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“Confío en cualquier equivocación de Simeone porque sé que la va a arreglar”

Con un estilo irónico y ameno, Luis Miguel Ponce nos acompaña en su libro por los diez años de Simeone al frente del Atleti. Con sus alegrías, tristezas y esperanzas

LYON, FRANCE - MAY 16: Diego Simeone, Coach of Atletico Madrid celebrates after winning the UEFA Europa League Final between Olympique de Marseille and Club Atletico de Madrid at Stade de Lyon on May 16, 2018 in Lyon, France. (Photo by Maja Hitij/Getty Images)

Llegó el 23 de diciembre de 2011 a un equipo derruido y diez años después ya es historia del Atleti. Luis Miguel Ponce resume en CHO10: la década que transformó al Atlético de Madrid, con prólogo de Rubén Uría, el retrato de la época de Simeone en el club madrileño. Vemos aquí las alegrías inmensas y las derrotas trágicas, la ilusión de las primeras veces, los viejos sueños y las nuevas esperanzas. Por las páginas del libro discurren jugadores, anécdotas, partidos y épocas, pero sólo una cosa aguanta la embestida del tiempo: Diego Pablo Simeone, de pie frente al banquillo, ordena y manda. A veces pierde, a veces gana. Pero siempre mantiene la entereza.

¿Qué era para ti el Atleti antes del Cholo?

El Atleti me llega, como a casi todo el mundo, por herencia. Y el Atleti antes del Cholo, excepto en el 2010, era una lucha por sobrevivir temporada tras temporada, que no nos fuese demasiado mal, y si se podía llegar a Europa mejor. El primer título que les vi ganar fue con 16 años, imagínate. ¡Y hay gente que llama perdedor a Simeone! Si Simeone es un perdedor, yo no sé lo qué son los otros entrenadores de la historia del Atleti. La retórica en torno al perdedor y la derrota es muy bonita, pero también muy cansada. Yo prefiero ganar, la verdad. Otra cosa es que puedas estar orgulloso en una derrota, pero a mí no me jodas con ‘El pupas’.

Hablas en tu libro de los niños del Atleti nacidos en los 90, y te quería preguntar sobre el despertar que supusieron la Copa del Rey 2012-13 y la liga 2013-14. Si se saborearon bien esas victorias también fue porque antes se había perdido muchas veces.

Intuyo que si ganas ligas cada año no es tan especial como lo fue en nuestro caso, claro. Yo no recuerdo ganar un partido contra el Madrid hasta que no era mayor de edad. ¡Ganar un partido! Eso es tremendo. Era una cosa que me mataba, me dolía mucho más eso que no ganar títulos. Para mí la victoria más especial es la Copa 2012-13: por cómo fue, por dónde fue y porque era la primera vez en muchísimos años que les ganábamos un partido. Supe ese día que Simeone podía hacer lo que quisiese, que ya me daba igual. Carta blanca.

¿Qué cambia o qué recupera el Cholo cuando llega al Atleti?

La mente de un grupo muerto. Si te fijas, el equipo que le deja Manzano está lleno de buenos jugadores. Tiene quizás al mejor delantero del mundo, y aunque hay futbolistas que Simeone los hizo luego parecer mejores, esa era una buena plantilla. Lo primero que hace al llegar es cambiar la mentalidad, y aunque la gente se ría, el ‘partido a partido’ fue una cosa clave. Convence al equipo de que en 90 minutos, las diferencias con el Madrid y el Barcelona son menores. Y entonces es cuando todo es posible.

Cada vez es más raro ver a un entrenador tanto tiempo en un mismo equipo. Pero es que el Cholo no deja de ser ahora un emblema más del club. Los jugadores pasan y él sigue.

Y sobre todo es difícil en el Atleti. Antes de que llegara Simeone, pasaron 19 entrenadores en 13 años por el club. Viendo esta serie de datos, te das cuenta de la magnitud de lo que está haciendo. Es complicadísimo. La cuestión es que si después de todo lo que consigue Simeone en sus primeras temporadas, no sigue rindiendo bien, reinventándose, no hubiera aguantado hasta ahora. Y yo te tengo que decir que soy pesimista, creo que le queda poco. Si tuviera que apostar, digo que este año es el último. Y no está mal que sea así.

Una de las claves de Simeone para mí es esta que comentas. Con lo deprisa que cambia el fútbol: los jugadores, los estilos de juego, las ligas… ¿Cómo se ha ido reinventando a través de los años?

Hay gente que piensa que el Atleti sigue jugando como aquel equipo que ganó la liga en el 2013. Ojalá fuera así, pero ni de lejos. El Atleti a día de hoy es un equipo bastante flojo en defensa, no hace faltas, no es agresivo… Estamos hablando de un entrenador que había transformado a Griezmann en un jugador que defendía muy bien. Pero ahora queda muy poco de aquello, y de hecho el Atleti es mejor en ataque que en defensa. Él ha sabido reinventarse siempre que se ha visto con el agua al cuello. Hay un momento el año pasado en el que todo parecía perdido y estancado y es cuando comienza a jugar con carrileros.

Preparándome la entrevista, empecé a ver partidos de la 13-14, y ese equipo no tenía nada de defensivo. Marcaba muchos goles, estaban en todos lados y defendían muy bien.

Claro, no es que defendieran mucho, es que defendían muy bien. Todo lo basaban en una defensa aguerrida. Creo que es el año que más goles hemos metido, ese equipo era una apisonadora. Ahora jugamos con más delanteros y con mejores delanteros, pero tampoco atacamos mejor.

