A lo largo de sus 88 años de historia, la Copa del Mundo ha sido un reflejo de cambios culturales, avances tecnológicos y transformaciones políticas que han dejado una huella imborrable.
Los jugadores tienen la oportunidad de predecir resultados, goleadores, marcadores exactos y una variedad de escenarios de juego. Esto no solo agrega emoción al espectáculo.