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Juego en Arabia, ¿y qué?

Para sorpresa de algunos, después del terremoto del mercado de fichajes de hace un año, la liga saudí ha tenido peso en la Eurocopa. Varios de sus jugadores no faltaron a la cita. Y ninguno llegó tan lejos como Laporte

Arabia

Cuando Arabia empezó a seducir a jugadores como Cristiano o Benzema, la liga saudí se presentó como el destino ideal para retirarse. Bañados en oro, los jugadores que habían conquistado Europa ahora vivirían su última etapa futbolística en una tierra donde hay más dinero que personas. Aterrizaron también los Neymar, Mané, Mahrez… jugadores con suficiente caché para seguir en el Viejo Continente, pero con más ganas de facturar que de competir. Hasta ahí el paraíso saudí mantenía cierta lógica. Luego llegaron algunos traspasos más extraños. Jugadores jóvenes, con toda una carrera por delante, empezaron a elegir a los billetes por encima del fútbol. Decisión totalmente legítima, aunque curiosa. El gran ejemplo fue el celtista Gabri Veiga, que se incorporó al Al-Ahli a los 21 años. La sensación era que los futbolistas habían sucumbido a la tentación del dinero.

Y aunque Cristiano intentó dejarnos claro en la última Gala de Globe Soccer que “la liga de Arabia Saudí es mejor que la francesa”, las dudas sobre la competición no se han desvanecido durante este curso. De hecho, fijándonos en los datos, la IFFHS situaban en 2023 a la Saudi Pro League en la posición 33 del ranking (de un total de 100) de las mejores ligas del mundo. Y la gente de Opta la ha colocado este año en el número 26. Evidentemente, lejos de la Ligue 1, que se sitúa en el top 10 para ambas publicaciones.  Con la llegada del verano, el fin de la primera temporada en Arabia de este séquito de jugadores, tocaba hacer balance y ver hasta qué punto la competitividad de la liga saudí permitiría a sus protagonistas colarse en la Eurocopa.

Entonces salieron las prelistas y empezaron a llegar las sorpresas. Los entradores no tuvieron ningún reparo en llamar a filas a todos aquellos futbolistas en los que ya habían confiado, por mucho que ahora jugasen lejos de Europa. Esta fue la lista definitiva: Cristiano Ronaldo (39), Rúben Neves (27), N’Golo Kanté (33), Aymeric Laporte (30), Marcelo Brozovic (31), Aleksander Mitrovic (29), Sergej Milinkovic-Savic (29), Jack Hendry (29), Georginio Wijnaldum (33), Yannick Ferreria Carrasco (30), Nicolae Stanciu (31), Andrei Burca (31), Merih Demiral (26) y Solomon Kvirkvelia (32) sacaron sus billetes para Alemania. Con la confirmación de estas 14 convocatorias, la liga saudí se colocó como la 12ª liga con más jugadores del torneo (según datos de Statista). La primera liga no europea, de hecho, más representada en la Eurocopa (la segunda fue la MLS, que llevó un total de siete jugadores). Y aportando más futbolistas que la liga portuguesa (12).

 

Todos los jugadores de la liga saudí han tenido minutos en sus selecciones. De hecho, sólo tres han jugado menos de la mitad de los minutos que su selección ha disputado en el campeonato

 

El balón nunca miente, y cuando este empezó a rodar en la Euro, no hubo liga que importara. Todos los jugadores de la liga saudí han tenido minutos en sus selecciones. De hecho, sólo tres (Rúben Neves, Wijnaldum y Sergej Milinkovic-Savic) han jugado menos de la mitad de los minutos que su selección ha disputado en el campeonato. Casos como el de los rumanos Stanciu o Burca, que han jugado el 98% y 100% de los minutos, el del escocés Jack Hendry (100%), o los de N’Golo Kanté (90%) y Cristiano Ronaldo (95%) ejemplifican que ‘su retiro dorado’ no ha afectado para nada en su ascendencia en sus selecciones nacionales ni en la confianza de sus entrenadores.