 

 

Simeone tiene muchos detractores. Claro que ha cometido muchos errores, pero ¿qué crees que es lo que hace que se acaben olvidando?

Ha cometido errores y a día de hoy los sigue cometiendo en cada partido. Pero lo que ayuda es el hecho de saber que hemos pensado mil veces que el equipo y la situación se le habían ido de las manos y él lo ha vuelto a arreglar. Esto me habrá pasado mínimo en 15 o 20 ocasiones. Por ejemplo, el ‘colchonero’ que el año pasado no creyera que la liga se escapaba porque el equipo se le había ido, me está mintiendo. Confío en cualquier equivocación que cometa porque sé que la va a arreglar. La temporada pasada, Correa falló varias ocasiones clarísimas en partidos clave, y el Cholo, en vez de sacrificarlo, fue a abrazarlo después de un partido contra el Betis, cuando sabía que todas las cámaras los miraban. En los encuentros posteriores, Correa fue el mejor del equipo y marcó en el último partido de liga.

En el libro hay un capítulo que se titula “Infierno, cuánto tiempo”, en el que relatas la final de la Champions del 2013, después de haber ganado la liga. Ahí dices que, después de ese partido, “ya entendíamos a nuestros abuelos. Habíamos oído hablar de grandes derrotas y nosotros ya teníamos la nuestra.” ¿Por qué las alegrías duran tan poco?

Justo esa derrota, para mí, tiene una explicación bastante racional. Si lo piensas ahora, es impensable que ese equipo estuviera a punto de ganar una Champions. Seis días antes gana la liga en un partido extenuante, se lesionan Diego Costa y Arda Turán que son entonces los mejores jugadores, el Madrid no viene cansado al encuentro… Recuerdo pensar en el minuto 60 que era imposible levantar la copa. Los jugadores no respondían, a duras penas podían andar. Y un mes después de la final, por si fuera poco, medio equipo se va al Chelsea.

Tú haces un paseo por los diez años del Cholo. Ahora, en perspectiva, ¿cuál ha sido el momento más feliz y cuál el más duro?

El momento más duro, sin duda, fue la final de Milán de 2016. En ese momento me planteé si merecía la pena seguir sufriendo tanto por el fútbol. Respecto a la felicidad… Hablaba antes de la Copa del Rey del 2012, y sí que me parece bonita e importante, pero el momento más feliz ha sido esta liga pasada. Por cómo ha sido, por la liberación que ha supuesto. Quizás al ser más mayor me hace más ilusión. Mi padre estaba muy esperanzado con poder ganar la liga, y cuando parecía que la perdíamos lo vi tan triste…

Ser del Atleti implica desenamorarse de muchos futbolistas. Hay muchos jugadores que ha creado Simeone, y luego se han ido y no han encontrado fortuna fuera. Pienso en Arda, en Falcao, en Filipe…

Ha habido jugadores mejores, pero aún me duele que se marchara Arda. Era un jugador distinto, un tipo que no esperabas en aquel Atleti de Simeone. También me rompió el corazón Raúl García, aunque a él no le puedas achacar nada. Te puedes enamorar de tres o cuatro jugadores, que todos sabemos quienes son, pero es muy complicado. Luego hay algunos a los que los ves venir, como Griezmann. Hay que asumirlo. Y cada vez pasa menos, el equipo ha avanzado y después de esta temporada pasada no se ha ido nadie. Pero en 2013, es inconcebible que un equipo que gana la liga y casi la Champions, pierda a medio equipo después. El Atleti era un club vendedor, y lo ha sido hasta este año pasado. Quizás aún lo siga siendo.

En el libro dejas entrever la parte más sentimental del fútbol. Explicas cómo conociste a tu novia en un partido en el Calderón, hablas de las charlas interminables con tu padre… ¿Qué importancia tiene el fútbol en tu vida?

Mucha, muchísima. Conocí a mi novia en el Calderón y con mi padre podemos estar horas hablando de fútbol, recordando partidos. Seguramente tiene más importancia de la que me gustaría, pero no puedo evitarlo. Y ya no sólo hablo de finales, sino que yo me voy escocido también en derrotas de liga. Me jode el fin de semana. El otro día perdimos en casa con el Mallorca, y yo luego tenía el cumpleaños de un amigo. Te juro que si llega a ser por mí no voy. 

Tú te has hecho conocido en Twitter hablando del Atleti y el libro está teniendo gran repercusión por tu relevancia en la red. Al final de este, dices que el deporte sería más aburrido si no pudieras comentarlo por ahí. ¿Qué aporta, para bien y para mal, la comunidad de internet al fútbol?

Es muy bonito. La experiencia de tener mucha gente con la que comentar tu pasión es hermosa. En los buenos y en los malos momentos. Ya sea hablando de fútbol o de cuando se estrenaba un capítulo nuevo de Juego de Tronos, que esa sensación compartida me encanta. Claro, por otro lado está la gente que sólo busca herir. A mí no me afecta, pero está ahí.

Te he preguntado al principio que qué era para ti el Atleti antes del Cholo. Tú luego me has dicho que eres pesimista respecto a su continuidad. ¿Cómo te imaginas al equipo sin él?

Yo creo que el club ha escalado tanto, que el camino ahora es mucho más fácil. Nos vamos a mantener como un gran club de España, pero vamos a perder identidad. Yo voy a vivir una crisis: se va a perder esa conjunción entre Simeone y el estadio, ese lenguaje común. Pero habrá Atleti después de Simeone, seguirán habiendo buenos momentos y triunfos.

 


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Fotografía cedida por Luis Miguel Ponce.