‘Culé’ y soci desde niño, Ramon Mirabet (Sant Feliu de Llobregat, 1984) siempre ha tenido al Barça y al fútbol presentes en su vida. Lo mamó en su casa junto a su padre, su abuelo y sus tíos. Asegura haberse colado en el palco del Camp Nou y en la gala del Balón de Oro de 2005, echa de menos el fútbol espectáculo y se identifica con Sergi Roberto. Su talentosa voz es capaz de levantar a la gente de sus sillas, lo mismo que ocurre en un campo de fútbol.
¿A qué se debe tu afición por el fútbol?
Es un tema familiar, ya que mi abuelo se dedicó toda la vida al fútbol. Durante muchos años trabajó con Josep Maria Minguella como agente y ojeador de jugadores de Segunda B y Tercera. Eso hizo que el fútbol estuviera muy presente en la vida de mi padre y de mis tíos desde que eran pequeños.
Algunos de ellos incluso llegaron a jugar en las categorías inferiores del Barça. En mi familia casi todos somos socios. Pero mi afición por el fútbol no se debe solo al Barça, sino a toda Catalunya. De niño, junto a mi abuelo, podía ver hasta tres o cuatro partidos en un sólo sábado.
Además de músico, ¿soñaste alguna vez con ser futbolista?
La vocación musical siempre la tuve pero nunca pensé que acabaría dedicándome a ello. Es cierto que cuando me ponía Nirvana o Pearl Jam a todo trapo, en mi habitación, sí que me imaginaba encima de un escenario pero, por aquel entonces, la música para mí era un momento de desahogo, de tocar muchas horas el piano que tenía en casa y de escribir mis primeras canciones.
En mi casa lo normal era pensar en ser futbolista. Mi padre y mis tíos ya lo habían hecho y yo no me planteaba otra cosa. Me encantaba jugar al fútbol, sobre todo competir, es lo que más echo de menos. La música también es competitiva, pero más con uno mismo. Te obliga a experimentar y crecer en tu propio universo. El fútbol es otro rollo, ahí sí que tienes oponentes.
¿Recuerdas tu primera vez en el Camp Nou?
Recuerdo con mucho cariño el Trofeo Joan Gamper cuando se disputaba todo el fin de semana, con cuatro equipos. Pero para mí, más que eso, el Camp Nou era mi abuela haciendo los bocadillos, el viaje en coche con toda la familia, encontrar aparcamiento, las broncas… ¡qué broncas! Cada día de partido, mi padre, mi abuelo y mis tíos decían que era la última vez que iban todos juntos al campo, que mejor cada uno por su cuenta. Y a la semana siguiente, otra vez igual. Todo aquello, para mí, era la esencia del fútbol.
Desde la muerte de mis abuelos, he seguido conservando la tradición futbolera con mi padre. Ahora me cuesta más ir al campo, pero cuando voy sé que estaré con él y que pasaremos un buen rato. Eso es lo más bonito del fútbol, más allá de lo que puedas sentir por unos colores o de idolatrar a los cracks, como ocurre ahora con Messi o, en su época, con Laudrup o Romário.
En la celebración de la Liga de la temporada pasada cantaste en el ‘Estadi’. ¿Qué significó aquello para ti?
Me propusieron cantar una canción que se compuso con motivo de la consecución del título de Liga y la verdad es que fue una experiencia súper chula por todo lo que siento por el Barça y por la relación con mi familia. Fue bastante surrealista estar cantando en el campo y tener a cinco metros a Messi y a sus hijos.
Pero he vivido otras experiencias chulas en el Camp Nou. Recuerdo que me colé en la celebración de la primera Liga de Rijkaard, ¡era muy pillín! Yo trabajaba en un chiringuito de la playa de Sitges y, al terminar, me puse una camiseta del Barça y me fui para allá con mi novia de la Universidad. Ni me duché ni nada, recuerdo que apestaba a sardina.
Vi la celebración en la grada y luego me colé en la ‘llotja’. Me quedé hasta la una o las dos de la madrugada comiendo canapés, bailando y brindando con Rijkaard, ten Cate, Joan Laporta y compañía. Recuerdo que pisé el césped y me tomé una copa de cava en el banquillo, fue increíble. ¡Lo bueno es que nadie se preguntaba qué hacía allí!
