PUBLICIDAD

Caliente como el fuego, frío como Litmanen

El finlandés fue pieza clave en uno de los mejores Ajax de la historia. En el curso 94-95, ganaron la Champions, la Supercopa y la Eredivisie sin perder ni un partido

En 1996 nació el fenómeno Backstreet Boys con el lanzamiento de su primer álbum. La imagen del grupo musical formado por cinco jóvenes estadounidenses con aspecto desenfadado, ocupó las portadas de todas las libretas de los adolescentes en los institutos de medio mundo. Vendieron más de 120 millones de copias y pusieron patas arriba cada ciudad en la que actuaron. Eran los líderes indiscutibles del movimiento boy-bands que vivió su apogeo en la década de los 90. En aquella época, solo había otro grupo capaz de hacerles sombra: el Ajax de Van Gaal. Nació un poco antes, en 1991, y explotó en la temporada 94-95. También estaba repleto de chavales desacomplejados, que no sabían cantar –al menos eso creemos–, pero que jugaban al fútbol como nadie. Tampoco aparecían en la primera página de la Súper Pop, pero el nombre de cada uno de sus futbolistas sí estaba anotado en las carpetas de los directores deportivos de todos los grandes clubes europeos.

El de Jari Litmanen seguramente estaba señalado con subrayador fluorescente. El jugador finlandés llevaba el fútbol en la sangre. Su padre jugó para el FC Reipas Lahti y llegó hasta la selección. Su madre también defendió la camiseta del equipo femenino del Reipas. Así que, como no podía ser de otra forma, Jari siguió el camino de sus progenitores y con tan solo 16 años ya estaba debutando como profesional en el mismo club. Después de cuatro temporadas, en 1991 fichó por el Helsingin Jalkapalloklubi, el equipo más importante del país. Allí ganó la Copa finlandesa con una actuación sublime y gol en la final incluido. Aquel día, en la grada del Estadio Olímpico de Helsinki, estuvo presente un miembro del cuerpo técnico del Ajax. Quedó prendado por la plasticidad de un joven futbolista con rostro serio y aspecto frío, pero que ejecutaba cada acción con la malicia de los mejores atacantes del mundo. Lo veían como el reemplazo perfecto para la estrella Dennis Bergkamp, que ya empezaba a amagar con su salida del club neerlandés.

Aunque Barça, Manchester United y PSV también quisieron ficharle, Litmanen acabó uniéndose al club de Ámsterdam. En su primera temporada jugó relativamente poco, pero cuando se consumó la marcha de Bergkamp al Inter, pasó a ocupar un papel preponderante dentro del engranaje perfecto de Louis van Gaal. Heredó el ’10’ y se movía como pez en el agua entre las líneas defensivas rivales. Sin ser un delantero al uso, acabó como máximo goleador de la Eredivisie 93-94 con 26 tantos. Ganaron aquella liga y lo nombraron futbolista del año en los Países Bajos. Parecía imposible mejorar lo que ya estaban haciendo, pero la explosión definitiva llegaría en la temporada siguiente, la 94-95. El dominio abrumador con el que el Ajax actuaba en el campeonato local se propagaría a toda Europa.

 

Jari Litmanen marcó 17 tantos en una liga en la que un tal Ronaldo fue el máximo realizador. Y el Ajax levantó la Eredivisie sin perder ni un solo partido

 

Se trataba de un equipo avanzado a su época, que desplegaba un fútbol total mezclando el físico para soportar 90 minutos presionado, con la técnica y la movilidad necesaria para que el balón volara de un lado a otro sin que sus rivales pudieran percatarse. En sus filas se reunían una serie de jugadores jóvenes con un talento superlativo: Van der Saar, Davids, Seedorf, Kluivert, Finidi, Overmars o el propio Litmanen. Los únicos veteranos de la plantilla eran Rijkaard y Blind, el resto tenía una media de 23 años. Precisamente ese es el tiempo que había pasado desde que el Ajax ganó su última Copa de Europa en 1972.

En la ya rebautizada Champions League, el joven jugador finlandés brilló y se mostró como uno de los mejores futbolistas del continente. Anotó seis goles en la competición 94-95, algunos de ellos tan importantes como el doblete que le hizo al Bayern en el partido de vuelta de semifinales. Después del empate a cero de la ida, el Ajax goleó 5-2 a los alemanes y refrendó que estaba preparado para llevarse la segunda ‘Orejona’ de su historia. El rival en la final disputada en Viena era el gran AC Milan. Entrenado ya por Fabio Capello, mantenía todavía el bloque de futbolistas de la generación dorada de Sacchi. Ambos equipos ya se habían visto las caras en fase de grupos, donde el Ajax venció a los italianos en los dos duelos y Litmanen destacó anotando un gol en cada encuentro. El protagonista de la final sería un chico de 19 años llamado Patrick Kluivert. Él fue el autor del único gol del partido y elevó al fútbol neerlandés a unos niveles similares a los de la época de Cruyff en los años 70.

La temporada de Litmanen fue brillante, y no solo por haberse convertido en el primer jugador de la historia de Finlandia en ganar una Champions League, sino por el peso que tuvo dentro del equipo en todas competiciones. En la final de la Supercopa ante el Feyenoord anotó un gol en la victoria por 3-0 de su equipo. Marcó 17 tantos en una liga en la que un tal Ronaldo fue el máximo realizador. Levantaron la Eredivisie sin perder ni un solo partido. Y es que desde el inicio de la campaña 94-95, hasta mediados de la 95-96, el conjunto ‘ajacied’ estuvo invicto durante 75 encuentros entre todas las competiciones. Revolucionaron el fútbol en la década de los 90 e hicieron frente al fenómeno fan desatado por los Backstreet Boys. Y todo eso sin saber cantar.