El estado federal alemán de Renania del Norte–Westfalia alberga una gran tradición futbolística. En ese estado federal que tras la Segunda Guerra Mundial fue ocupado por el ejército británico, hoy en día se encuentran equipos de primer nivel como el Colonia, el Borussia Dortmund, el Borussia Mönchengladbach, el Schalke 04 o el Bayer Leverkusen. También tenemos a los míticos Fortuna Düsseldorf, Bochum o el Arminia Bielefeld. Entre todo este entramado de clásicos equipos alemanes podemos encontrar el curioso caso del SC Paderborn 07. La ciudad de Paderborn se ubica en el nacimiento del río Pader, en la parte este del estado de Renania del Norte-Westfalia. Se trata de una humilde ciudad capital del distrito de Paderborn, sin llegar a los 140.000 habitantes. Pese a esto, Paderborn se codeó, no hace mucho, entre la élite futbolística alemana.
Gran parte de la vida moderna de este modesto club ha transcurrido en la tercera división del fútbol alemán junto con sus innumerables denominaciones. En la temporada 2004/05 consiguió su primer ascenso a la categoría de plata, donde pudo mantenerse durante tres temporadas hasta que volvió a consumarse la bajada de categoría. Pese a todo, al año siguiente regresó a la 2. Bundesliga donde se mantuvo hasta que, en la temporada 2013/14, hizo historia haciéndose con uno de los billetes que le otorgaban el derecho de jugar en Bundesliga. No duró mucho aquella bonita historia, pero lo importante es que se pudo escribir. Sin embargo, después de besar el cielo aquella temporada el club se encuentra en caída libre. Dos últimos puestos, con sus correspondientes descensos, mantienen al Paderborn en la tercera división alemana actualmente.
La 3. Liga, denominación que recibe la tercera división del fútbol alemán, ha sido la división donde más temporadas ha militado el conjunto de Renania del Norte-Westfalia. Sin embargo, el nivel actual de su plantilla no se debería corresponder con esa categoría. La negativa dinámica que atraviesa tras su descenso de la Bundesliga se ha prolongado en el tiempo hasta dejar al equipo, en estos momentos, en puestos de descenso a cuarta división. Desde la temporada 1988/89 hasta día de hoy, el Paderborn 07 solo ha estado en una ocasión en la cuarta división, en la temporada 2000/01. De no reaccionar a tiempo, las páginas escritas con letras doradas en la historia de este humilde club se pueden tornar en un color demasiado oscuro. El conjunto alemán no ha sabido gestionar correctamente su gran gesta y ahora parece sucumbir al fracaso de su éxito.
Una positiva progresión
El nombre del equipo de fútbol de la ciudad de Paderborn era ya sonado en la sociedad alemana antes de que el conjunto alemán comenzara a codearse con la nobleza del fútbol nacional. Desgraciadamente, esto no se debía a un tema deportivo, sino a la mayor mancha negra que se ha cernido sobre el fútbol alemán en los últimos 30 años. El encuentro de DFB Pokal que el Paderborn remontó al Hamburgo en el año 2004 fue la gota que colmó el vaso y destapó toda una trama de compra de árbitros, jugadores y técnicos en favor de una casa de apuestas dirigidas por varios hermanos de origen croata.
Alejándonos de los asuntos turbios, en la temporada 2008/09 el Paderborn cuaja una excelente temporada y consigue subir a la 2. Bundesliga. Pavel Dotchev fue el técnico que obró el ansiado ascenso. Pese a que el club, haciendo gala de muy poca paciencia, decidió destituir al entrenador búlgaro por una dura derrota que lo sacó de los puestos nobles, el mérito del posterior ascenso del Paderborn fue en su totalidad para Dotchev. André Schubert, que en esos momentos se hacía cargo del segundo equipo del Paderborn asumió el cargo durante las dos jornadas que restaban y la ronda de Play-Off de ascenso. Schubert tuvo un estreno impoluto donde, en cuatro partidos, su equipo consiguió anotar 11 goles y no encajar ninguno.
La segunda vez que el club regresaba a la 2. Bundesliga comenzó con algunos resultados negativos que luego se corrigieron para mantenerse, durante casi toda la campaña, en posiciones tranquilas. El 4-4-2 del ascenso se mantuvo inamovible. Schubert solo variaba la formación del centro del campo en determinadas situaciones. La quinta plaza conseguida aumentó el optimismo del equipo. La siguiente temporada, la 2010/11, el Paderborn tuvo que demostrar que sabía sufrir. Tocaba confirmar el asentamiento a una categoría tan competitiva como la 2. Bundesliga. La irregularidad en los resultados unida a algunas variaciones tácticas de Schubert que no resultaron positivas fueron las principales causas del bajón competitivo del equipo con respecto a la campaña anterior. El equipo se sentía más cómodo con un centro del campo formado por dos pivotes que otorgaran mayor equilibrio defensivo. Pese a todo, el Paderborn mantuvo siempre una distancia suficiente respecto a las posiciones peligrosas de la tabla.