No me lo puedo creer…
Ya te he dicho que era muy pillo. También me colé en la gala del Balón de Oro de Ronaldinho en París, esa historia es aún más buena. Yo estaba allí de Erasmus, me vestí de etiqueta y decidí ir a probar suerte. Me puse al lado de una pareja de presentadores de Canal+ que estaban retransmitiendo la gala y entré con ellos por la parte de atrás del palacete, donde estaba el restaurante. Los seguratas pensaron que íbamos juntos.
Dentro estuve con Johan Cruyff y él fue el único al que le expliqué cómo había llegado hasta allí. Estuve toda la gala con él hasta que me invitó a tomar algo con la comitiva del Barça. Estaba el presidente Laporta y recuerdo que me saludó. Al tío ya le sonaba, se acordaba de mí de la última vez que me colé en el Camp Nou durante la celebración del título de Liga.
De hecho, Laporta ya me había saludado antes. Fue en 2003, el día que el Barça ganó 1-2 en el Bernabéu, con gol de Xavi de vaselina a pase de Ronaldinho. Después del partido, estuve en el aeropuerto, junto a la colla timbalera de Sant Feliu, recibiendo a los jugadores. Por allí andaba el presidente, aquel fue nuestro primer encontronazo.
Hablando de presidentes, ¿si Bartomeu te pidiera que compusieras el nuevo himno del club, qué le responderías?
Como barcelonista y socio, no se si me gustaría cambiar el himno. Pero sí que es verdad que en otros sitios ha surgido efecto, como es el caso del Sevilla con El Arrebato. Ese himno me parece una pasada. A ver, quizás no diría que no… pero tendría que ver qué propuesta concreta hay. Lo que no haría es ensuciar el himno que hay ahora, ya que es historia y, además, lo hicieron dos personas que cedieron los derechos de autor al club.
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Tus canciones transmiten felicidad, alegría y optimismo. ¿Te viene a la cabeza algún jugador que también lo haga a través de su juego?
Si hablamos de alegría, claramente te diría Ronaldinho, me encantaba su carácter. Con él comenzó el Barça de la época moderna. Para mí es uno de los mejores jugadores que ha habido nunca, aunque no el mejor. En mi opinión, antes están Messi y el Ronaldo de 1997.
Seis Balones de Oro de Messi en diez años. ¿Puede un músico mantenerse igual de bien que lo hace Leo?
La vida de un músico no tiene fin, puede estar siempre ahí. Así como la madurez de un futbolista se dice que está en los 26 o 27 años, en el caso de los músicos no importa la edad. Los Rolling Stones, por ejemplo, no han dejado de ser leyenda y siguen llenando estadios. A nivel individual, te podría decir otros como Sting o Harry Connick Jr.
De hecho, te diría que uno de los mejores conciertos que he visto en mi vida fue el de Frank Sinatra, precisamente, cuando cumplió 80 años. Otro caso es el de Johnny Cash, que sus mejores discos son los de ahora, ¡y es un yayo! Pero, sin embargo, ha ganado personalidad. En cambio, la carrera de Messi, en comparación con la de todos estos, será muy corta.
¿Qué puede aprender Ramon Mirabet de Leo Messi?
Messi es único. Cuando lo ves correr y tocar la pelota lo reconoces y dices: es él. A mí me gustaría que la gente, con tan sólo escuchar unos compases de mis canciones, supiera que soy yo.
También admiro su capacidad de improvisación. Un músico lleva sus canciones preparadas a un concierto y, más o menos, puede pensar en un principio y un final. En cambio, un futbolista no puede preparar las jugadas que va a hacer en cada momento del partido porque no sabe con qué se va a encontrar.
Sin embargo, Messi es capaz de decidir lo mejor en cada momento. Ojalá un músico pudiera hacer eso en un solo de jazz, por ponerte un ejemplo. Me gustaría que la música tuviera un poco más de esto.
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¿Es igual de importante el talento en la música que en el fútbol?
Totalmente. El talento es lo que te hace especial, lo que te da carisma y te diferencia de los demás, ese ‘algo’ que no sabes que es. A mí, por ejemplo, la gente que tiene una voz perfecta o que se quiere lucir mucho constantemente, me aburre bastante. Prefiero algo distinto.
Y, en el fútbol, creo que este talento se está perdiendo. Los jugadores de hoy en día son atletas. No sé si los futbolistas de hace 20 años podrían jugar ahora, por una cuestión física, pero tenían mucho más talento. No se puede comparar, por ejemplo, el cuerpo de Romário con el de Cristiano Ronaldo.
¿Y qué me dices del físico? ¿Necesita un cantante estar en forma?