A todo esto, hay que añadir que hasta 3 jugadores de la Saudi Pro League se colaron en las semifinales. Sólo llevaron más jugadores a los últimos compases de la Eurocopa, la Eredivisie (6), la Bundesliga (8), la Ligue 1 (10), la Serie A (10), La Liga (27) y la Premier League (39). Curiosamente, su único finalista fue campeón de Europa.

A PROPÓSITO DE LAPORTE

No hay nada más típico que empezar a hacer de entrenador cuando salen las prelistas de un torneo de selecciones. Una de las grandes sorpresas de la convocatoria de España fue Aymeric Laporte. Como todos los futbolistas que han jugado lejos de Europa, el central sufrió el escrutinio de aquellos que consideraban que su rendimiento lejos de los focos no le debería haber valido para ganarse el billete dorado.

Su año en el Al-Nassr, números en mano, habla de una temporada ciertamente regular con un total de 40 partidos y 3503 minutos disputados. De hecho, en el último lustro, sólo jugó más minutos en la temporada 2021-22, cuando sumó un total de 44 partidos y 3758 minutos con el Manchester City. ¿Suficientes para disputar una gran cita? Como siempre, eso sólo lo podía determinar el balón.

Llegó el primer partido y por lo tanto los primeros interrogantes. Unas molestias apartaron a Laporte del debut ante Croacia. Todos los que dudaban del estado de forma del central, que no disputaba un partido oficial desde el 23 de mayo (aunque jugó media hora en el amistoso del 6 de junio contra Irlanda del Norte), encontraron en esa baja el primer filón para apuntalar sus críticas. Luis de la Fuente salió al paso y declaró en rueda de prensa que el jugador tenía unas molestias, y que había decidido que no hacía falta asumir riesgos. La baja era simplemente por protección, aseguraba el técnico, y daba un toque al entorno: “A ver si salimos del debate Laporte. Está perfectamente. Ha llegado en el momento adecuado, cuando estaba previsto, cuando yo lo había acordado con él. Está entrenando motivado. Es un grandísimo jugador. Y para mí hoy es uno de los mejores jugadores en su puesto”.

 

Como todos los futbolistas que han jugado lejos de Europa, Laporte sufrió el escrutinio de aquellos que consideraban que su rendimiento lejos de los focos no le debería haber valido para ganarse un puesto en la selección

 

Dice el refrán que quien tiene un amigo tiene un tesoro, pero quien tiene la confianza de un entrenador realmente lo tiene todo. En la segunda jornada, y después de que España venciera con facilidad a Croacia, llegó el primer reto de ‘La Roja’ en la Eurocopa: enfrentarse a la vigente campeona, la selección italiana. Y en ese momento, De la Fuente demostró que para él no había dudas. Su central era Aymeric Laporte. Y así iba a ser en lo que restaba de torneo. Pocas cosas más claras ha habido en el once de España durante la Euro que ver a Laporte en el eje de la zaga.

Cuarto jugador del equipo con más minutos en el torneo (525’), sólo superado por Fabián Ruiz (543’), Marc Cucurella (546’) y Unai Simón (570’), el rendimiento de Laporte en la Eurocopa ha sido impecable. Podríamos recurrir a los datos, pero para hablar de defensas no hay nada mejor que medir la tranquilidad que generan en el césped. En ese sentido, las actuaciones de Aymeric han brillado precisamente por pasar desapercibidas. Como si de una red de seguridad se tratara, España ha podido atacar sin mirar a sus espaldas por la confianza que el jugador del Al-Nassr ha trasladado a sus compañeros. ¿El resultado de todo esto? Un campeonato europeo impoluto.

Y ya que estamos con dichas populares, el que ríe último ríe mejor, y eso lo ha tenido presente el central durante todo el torneo. Por eso, durante la celebración del título, decidió airear los trapos sucios de todos aquellos que dudaron de él. Eran las 1.21h  de la madrugada del 15 de julio, y Laporte lanzaba un tuit con tres pantallazos con artículos que le criticaban, amenizados con el copy: “El resto es historia”. Y razón no le falta: su actuación ya es historia de la selección española y hasta de la Saudi Pro League. Aunque el tuit podría haber sido otro: “Juego en Arabia, ¿y qué?”.

 

 


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Fotografía de Getty Images.