La temporada 2011/12 estuvo marcada por un gran cambio. André Schubert abandonó el Paderborn después de un ascenso y haberlo mantenido en la 2. Bundesliga durante dos temporadas consecutivas. En su lugar, Roger Schmidt llegó al banquillo del conjunto de Renania del Norte-Westfalia. El técnico de Kierspe introdujo su forma de entender el juego a sus jugadores y estos se adaptaron perfectamente. De nuevo, el Paderborn estuvo al borde de entrar en las posiciones nobles de la tabla y acabó en la quinta posición. La temporada 2012/13 comenzó con un nuevo cambio de técnico por la marcha de Schmidt al Red Bull Salzburgo. Stephan Schmidt llegó con la experiencia de haber entrenado solo a equipos filiales. De nuevo, el equipo volvió a presentar un bajón competitivo, nada favorecido por la poca continuidad de sus entrenadores. Stephan Schmidt no finalizó la temporada y René Müller asumió el cargo hasta el final de una temporada donde el Paderborn clasificó en duodécimo lugar.
La temporada 2013/2014 será recordada por muchos años en la ciudad de Paderborn. André Breitenreiter fue el elegido para dirigir al conjunto alemán una campaña más en la 2. Bundesliga. El equipo comenzó mal la temporada, luchando por escapar de posiciones de descenso. Pero a partir de la jornada 10, el Paderborn ofreció otra cara. Abandonando su irregularidad y cediendo escasas derrotas en contra. De este modo, el Paderborn escribía, con letras de oro, un nuevo capítulo en su historia. La temporada 2014/15 jugaría en la máxima categoría del fútbol alemán tras finalizar en segundo lugar en la 2. Bundesliga. André Breitenreiter continuó en el banquillo y tuvo en honor de dirigir al equipo en Bundesliga. El comienzo de temporada mantuvo al Paderborn en una nube. Una peligrosa nube que cuando se deshizo precipitó al equipo hacía el vacío de forma estrepitosa. Los de Breitenreiter se mantuvieron invictos durante sus primeras cuatro jornadas y hasta lograron dormir una semana como líderes de la Bundesliga. Desde ese liderato en la segunda jornada, el equipo se fue precipitando paulatinamente hasta que en la penúltima jornada del campeonato tocó fondo. El sueño que el Paderborn había estado persiguiendo durante varias temporadas en la división de plata del fútbol alemán e esfumó en 34 partidos, Sin embargo, lo peor aún estaba por llegar.
Caída libre
Un equipo poco experimentado en la cota más alta del fútbol alemán y con escaso poder económico poco pudo hacer en una categoría que le vino algo grande. La 2. Bundesliga parecía ajustarse a los niveles de competencia asumibles por el Paderborn. André Breitenreiter abandonó el club tras el descenso y Markus Gellhaus le sustituyó para la nueva aventura en la 2. Bundesliga. La nefasta gestión del equipo, tanto por la directiva como por el cuerpo técnico, dio lugar a una mala racha de resultados y a una gran desubicación de una plantilla que hace una campaña se codeaba con los mejores equipos alemanes y ahora no podía escapar del descenso. Esto desencadenó la temprana destitución de Markus Gellhaus. Stefan Effenberg se hizo cargo de un equipo que apenas deba señales de vida. Sin embargo, desde su llegada hasta su posterior destitución, el técnico alemán no consiguió ninguna victoria con el Paderborn. René Müller volvió a actuar de apagafuegos y asumió el cargo hasta el final de la temporada, sin lograr que el equipo escapara de las posiciones de descenso. El desastre era mayúsculo. Dos descensos consecutivos que colocaron al Paderborn en la tercera división del fútbol alemán.
La temporada en la 3. Liga comenzó con René Müller en el banquillo del Paderborn y con resultados irregulares en las nueve primeras jornadas. A partir de la décima jornada del curso, el equipo entró en una dinámica de malos resultados que lo llevaron a ocupar los puestos de descenso en la decimosexta jornada y acabó con la etapa de Müller en el equipo. Stefan Emmerling, actual entrenador del equipo, llegó para sustituir al que había sido el apagafuegos del equipo en las últimas temporadas. Su figura se puede comparar con la de Salvador González “Voro” en el Valencia Club de Fútbol. El equipo pareció mejorar con este cambio, incluso consiguió escapar de los puestos de descenso. Sin embargo, las cuatro últimas jornadas disputadas se han resuelto con cuatro derrotas consecutivas para el Paderborn, lo que ha dejado al equipo de Emmerling en el penúltimo puesto de la tabla.
El Paderborn 07 no es un histórico club de la competición alemana. Es el claro ejemplo de la dificultad de gestionar el éxito y de la importancia de poder sobrellevar el peso de haber escrito las líneas más doradas de la historia de un club. Llegar a la Bundesliga fue el mayor logro que el pequeño club de Renania del Norte–Westfalia ha conseguido. La cuestionable gestión económica y algunas decisiones rigurosas de los mandatarios facilitaron la posterior caída libre del Paderborn tras tocar el cielo. Se trata de un nuevo caso de ese mal endémico que sufren algunos clubes humildes que fracasan y tocan fondo tras haber conseguido su mayor éxito.