Claro que sí, yo hago mucho deporte, pero los músicos que más me han marcado no eran precisamente personas que se cuidaran mucho. Pero ya no se trata de cuidarse o no, sino lo que decíamos de mantenerse a través del talento. Jugadores como Messi, Xavi o Iniesta cada vez escasean más. Ahora lo que triunfa en el fútbol es la condición atlética y eso hace que me aburra un poco.
Si bien la música aparece en la mítica lista de los siete artes, ¿incluirías al fútbol en ella?
Depende. Si te pones en YouTube los mejores goles de Van Basten o las mejores jugadas del Barça de Guardiola, te das cuenta que eso es puro arte. Pero si ves según qué partido en el que prima el resultadismo, pues no puedes decir lo mismo. Yo creo que están los artistas y luego, un escalón por debajo, el fútbol.
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Se dice que, tanto la música como el fútbol, hace tiempo que se han convertido en un negocio. ¿Estás de acuerdo?
Sí, la música se ha convertido en un negocio, pero a ti, como músico, te puede interesar más o menos pertenecer a él. Afortunadamente, al final decide el público. Es cierto que lo que más triunfa ahora es el reggaeton y el trap, pero también hay mucha gente que escucha otro tipo de música que no está relacionada con este macronegocio de los Grammy, los followers y los números. Existe otra música que sobrevive y no chupa de este circo.
El fútbol, igual que la música, está montado de una misma manera en su conjunto pero también hay jugadores que se quedan toda la carrera en un solo club y no lo hacen por dinero. Hay futbolistas de primer nivel que optan por no pertenecer al negocio de los traspasos. Al final, el negocio existe en todos lados y de uno depende alimentarlo o no.
Tu último disco se titula Begin Again, ¿necesita el fútbol precisamente eso? ¿Empezar de nuevo?
No se si el fútbol tiene que volver a empezar de cero pero sí que es verdad que la esencia del espectáculo se está perdiendo un poco. Se nos olvida que el fútbol es para disfrutar, no una guerra de resultados entre equipos y ciudades. A veces nos lo tomamos demasiado en serio.
Ahora, por ejemplo, se juega la Supercopa de España en el extranjero, un síntoma más de que se están perdiendo las raíces. Quizás lo familiar sí que se conserva, porque en el campo veo a muchos padres y madres con sus hijos, pero a nivel institucional todo depende demasiado de las televisiones.
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¿Quién es, para Ramon Mirabet…
- el Dios del fútbol? Leo Messi
- el Dios de la música? Kurt Cobain
“Nunca he sido de idolatrar a nadie, pero Messi debe estar ahí, aunque también podría ponerte a Xavi. Lo de Kurt Cobain, te lo dice el Ramon de 14 años”
- la gran promesa del fútbol actual? Mbappé
- la gran promesa de la música actual? Greta Van Fleet
“Puede que Mbappé ya sea una realidad pero creo que va a marcar la historia del fútbol en los próximos diez años. Tiene un talento sobrenatural, me recuerda al Ronaldo del Barça. A los Greta Van Fleet tuve el placer de verlos en directo hace poco, son buenísimos. Creo que van a resurgir la escena heavy/pop rock”
¿Y cuál es…
- el mejor gol de siempre? La chilena de Rivaldo
- la mejor canción de siempre? Lithium, Nirvana
“Aunque el gol que más recuerdo, por la reacción de mi padre y por su belleza, es el de Romário de vaselina a la Real Sociedad, a pase de Guardiola, el día de su debut. Lithium no sé si es la mejor, pero es la que me acompañará siempre”
¿Y…
- el mejor equipo de la historia? El Barça de Guardiola
- el mejor disco de la historia? In Rainbows, Radiohead
“En cuanto al equipo no hay duda. Y qué decir de In Rainbows… me parece una obra maestra de principio a fin”
Y por último…
- ¿Con qué futbolista te irías de copas? Sergi Roberto
- ¿Con qué músico te irías de copas? Eddie Vedder
“Con Sergi he podido conversar algunas veces y me parece un chico que conserva su gente y sus raíces a pesar de haber saltado a la fama con su asentamiento en el primer equipo del Barça. Eso me gusta. Me sentiría más cómodo con un tipo así que con un perfil Joaquín, aunque me parece divertidísimo. De músicos te he dicho Eddie Vedder, pero podría repetir con Carlos Tarque de M-Clan, me lo pasé increíble con él una noche en Barcelona después de ver a los Rolling Stones en concierto”