PUBLICIDAD

Porque la pelota, amigo, no se mancha

Los meses de este año se nos acumularán en la memoria como un montón de piezas pendientes de encajar. Este es el editorial del #Panenka102

Así empieza el #Panenka102, nuestro nuevo número, que está disponible aquí


 

Predijo Andy Warhol en una de sus frases más recordadas, allá por los 60, que en el futuro todos seríamos mundialmente famosos durante 15 minutos. Medio siglo después, el bueno de Andy, gurú de la modernidad, no daría abasto. Hoy todos tenemos una historia que contar. Hoy todos podemos contar una historia. Pero, principalmente, hoy todos formamos parte de una historia. Y tú, ¿qué hacías en 2020?

Los meses que van desde marzo hasta diciembre se nos acumularán en la memoria como un montón de piezas pendientes de encajar. Para resolver el entuerto mental, nos apoyaremos en el relato de la gente con la que reharemos las viejas rutinas, como el vecino de localidad en el estadio, ese al que solíamos saludar con un tímido intercambio de miradas y al que pronto le podremos formular dos preguntas insípidas que se han cargado de valor. ¿Qué tal? ¿Todo bien? Y dirá que sí. O quizá menee la cabeza, como dudando, resople y calle. Hasta puede que rompa el hielo. Entonces nos hablará de su pareja, que trabaja en un hospital. O de la abuela que se fue. Quizá nos contará que anda buscando trabajo. O que ha guardado en un cajón la mascarilla con los colores del equipo. De recuerdo… ¡como si alguien fuera a olvidarse de 2020! Sonreiremos, y su historia será la nuestra. Porque lo único bueno de este año nefasto es que ya nada nos es ajeno. Somos el portero que ve a su delantero mandar fuera un penalti, pero también el centrocampista que se ha llevado una buena patada y necesita que alguien le ayude a levantarse.

Buen intento, Andy. Pero 15 minutos no serán suficientes cuando alguien, algún día, en algún lugar, nos pregunte qué pasó ese año. Siéntate, chaval, porque te narraré la primavera mezclada con el invierno; nuestras desgracias, con las de los demás. Y te confesaré que sí, que hasta aceptamos que el fútbol era lo de menos. Pero también que no podíamos vivir sin él. Porque cuando se murió el Diego, en la tristeza, entendimos que 2020 podía con todo menos con la pelota. Porque la pelota, amigo, no se mancha.

 


SUSCRÍBETE A LA REVISTA PANENKA


Fotografía de Getty Images.