Marc-André ter Stegen fue la apuesta de futuro de Andoni Zubizarreta para suplir a Víctor Valdés en 2014. El meta alemán valoró para Panenka cómo fue su llegada al Camp Nou. Y Zubi recogió el guante para revivir la operación. Dos generaciones de porteros marcadas por el mismo puesto. Las entrevistas se publicaron en nuestro número 74, que sigue disponible aquí
La contratación de Marc-André ter Stegen por el Barcelona se fraguó en silencio. Su nombre no aparecía entre los favoritos para sustituir a toda una leyenda bajo palos como Víctor Valdés. De hecho, para el joven portero del Borussia Mönchengladbach, la visita de Andoni Zubizarreta a su ciudad natal fue toda una sorpresa. “Valoré que quisiera conocerme personalmente, saber cómo era, no solo como profesional”, explicaba el alemán en la entrevista que le hicimos hace cuatro años. El por entonces director deportivo del Barça no escatimó en esfuerzos para convencerle del reto que tenía por delante si aceptaba la oferta. “Me explicó el estilo, la mentalidad y la cultura del club. Y lo difícil que es. Me dijo que la portería del Barça parece más grande”, recuerda. “Le estoy muy agradecido que me comentara estas cosas porque no sabía exactamente qué esperar”, añadía.
Andoni Zubizarreta, al frente de la parcela deportiva del OM por aquel entonces, sonreía desde un hotel de Marsella al recordar estas palabras. “Yo puedo explicarle a Luiz Gustavo lo que es jugar en el Olympique de Marsella según lo que me han contado a mí. Pero si le tengo que explicar a un portero lo que significa defender la meta del Barça, le explicaré mi historia”, argumentaba. Zubi fue el principal responsable de los fichajes del primer equipo azulgrana entre 2010 y 2015. Y es plenamente consciente de que haber traído a Ter Stegen al Camp Nou fue su mejor trabajo. “A pesar de que aprobé eso, la nota general media fue suspenso”, ironiza antes de entrar a valorar las cualidades que vio en Marc-André para contratarle. “No tenía mucha experiencia, no era internacional, no tenía un gran nombre. Pero cuando Jordi Melero [analista del club] vino de Alemania y me dijo: ‘el Gladbach, que parece que va a bajar, ha puesto a un portero de 18 años que tiene una personalidad…’, iniciamos el proceso. El trabajo de un director deportivo es anticiparse a estas situaciones”, nos dijo.
A pesar de todo, el verano en el que se hizo oficial el fichaje de Ter Stegen también llegó otro portero, Claudio Bravo. Una realidad que, inicialmente, no inquietó al alemán. “Me lo dijeron, sí. Que iban a fichar a un portero mayor que yo. Nunca me garantizaron que sería el ‘número 1’. Cuando me enteré que era Bravo, fue complicado. Porque era internacional, había ganado títulos y tenía más experiencia. Me lesioné, él empezó a jugar en la Liga y no encajó goles. ¿Qué puedes decir? Aunque quisiera estar en su sitio, respeté su gran trabajo”, rememoraba.
Zubi nos confesó que con Bravo todo fue más sencillo. “A Claudio hubo que explicarle menos lo que era el Barça porque ya conocía la liga española. A Marc hubo que explicarle algunas cosas más, era más joven. También por cómo se toma su profesión y cómo se manifiesta dentro de su posición. Ter Stegen será como sea, pero es alemán, y los alemanes dicen las cosas así como…”.
“No tenía experiencia, no era internacional, no tenía un gran nombre. Pero cuando un analista del club me dijo: ‘el Gladbach, que parece que va a bajar, ha puesto a un portero de 18 años que tiene una personalidad…’, iniciamos el proceso. El trabajo de un director deportivo es anticiparse a estas situaciones”, nos dijo Zubi
Sin terminar la frase, el exportero del ‘Dream Team’ hizo referencia a la incomodidad que no tardaría en manifestar Ter Stegen con su rol en el equipo, situación que él mismo nos aclaró: “Pasado un tiempo, dije: ‘así no podemos seguir’, esto no es lo que quiero para el futuro, porque he jugado bien, hemos ganado títulos… Quieres más. Compartir un trabajo durante varios años es muy complicado. Después de la segunda temporada ya no me gustó la situación. El club lo sabía”.
Más allá de los pormenores internos por hacerse con la titularidad, Zubi asume que el perfil de Marc-André encaja como un guante en la filosofía azulgrana y se congratula por haber ido a buscarle en el vivero correcto, uno de los más prolíficos en la actualidad. “Al portero del Barça se le piden soluciones complejas con el balón, además de que sea un jugador más y genere superioridades. Pero también que pare. Eso sigue prevaleciendo en una balanza. No es casualidad que en Alemania, además de él, estén Neuer o Leno, con cualidades parecidas. La federación germana se ha interesado porque sea así”, sostiene.
Por su parte, Ter Stegen nunca ha escondido que los dos años en los que alternó la portería con Bravo pudieron ser mejores: “Aprendí un montón, claro, pero me habría gustado aprender más en el campo que en el banquillo”.
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Fotografía de Getty Images.