A finales de los noventa Australia tuvo de manera simultánea a dos de los mejores futbolistas de su historia: Harry Kewell y Mark Viduka. Ambos coincidieron tanto en la selección nacional como en el Leeds, formaron parte de la que posiblemente haya sido la mejor generación que jugó en el conjunto de Yorkshire. Se trataba de dos perfiles completamente distintos, antagónicos. Kewell era un fino jugador de banda, poseía una magnífica zurda con la que evitar rivales y una carrera elegante. Por contra, Viduka era el fútbol más rudimentario. Parecía más un jugador de rugby australiano que futbolista, pero tras esa gran envergadura se escondía un jugador con más clase y técnica de la que podía aparentar por su aspecto. Desde que dejaran el Leeds su carrera no se volvió a cruzar, a Kewell le fueron mejor las cosas respecto a títulos pero la carrera de Viduka tampoco le desmerece. Pese a lo que pueda parecer su relación no fue en absoluto amistosa, veamos cómo fueron sus trayectorias.
Un Leeds histórico
El Leeds es el único club en el que ambos coincidieron, ya es casualidad que dos futbolistas australianos coincidan en el mismo equipo. Kewell fue el primero en pisar el césped de Elland Road, llegó en 1995 cuando tan solo tenía 17 años, el Leeds fue el primer club que le dio la oportunidad de ser profesional. Años atrás había hecho las pruebas para las categorías inferiores, su buen hacer en la academia hizo que años después tuviera un hueco en el primer equipo. En la temporada 2000/2001 se juntaron los caminos de los dos australianos. El extremo era ya toda una referencia del Leeds y venía de realizar su mejor temporada, había anotado 10 goles jugando en banda. Viduka, tres años mayor, poseía ya bastante experiencia gracias a sus buenas actuaciones tanto en el Melbourne Knights como en el Dinamo Zagreb y Celtic. Sus cualidades pronto se adaptarían al fútbol inglés. Junto al tanque llegaron Rio Ferdinand y Olivier Dacourt, complementaron una maravillosa plantilla.
Esa primera campaña juntos fue exitosa, llegaron a semifinales de la Champions League tras derrotar al Deportivo de La Coruña, el Valencia les eliminó. Durante varias temporadas se juntó mucho talento en Elland Road: Dacourt, Woodgate, Robbie Keane, Lee Bowyer, Paul Robinson, Alan Smith, Robbie Fowler y Rio Ferdinand. Dos años después, en 2003, Kewell salió del Leeds rumbo al Liverpool. Años atrás había recibido numerosas ofertas de los mejores clubes europeos, y tras firmar 14 goles en la Premier League se unió a la entidad red por 10 millones. Tan solo un año después sería el delantero quien abandonaría el Leeds ante el descenso de los de Yorkshire. El Middlesbrough sería el destino de Viduka, allí también rozaría la gloria europea. Durante su estancia en el Leeds ambos apenas se dirigían la palabra, fuera del campo no tenían relación alguna.
Mitos socceroos
Para Australia fue toda una suerte que Kewell y Viduka fueran coetáneos, eran dos futbolistas que se estaban saliendo en la Premier League y sin duda eran la bandera de aquella selección nacional. Tan solo Kewell logró levantar un trofeo para su país, fue la OFC de 2004. Viduka no disputó el torneo y aunque parezca increíble, no consiguió alzar un solo título con los socceroos. En la categorías inferiores de la selección nacional sí lograron llevarse algún campeonato de Oceanía. Su momento álgido llegó en 2005 cuando consiguieron eliminar a Uruguay camino del Mundial que se celebraría un año después en Alemania, aquel gol de Aloisi hizo que Australia volviera a una cita mundialista 32 años después. Viduka fue protagonista en el primer partido del Mundial, gracias a su acierto lograron su primera victoria ante Japón.
Compartieron generación con los Schwarzer, Lucas Neill, Moore, Tim Cahill, Culina, Emerton, Skoko, Grella, Aloisi o Bresciano. Posiblemente la mejor selección en la historia de Australia. El delantero dejó la selección en 2007, pero Kewell continuó hasta 2012. No debemos olvidar que el extremo debutó a los 17 años con los socceroos siendo el futbolista australiano más joven en participar con la selección nacional. Si Viduka había sido clave en la victoria sobre Japón en 2006 , Kewell lo fue ante Croacia gracias a un gol suyo, pasaron por primera en su historia de la fase de grupos. Ambos compitieron en la que sería la primera Copa Asia en la historia de Australia, aunque no tuvieron demasiada suerte. Los que han sido dos de los mejores futbolistas en la historia de su país tuvieron muy poco premio para la calidad que poseían.
