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Arzani, un diamante para Australia

Comparado con Marco Asensio por sus cambios de ritmo, Daniel Arzani es la nueva esperanza del fútbol australiano, que sueña con su camino al estrellato

Daniel Arzani nació en Khorramabd, al oeste de Iran. Allí vivió hasta los seis años. Su familia emigró a Sidney, donde empezó a jugar a fútbol sala. Desde sus inicios destacó por su explosividad, y sus cualidades técnicas en todos los aspectos del juego. Esas cualidades no pasaron desapercibidas, y el FFA Centre of Excellence decidió proponerle una beca para que entrara en su prestigioso programa; el mismo que alimentó a la selección durante una década. Tras su pase por el instituto de formación, el Melbourne lo fichó para su filial, y con él Arzani ganó la liga juvenil siendo decisivo en la final. El salto al primer equipo llega al inicio del 2018 donde rápidamente se gana un puesto de titular sentando a un internacional sub-23 con Australia como Bruce Kamau.

La posición que más minutos ha ocupado y donde se siente más cómodo Arzani es pegado a la cal como extremo izquierdo, aunque también ha jugado en la banda derecha y algún minuto por dentro. Futbolista de complexión explosiva, fibroso, dotado de una gran explosividad. En carrera larga aprovecha su cambio de ritmo. Jugador con altos valores técnicos. Gran conducción, con el balón pegado al interior de su pierna, hábil asociándose en corto y con buena visión de juego. Es decisivo cuando tiene dos metros por delante para acelerar y eliminar a su rival directo. Sin espacios tiene condiciones para librarse de las marcas gracias a unos recursos técnicos diversificados. Regatea bien, es imprevisible en sus movimientos, y domina el juego de espalda con una muy buena protección de balón. Tiene un buen desborde por banda, desde donde sabe centrar con la derecha y regatear para acomodarse el balón sobre su zurda.

Cambio de ritmo, regates, visión de juego
Demasiado individualista