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Francesc Orella: “Maradona quería irse y Núñez que se fuera, fue recíproco”

En la serie de Maradona, el actor catalán interpreta a Josep Lluís Núñez, un presidente superado por la extravagancia del entonces mejor jugador del mundo

Comienzo a ver el biopic del ‘Pelusa’ y el televisor me avisa de lo que trae consigo la serie; violencia, desnudez, drogas, alcohol, sexo y todos aquellos ingredientes que construyen las historias tóxicas. Me parecen razonables, pues cuadran con la vida -y la muerte- de Maradona, un futbolista excesivo, tanto dentro como fuera del terreno de juego. El ‘fuera’ es el punto fuerte de la serie que codirigen Alejandro Aimetta, Roger Gual y Edoardo de Angelis, un tridente de directores que asumió el reto de representar la vida de Dios. Maradona: sueño bendito es ‘La Pasión’ del fútbol, la reproducción cinematográfica de una divinidad que cambió el fútbol a pesar de caminar de la mano del diablo. Se encuentra en Prime Video y en el recuerdo de aquellos que lo vieron. Esto es para ellos y también para las nuevas generaciones, pendientes de descubrir, al detalle, quién fue Diego Armando Maradona. Fueron muchos los que lo trataron y pocos los que lo aguantaron. En especial Josep Lluís Núñez, que lo trajo a Barcelona para después entregárselo al Napoli tras una relación conflictiva. Barcelona, sin Diego, respiró. ¿Por qué? Se lo pregunto a Francesc Orella (Barcelona, 1957), el actor que se ha metido en la piel del president.

¿Cómo se te presentó la oportunidad de interpretar a Núñez?

Ya conocía a Roger Gual, uno de los directores de la serie, concretamente de los capítulos que se centran en la etapa de Maradona en el Barça. Imagino que pensó en mí aprovechando que Merlí, la serie que protagonicé hace unos años en TV3, lo petó en Argentina. Era un factor importante a tener en cuenta. La propuesta cuajó de maravilla, enseguida se mostraron interesados.

¿Te veías en el papel?

La verdad es que no. Al principio me cogió por sorpresa, ni siquiera me veía en el aspecto físico. Núñez era un reto por el hecho de desmarcarme de la parodia que siempre lo persiguió. ¿Quién no recuerda las imitaciones de Alfonso Arús o Carlos Latre? Lo difícil, para mí, era abordar el personaje de una forma seria, realista. Obviamente también necesitaba esas pinceladas cómicas, porque Núñez era un personaje un poco cómico en sí mismo, aunque él no lo quisiera. Hablaba como hablaba, tenía los tics que tenía, decía lo que decía. Si quieres ser él, tienes que apropiarte de algunas de esas cosas. Pero, insisto, sin caer en la parodia. Roger estuvo muy al loro con eso, pendiente de no pasarnos de la raya.

¿Cómo has vivido el proceso de aprendizaje del personaje?

No ha sido sencillo, aunque me lo he pasado genial. El personaje de Núñez es muy fuerte. He interpretado a muchos personajes reales cómo Arias Navarro, Rodríguez Galindo o el General Joan Prim, pero con estos me las apañaba con mi voz. Con Núñez la he tenido que adaptar, hablando en castellano con acento catalán, midiendo la voz, el acento, los tics faciales y diciendo algunas de sus frases míticas que se incluyeron, dosificadamente, en los diálogos. Hubo un gran trabajo por parte de la gente de maquillaje y caracterización, que por algo hacen el trabajo que tienen que hacer.

¿Hubo modificaciones respecto al guion original?

Sí. Piensa que el guion lo escribieron en Argentina. Allí no conocen la figura de Núñez tan bien como la conocemos en Catalunya. Tuvimos que adaptarlo e incluso, como dices, cambiar algunos detalles del guion. Estuvimos muy bien asesorados por Domènec García, periodista deportivo de toda la vida, conocedor -y amigo- de Núñez. Con él conseguimos mejorar al personaje para que fuera más creíble, más fiel a la realidad.

