugador diferencial en la Eredivisie, una cosa es hacerlo en los Países Bajos y otra en la Premier. Quintana indica que cree que no había tantos entrenadores que pudiesen hacer lo que ha hecho Pochettino con el danés. “No era un jugador que tuviera que rendir sí o sí en el Tottenham y menos así. Si no llega a caer con el argentino, no se hubiera quedado en un Rafael van der Vaart pero sí en un futbolista no tan global. Ahora está listo para dar un siguiente paso, algo que sin Pochettino no se puede explicar”. ¿Hubiera funcionado el proyecto del argentino en Londres sin Eriksen? Posiblemente tampoco, ambos se necesitaban. Según Quintana, sin la presencia del danés los Spurs no habrían tenido esa figura capaz de acelerar las jugadas en el último tramo de campo.
HARRY KANE
Hablar de Pochettino y de su proyecto en el Tottenham es hablar de Kane. “Me parece que es un ejemplo claro de la gestión del técnico. Él ve potencial en un futbolista que hasta entonces había pasado relativamente desaparecido. Kane ya tendría madera de líder, pero lo convierte en un delantero que no solo marca goles, sino articula todo el juego ofensivo porque baja a combinar y es puro criterio”, señala Tomàs Martínez. Ahí están sus cifras en los últimos cursos en la Premier: 21, 25, 29, 30 y 17 goles. Todos ellos siendo la referencia ofensiva del argentino. Aunque Kane es quien finaliza todas las jugadas, para Tomàs Martínez se trata de la guinda de un trabajo coral porque “un delantero así surge cada muchos años y no hay demasiados mejores que él”.
En una situación ficticia, ¿qué hubiera sido de Pochettino sin Kane? “Sin duda el techo hubiese sido menor. Un tipo que te garantiza 20 goles por temporada formado en tu club es una rareza extraordinaria”. ¿Y que hubiera sido de Kane sin Pochettino? “Quizá hubiese tenido que recorrer un camino mucho más largo para llegar a un club top o la selección. Quizá el Tottenham hubiese seguido buscando perfiles más consolidados, como Soldado, y habría estado más tiempo en la sombra e incluso se habría tenido que buscar la vida en un equipo de un peldaño inferior”, concluye el periodista de MI.