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Billete de ida y vuelta

Muchos futbolistas españoles han dejado la liga para adentrarse en la búsqueda de más minutos y algunos de ellos han regresado sin encontrarlos

Tras la tempestad viene la calma. Después de superar las convulsas últimas semanas ligueras y de resolver los enfrentamientos finales de las máximas competiciones europeas, los jugadores ya han saltado del verde del césped para sumergirse en el azul del mar. Sin embargo, no todos gozan de este solaz veraniego. Ahora le toca el turno al mercado de fichajes y a aquellos jugadores que tienen que resolver qué camino tomarán en su carrera futbolística. Por muchas cabezas pasa la idea de probar en el extranjero y, en muchas ocasiones, encuentran la suerte de su parte.

Este es el caso de jugadores como Thiago Alcántara, que salió del FC Barcelona en busca de un equipo que le diera más valor y se ha convertido en el jugador más destacado del Bayern de Ancelotti cumpliendo su mejor temporada. En la Premier League, la liga que más ha aprovechado el talento español, se encuentran futbolistas como César Azpilicueta, David Silva o Ander Herrera. Azpilicueta, que comparte vestuario con otros españoles como Diego Costa o Marcos Alsonso, acaba de finalizar su quinta temporada con el Chelsea, actual ganador de la Premier,  convirtiéndose en el defensa líder en el ránking de pases, robos, despejes y faltas. Por otra parte, el Manchester United pagó 36 millones al Athletic Club por Ander Herrera, en 2014, entrando en la lista de fichajes españoles más caros. Actualmente, el jugador es un intocable del equipo de José Mourinho, así como el meta internacional David de Gea. En cuanto a Silva, el exvalencianista lleva siete temporadas en el Manchester City y ha logrado un total de seis títulos con el club. El canario ha alcanzado con los sky blues su madurez deportiva y es considerado un jugador referente en el equipo.

Cristian Tello ya jugó esta carta la temporada pasada cuando embarcó rumbo a Florencia para firmar por el cuadro viola. Competir un año cedido en la Fiorentina por el Oporto y completar una buena temporada con el equipo de Stefano Pioli le ha valido para despedirse definitivamente del FC Barcelona y volver a LaLiga vistiendo la camiseta del Betis. Pero esta jugada no siempre sale bien; es más, ha sido la causante de que algunos destinos, tan apetitosos al prinicipio, se hayan truncado de forma repentina.

Entre los casos más recientes se encuentran Borja Bastón y Jordi Amat. Ambos jugadores han completado una temporada en el Swansea City con un papel secundario. Bastón llamó la atención del cuadro galés, que pagó 18 millones al Atlético de Madrid, tras realizar una fantástica temporada con el Eibar, en la que anotó 19 goles entre Liga y Copa. No obstante, los éxitos no se han repetido en el Reino Unido y, ahora, el madrileño ficha por el Málaga para volver a recuperar sus mejores estadísticas. De forma paralela han transcurrido los acontecimientos para el catalán Jordi Amat. También cedido por el Swansea, en esta ocasión al Betis, el que fue considerado una de las promesas del fútbol español ha finalizado la temporada sin jugar un solo minuto en las diez últimas jornadas de la Premier. Amat se formó en las categorías inferiores del Espanyol y, tras una breve estancia en el Rayo, llegó al Swansea, en el que ha salido al terreno de juego en 72 ocasiones, durante cuatro temporadas, con un escaso protagonismo.

En el mismo marco, la Premier League, se encuentra el delantero Bojan Krkic. El exculé, que desde el pasado mes de enero ha estado jugando en el Mainz de la Bundesliga alemana en calidad de cedido, se ha vuelto a reincorporar a las filas del Stoke City. En su tercera temporada en el conjungo inglés tan sólo fue titular 5 ocasiones. En 2007, Krkic fue considerado una de las promesas de la Masia. Tenía apenas 16 años y Frank Rijkaard, entonces entrenador del FC Barcelona, le ofreció en distintas ocasiones la oportunidad de maravillar a la afición culé y de permitirles soñar con la que podría ser la futura estrella del barcelonismo. No fue así. Ahora Krkic debe decidir si aceptar la apuesta del Stoke y quedarse, ya que el club, con su bola de cristal, presagia que va a cumplir una buena temporada, o rechazar el envite y cruzar la puerta de salida.