¿Como aficionado, qué recuerdo tienes de la figura de Núñez?

Lo recuerdo como un presidente polémico, por lo que decía, por lo que hacía, por la relación que tenía con los jugadores. Imprimió un estilo. Su condición de empresario influyó en la manera de dirigir al club, como un hombre de negocios, un terreno en el que era implacable. Sin embargo, otras veces se le veía sufrir y llorar con facilidad, con esa sensibilidad que tanto lo caracterizaba. Era un personaje muy contradictorio. Con los jugadores era de una manera y ante la prensa o en el palco del Camp Nou, de otra muy distinta. Núñez tenía todas estas facetas que hacían de él un personaje muy curioso, además de tener unas características físicas que lo hacían humorístico.

 

“El paso de Maradona por el Barça no dejó un buen sabor de boca. Y el culpable no sólo fue el jugador, también el presidente, por su forma de ser”

 

¿Hay algún presidente actual que te resulte parecido, por su estilo?

No sabría con quién compararlo. Puedes encontrar un símil con Florentino por el hecho de armar un club en el presidencialismo, pero también con Laporta, que también es un presidente imponente, aunque con otro estilo. En el Barça ha habido presidentes muy diferentes. No soy un experto en fútbol, ni en el negocio del fútbol, pero sí me hago a la idea de lo que se necesita para dirigir a un club como el Barça. En mi opinión, Núñez llevaba al Barça como Pujol llevaba Catalunya, era algo parecido. Era un constructor exitoso, que subió como subió, y eso le hizo sentirse muy fuerte.

¿Su mandato qué significó para el Barça?

Hizo grande al club económicamente, eso es indiscutible. Lo engrandeció en ese aspecto durante los 22 años que estuvo. Aunque también hay que reconocer que tuvo algunos errores de gestión del club, también en el terreno deportivo. Por ahí han pasado todos. No ha habido nunca un presidente culé especialmente redondo o ejemplar. Fichó a grandes jugadores, Maradona no fue el único. Lástima que no pudimos disfrutar de él, pues tuvo problemas y una mala relación con Núñez. Su paso por el Barça no dejó un buen sabor de boca. Y el culpable no sólo fue el jugador, también el presidente, por su forma de ser.

¿Crees que es fidedigna la radiografía que se hace de Núñez en la serie?

Creo que sí, y eso que la serie no se centra exhaustivamente en él. Digamos que es un personaje episódico, como muchos otros que aparecen; los dirigentes del Nápoles, de la selección argentina, Menotti, Schuster, Coppola, Cyterszpiler, etc. Eso no quita que no sea un personaje importantísimo en los capítulos que aparece, pues es el presidente del Barça que ficha a Maradona, el mejor jugador del mundo, y el que tiene que lidiar con él. Obviamente no se explica a fondo quién fue Núñez, no entran en su vida privada, aunque hay una escena en la que cenan juntos en su casa. En definitiva, lo que se ve es una aproximación, un retrato a medias. Habrá gente que le haya gustado más o menos, eso es muy subjetivo.

¿Lo de la cena en casa del presidente ocurrió realmente?

Pues no lo sé, pero es muy posible que Núñez hubiera invitado a Maradona a su casa, tal y como se ve en la serie. Igual que Núñez estuvo invitado, una vez, en casa de Maradona y acabó saliendo por patas. Él y su esposa, Maria Lluisa, vieron el percal que había y se fueron enseguida.

¿Fue Maradona el jugador con el que Núñez tuvo más problemas?

No lo sé, tuvo problemas con muchos. En el caso de Maradona, a veces se generaliza por el hecho de que fuera sudamericano. Hay una frase que suelta Núñez a Nicolau Casaus en el guion, mientras observan a Maradona y todo su clan llegando al aeropuerto de El Prat, que dice: ‘estos sudamericanos aún están por civilizar’. Núñez tenía ese tipo de reacciones, decía cosas así. Pero el problema, en definitiva, era que no tragaba bien el estilo de vida de Maradona, que siempre estaba de juerga. Llegó muy joven y empezó, en Barcelona, un estilo de vida complicado. Hacía lo que quería y llevaba fatal lo de madrugar para ir a los entrenamientos. Tenían formas de ser opuestas, la relación fue conflictiva en muchos puntos de vista.

