Gonçalo Guedes (Benavente, 1996) dejó este pasado verano el Valencia para dar un paso más en su carrera y poder cumplir el sueño de muchos futbolistas, que es jugar en la Premier League. Su fichaje por el Wolverhampton Wanderers no supuso ninguna sorpresa para los aficionados ‘ches’, que eran conscientes que su estrella estaba lista para nuevas cotas. El conjunto inglés pagó al Valencia una cifra cercana a los 33 millones de euros sin contar las posibles variables. El equipo al que llegaba el extremo portugués parecía el contexto perfecto, ya que es un conjunto lleno de jugadores lusos, con un entrenador que ya tuvo en el Benfica (Bruno Lage) y con uno de los dueños (Jorge Mendes) que a día de hoy sigue siendo su agente. Estos elementos eran perfectos para que pudiera exportar a la liga inglesa todo lo que había demostrado en la Liga y que le había situado como uno de los extremos más peligrosos y dañinos de toda la competición. Pero la llegada a las West Midlands fue todo lo contrario a lo que esperaba. Se encontró un equipo completamente distinto al de la temporada anterior, en el que nada funcionaba, y que en unas pocas jornadas ya comenzó a luchar por no bajar de categoría. Empezó siendo titular, pero tuvo un rendimiento tan pobre que a los cinco partidos ya fue relegado a la suplencia. Con el cambio de entrenador y la llegada del español Julen Lopetegui se la abría la posibilidad de justificar el coste de su traspaso y su valía, ya que el técnico vasco le quiso fichar para el Sevilla hace unas temporadas, pero la cosa no mejoró. Logró abrir su cuenta goleadora, pero sus actuaciones siguieron siendo pésimas para un jugador de su calibre. ¿Cómo pudo acabar así un atacante que el año anterior había logrado anotar 13 goles y repartir seis asistencias?
Guedes debutó con el Benfica a los 17 años, siendo el séptimo jugador más joven en estrenarse con el club lisboeta. Se quedó con el equipo del águila dos temporadas más, siendo una pieza fija del equipo que conquistó dos ligas portuguesas consecutivas. Con solo 20 años, uno de los gigantes europeos en crecimiento, el PSG, le fichó por 30 millones de euros. No logró ganarse un puesto en los cinco primeros meses en París y fue cedido al Valencia para que se fogueara y recuperara confianza. Durante su estancia en el equipo español, mostró su mejor versión y se convirtió en uno de los extremos más desequilibrantes de la competición. Tal fue su impacto en el equipo que el conjunto de Marcelino lo compró al equipo parisino pagando una cantidad récord: los 40 millones que costó Guedes le convirtieron en el fichaje más caro en la historia del club. Se quedó en la ciudad del Turia durante cuatro años más en los que logró clasificar al equipo para la Champions League y también le ayudó a obtener una Copa del Rey, hito histórico para el club, que no obtenía un trofeo desde el año 2008. Con todo eso, dejó un legado imborrable tanto en la entidad como en la afición y eso le hizo querer ir un paso más allá y fichar por un conjunto de la Premier.
Tras la llegada de Lopetegui a los ‘Wolves’, las actuaciones de Guedes siguieron siendo pésimas. ¿Cómo pudo acabar así un atacante que el año anterior había logrado anotar 13 goles y repartir seis asistencias?
La llegada de Guedes a la Premier League es similar a la historia de Ícaro, y es que ambos quisieron volar demasiado cerca del sol y acabaron cayendo al mar y muriendo. En el caso de Guedes quiso probarse en la liga más competitiva del mundo y se acabó dando cuenta que todavía no estaba preparado para competir a ese nivel o quizás no era el momento idóneo para intentarlo. No sería el primer caso de jugador que ficha por un equipo inglés y que está llamado a ser una estrella en su club y que necesita un tiempo de adaptación. El caso de Jack Grealish el año pasado fue más llamativo incluso que el de Guedes, ya que el Manchester City pagó una cifra de 100 millones de libras. Guedes ha tenido que salir cedido al Benfica para poder ganar de nuevo confianza y no acabar la temporada sentado en un banquillo perdiendo valor y viendo como su salud mental y su confianza va menguando con el paso del tiempo. Veremos si una vuelta a los orígenes, a casa, al club que le vio madurar y que le dio la oportunidad de ser un futbolista de elite, le ayuda a recuperar el buen nivel que mostró en la liga española y que le ayudó a ir convocado con Portugal al Mundial de 2018.
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Fotografía de Getty Images.