A la Premier le gusta nutrirse de talento español pero no siempre sale bien

Otro nombre que mantiene el mercado de fichajes en vilo es el de Lucas Pérez. El delantero llamó la atención del Arsenal tras demostrar sus dotes de instinto goleador en el Deportivo de la Coruña y completar su temporada más anotadora. Un año más tarde, su situación en el Arsenal no para de empeorar. A esta complejidad se le une la llegada del delantero francés Lacazette, que le dejará sin puesto en el equipo, y la continuidad del técnico galo Arsene Wenger, que cuenta muy poco con él. Esta dupla francesa tendría la llave que determinaría el futuro del exblanquiazul. Lo que está claro es que a la Premier le gusta nutrirse de talento español pero no siempre sale bien.

El futbolista gallego Iago Aspas debutó con el primer equipo a sus 20 años y un año más tarde se convertía en el héore de Balaídos al salvar a su equipo de la desaparición. En 2012 cogió el pasaporte rumbo a Liverpool, donde le esperaba el peor año, de lo que había sido hasta la fecha, su carrera deportiva. Tanto Luis Suárez como Daniel Sturridge se encargaron de que Aspas no encontrase su hueco con en Anfield. Tras el duro paso por la ciudad de la banda pop/rock más influyente de los años 60, el gallego probó suerte en el Sevilla, también sin éxito. Su rol como tercer delantero, a la sombra de Kevin Gameiro y Carlos Bacca, se cerró con un balance de diez goles al final de la temporada, siete de ellos en Copa. La solución a estos dos años truncados pasó por su regreso al Celta. Su vuelta ha servido para consolidar su madurez futbolística, proclamándose máximo goleador español de la liga, y para que su equipo llegue a semifinales de la Europa League y de la Copa del Rey.

Un nombre que resuena en la mente de los futboleros si se habla de aventuras desafortundas con pasaporte en mano, es el de Victor Valdés. El meta logró convertirse, durante su estancia en el Camp Nou, en el mejor portero de la historia del FC Barcelona. Después de lesionarse y salir del club de la forma menos deseada por la afición y por el propio jugador inició una etapa en caída libre que le llevó a aterrizar en el Manchester United de Van Gaal, en el que no cuajó debido a sus encontronazos con el entrenador. Desde entonces, el exportero culé ha jugado en primera división de Bélgica con el Standard de Liège y, nuevamente, en la Premier League con el Middlesbrough.

Los últimos nombres que cierran la lista de jugadores con destinos profesionales truncados en ligas extranjeras son los de Esteban Granero, Roberto Soldado y Álvaro Negredo. Los tres dieron sus primeros pasos en el Real Madrid Castilla. Tanto Granero como Soldado debutaron con la plantilla blanca pero Negredo nunca llegó a formar parte del primer equipo y se inició en la Primera División de manos del Almería. Sus carreras paralelas les llevaron a probar fortuna en la liga inglesa y en las tres ocasiones resultó ser un desastre. Granero no asumió el rol de secundario en el Queen’s Park Rangers y volvió a España, a la Real. Soldado pasó dos temporadas en la liga inglesa con el Tottenham Hotspur sin pena ni gloria y también regresó a la liga, de la mano del Villareal. Por último, Negredo reservó un billete de ida y vuelta a la Premier en 2013. Tras pasar un año en el Manchester City y no demostrar por qué el club había desmbolsado 25 millones por él, volvió a subirse al avión de regreso a la liga española, en este caso, al Valencia.