 

“La figura futbolística nadie la discute, era un genio en el campo. Hacía cosas que te dejaban con la boca abierta. Pero es cierto que, en Barcelona, la sensación fue agridulce por haberlo disfrutado poquito”

 

¿Crees que, con otro tipo de presidente, Maradona se hubiera quedado en el Barça?

Creo que la mala relación entre Maradona y Núñez fue determinante en la marcha del argentino, esa es mi impresión. De hecho, Maradona quería irse y Núñez que se fuera, fue recíproco. Núñez perdió la paciencia con Maradona, por todos los episodios que ya conocemos, pero el jugador también alimentó el distanciamiento con el presidente. La relación se fue complicando de manera progresiva, también con Cyterspiler, el manager. La gente de Maradona nunca entendió la postura de Núñez, siempre enfadado por algo. No soportaba las fiestas nocturnas del jugador, tampoco su carácter rebelde. En la serie se ve cómo Maradona puso al presidente entre la espada y la pared en un avión, negado a viajar si sus compañeros no cobraban la misma prima que él. Más tarde se produjeron los incidentes violentos con el Athletic, más descubrimientos nocturnos, etc. Hasta que Núñez dijo basta. Se cuadró y decidió prescindir de él, ya no le salía a cuenta.

¿La serie te ha aclarado cosas sobre Maradona?

Sí, la serie revela mucho sobre el personaje. Está muy bien parida, muy documentada. Me he hecho a la idea de quién era Maradona realmente, de dónde venía y de la manera tan triste cómo terminó. El producto puede gustar más o menos, pero es muy fiel a la realidad que vivió Maradona. A mí, en concreto, me ha ayudado a conocerlo más. Haber intervenido en algunos capítulos me ha ayudado a entender muchas interioridades, especialmente las que ocurrieron durante su etapa en Barcelona.

¿Qué recuerdo crees que tienen los culés de Maradona?

Creo que la figura futbolística nadie la discute, era un puto genio en el campo. Hacía cosas que te dejaban con la boca abierta. Pero es cierto que la sensación fue agridulce por haberlo disfrutado poquito. Tuvo mala leche la cosa. Donde explotó realmente fue en Nápoles. En el Barça nos dio momentos y partidos de gloria, jugadas y goles inolvidables, pero fueron pocos. Es una lástima, una espina que queda. No lo pudimos disfrutar como hemos disfrutado de Messi o Ronaldinho. Quizás si no hubiera pasado por la lesión y la hepatitis hubiera podido explotar, logrando un resultado futbolístico a su altura. De ser así, Núñez se hubiera tenido que aguantar, intentando mantener una relación cordial. Cuando entra la pelota, todo lo demás queda aparcado.

¿Qué diferencia a Messi de Maradona?

Futbolísticamente son dos genios, los más grandes. La diferencia está en el carácter y en la vida personal. En ese sentido me decanto por Messi, por su salud, personalidad, liderazgo, compañerismo, estilo general, etc. Maradona tenía otro tipo de feeling, otro tipo de ego. Y si me preguntas por el juego, también me quedo con Messi, se me cae la baba con él. ¿A quién no?

¿Qué relación tienes con el fútbol?

Soy culé y aficionado al fútbol, pero no sigo demasiado la prensa ni suelo comentar con los amigos cómo van las competiciones. Quizás en otras épocas sí, ahora estoy más desconectado. Me gustan los partidos grandes, un Inglaterra-Alemania, por ejemplo, pero donde más disfruto es con el Barça, porque es el club de mi infancia, porque soy de aquí. Lo sigo y lo miro como un espectador, con una cierta distancia, porque tampoco entiendo de fútbol. Simplemente soy un culé más. No soy socio, pero he ido al campo, me han invitado varias veces.

 


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