Mark sin Harry
El delantero comenzó su carrera en su país natal, pero no terminó allí su exitosa etapa como futbolista. Los orígenes de Viduka son croatas, su familia emigró desde Europa hasta Australia en los años sesenta. De hecho, Luka Modric es su primo. Casualidad, o no, debutó como profesional en el Melbourne Knights, un club que fue fundado por emigrantes croatas. Tan solo hay que ver el escudo del club para comprenderlo. Viduka jugó allí tres temporadas, en las últimas dos firmó 17 y 21 goles respectivamente. Se convirtió en el máximo goleador de la liga y además se llevó todos los premios individuales habidos y por haber. El destino hizo que aquel joven chico de sangre croata tuviera su primera aventura europea en el Dinamo Zagreb. De nuevo se volvió a salir, aunque no con las mismas cifras que había conseguido en Australia. En las tres temporadas que militó en Croacia logró tres ligas y tres copas, un brillante palmarés. Las cualidades de Viduka encajaban perfectamente en el fútbol británico, aunque él se definía como un futbolista perezoso al que no le gustaba correr demasiado. Así pues el Celtic puso el punto de mira en el tanque australiano.
Viduka llegó a Escocia en el invierno de 1998, esos primeros meses no fueron muy prolíficos. Ya en la segunda temporada anotaría 25 goles aunque de nada sirvieron para quitarle el título liguero al Rangers. Sus buenos números llamaron la atención de la Premier League, de esta forma recalaría en el Leeds en el año 2000. Es allí, en Elland Road, donde ofrecería sus mejores años. Cuando abandonó el Leeds parecía que su carrera futbolística estaba acabada, pero en el Middlesbrough volvió a ofrecer una gran versión. Cómo vamos a olvidar el Boro de Southgate, Hasselbaink, Rochemback, Downing, Maccarone o Parlour que perdieron la final de la UEFA ante el Sevilla en el 2006. 6 goles anotó Viduka en aquella edición de la UEFA. Su última aventura llegó en el Newcastle tras firmas como agente libre, compartió delantera junto a Owen y Martins. Las lesiones impidieron que pudiera brillar también para los magpies.
Harry sin Mark
Tras salir del Leeds llegaron los títulos para Kewell, aunque quizá no volvió a alcanzar el nivel que mostró en Yorkshire. Ocho temporadas después el extremo cambió el blanco por el red del Liverpool. En el plano individual no le fueron bien las cosas al bueno de Harry, las lesiones lastraron sus mejores años como futbolista. Sus cinco años en Liverpool se resumen en tan solo 93 partidos y 12 goles, de los cuales 7 fueron nada más llegar. Eso sí, nadie le podrá quitar haber sido titular en la final de la Champions League de 2005 ante el Milan. Benítez apostó por su titularidad, pero para los 23 minutos de encuentro se lesionó y Smicer ocupó su lugar. Pese a la mala fortuna que tuvo con la lesión, Kewell se convirtió en el primer y único australiano en lograr la Champions. En 2007 volvería a medirse al Milan en una nueva final de la máxima competición europea, esta vez no fue titular, entró en la segunda mitad por Zenden, y no conquistó su segunda Champions. Pese a las lesiones, y tener muy poca continuidad, de Liverpool se llevó la Champions y una FA Cup.
Estambul ha sido una ciudad transcendental en la carrera de Kewell, allí logró ser campeón de Europa y años después en Turquía volvería a sentirse jugador. Las lesiones le afectaron mucho, tanto en el aspecto físico como psicológico. Cuando firmó por el Galatasaray todos esos males quedaron a un lado, el australiano volvió a disfrutar del balón. En las tres temporadas que defendió la camiseta del Galatasaray fue todo un ídolo de sus aficionados, aunque ya sabemos que a la mínima sus hinchas mitifican a los jugadores. Su fichaje por la entidad turca fue motivo de protesta por parte de los aficionados del Leeds. En el año 2000 ambos se enfrentaron en la Copa de la UEFA, dos hinchas ingleses fallecieron apuñalados y años después veían en la llegada de Kewell un gesto de desprecio hacia ellos. El extremo señaló que por ese mismo motivo él no iba a lucir el dorsal número 10 que llevó en Inglaterra, y por lo tanto llevaría el 19. El futbolista australiano reconoce que Rijkaard cambió su forma de comprender el fútbol y que es allí, en Estambul, donde volvió a sonreír.
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Fotografía de Getty Images.