Hace sólo cinco años, ocupaban el puesto 132 del Ranking FIFA, una zona habitada por países sin tradición futbolística y destinados a subsistir ante los gigantes. Hace unos meses, su puesto estaba en el Top 10 mundial. ¿Cómo se transformó el fútbol de Islandia?
Hay más ovejas que personas. Es el único lugar del mundo donde no hay hormigas. Tiene más volcanes en su territorio (130 exactamente) que futbolistas federados (90 aproximadamente) y su seleccionador actual es dentista. Y aun así, se trata del país con menos población que jamás se haya clasificado para una fase final de un Mundial (330.000 habitantes). Son datos, números, registros y, desde luego, anécdotas, que todo el mundo empezó a desvelar y diseccionar cuando, prácticamente de la nada, la selección de fútbol de Islandia empezó a ganar competitividad hasta el punto de clasificarse para la pasada Eurocopa de manera inesperada. Ni mucho menos contentos con ello, realizaron un formidable papel, histórico desde la perspectiva de sus resultados ante selecciones legendarias como Inglaterra, a la que se permitieron el lujo eterno de eliminar cuando los inventores del fútbol, hasta hace poco, utilizaban la remota isla norteña como bucle de sus ironías futbolísticas. Islandia ya no era Islandia, sino la nueva Islandia.
Hay numerosas ocasiones en las que un elemento sociológico puede explicarse a través de la pelota y en un país que ha estado regularmente asociado a un rol residual (en los años 40 era uno de los más pobres del planeta), la naturaleza futbolística siempre asoma como parte fundamental de esa rebelión. Porque un día Islandia se cansó, se agotó, explotó de su ostracismo, ese que le sacaba los colores perdiendo ante Letonia (2-4 en 2008), que le avergonzaba ante Islas Faroe (1-2 en 2009) o que le hacía ser goleado ante Hungría (4-0 en 2011). En cualquier contexto similar, la incapacidad de reacción ante los obstáculos, la falta de propuestas para cambiar la dinámica y la ausencia de elementos a los que agarrarse, hacen imposible cualquier giro de guion, pero Islandia tuvo toda la voluntad posible para dar un paso al frente.
Y lo hizo globalmente, como país, como lugar recóndito al que muchos no sabían colocar en el mapa y como isla olvidada allá por parajes inhóspitos que pocos se atrevían a conocer. El fútbol necesitaba una absoluta revolución y el gobierno, consciente de que no sólo la pelota sino diferentes cuestiones globales de su sociedad estaban degenerando rumbo al caos, decidió no dejar pasar un día más y dio un paso al frente. Islandia fue el primer país que dejó desplomarse a sus bancos en 2008 porque consideró que ellos eran los únicos culpables y que el riesgo de rescatarlos era mayúsculo. Islandia es el primer país europeo en igualar salarios independientemente de género, etnia o nacionalidad. Islandia es también diferente porque no hay ni un solo McDonalds (curioso, pero de mensaje claro). Islandia es el único país de la OTAN que no tiene ni siquiera fuerza militar. Y todo, siendo un país con menos habitantes que la región de Murcia. Pero un día decidieron cambiar globalmente y asegurar un camino adecuado para todo aquello que los islandeses consideran importante en sus vidas. Y el fútbol es una de esas cosas. Y en apenas cinco años, han pasado a ser número 132 del Ranking FIFA, a haber estado en el Top 10 y ahora clasificarse para su primer Mundial y llegar por la puerta grande a Rusia’18.
“Hoy en día, se ha conseguido que ver un futbolista islandés fuera de su país, sea algo normal. Están por Inglaterra, Italia, España…”
Pero, ¿cómo puede una selección menor salir de su ostracismo y apuntarse en el próximo Mundial estando ya entre las selecciones élite del planeta? La respuesta necesita un contexto concreto y siempre existe un inicio, un pionero, un impulsor, aunque ni siquiera él sea consciente de ello. En el caso de Islandia se llamó y se llamará eternamente Eidur Gudjohnsen, el primer futbolista que llegó al primer nivel de exigencia en el fútbol mundial cuando fichó por el Chelsea primero y llegó a brillar en uno de los mejores momentos históricos del FCBarcelona. “Siempre tiene que haber un punto inicial y cuando Gudjohnsen (que debutó justamente en la selección islandesa sustituyendo a su padre en un partido histórico por lo inusual de aquél momento) se confirmó en el primer nivel mundial, algunos ya empezamos a mirar a Islandia como lugar recóndito pero que era capaz de decir orgullosa que tenía a uno de los suyos en lo más alto”, nos cuenta Victor Cervantes.
“El país se centró en hacer las cosas bien y apostar por el fútbol. el primer cambio se notó en las instalaciones, pues aquí hay que recordar que, debido al clima y a las condiciones tan difíciles que se dan en invierno, los futbolistas sólo podían jugar y entrenar unos meses al año. Hace poco uno de los futbolistas de esta generación del cambio, decía que él cuando era niño paraba muchos meses de jugar al fútbol. Pasó de jugar 180 días al año, a llegar a entrenar cada día. Y todo, porque se tomaron incontables decisiones. Una de ellas es brutal, porque ahora mismo Islandia es el país que tiene más entrenadores cualificados de nivel UEFA, en todo el mundo. Si el futbolista entrena los 365 días del año y, además, lo hace de la mano de quien está mejor preparado, es evidente que se mejora. Y hoy en día, se ha conseguido que ver un futbolista islandés fuera de su país, sea algo normal. Están por Inglaterra, Italia, España… Y eso es una progresión enorme porque cuando regresen a su país de veteranos, aportarán sapiencia y experiencia”, relata Iván Martínez ‘Pachu’, futbolista que juega en Islandia y que lleva muchos años allí, justo los del cambio del país.
Quizás el ejemplo más claro de esa evolución desde el ostracismo hasta la élite, lo representa su actual seleccionador, Heimir Hallgrímsson: “Lo conocí muy bien en mis viajes, es una persona increíble. De repente, sabe que se ha convertido en un fenómeno futbolístico, pero es noble. Dice que no hay ninguna fórmula secreta salvo la formación y mejoras para los futbolistas y él es la viva imagen. Es un estudioso, un enfermo de análisis, del scouting. Nos contaba que cuando él era entrenador de su pueblo, perdido en las islas del sur de Islandia, aplicaba su método entre los niños o chicas con los que se empezó a formar. Luego, creció aquella información hasta la élite, pero no ha cambiado nada. Desde el primer día realiza lo mismo, con sus recursos y con su experiencia”, describe Víctor Cervantes sobre el polifacético seleccionador islandés.
“Esta selección de Islandia, la del cambio, procede de aquellos chicos que primero no tenían ni lugares donde jugar cuando llegaba el frío y, en mitad de su progresión, se toparon con las enormes mejoras en torno al método, planificación, instalaciones… Es una mezcla que les hace ser especiales y haber conocido ambos lados. Yo tengo compañeros de equipo aquí que me recuerdan cada día que a los actuales futbolistas de la selección los conocen todos. De haber tomado algo con ellos, de haber hecho trastadas cuando eran niños, de que sus familias son pecadores o de que salían juntos a pasar el día. Y eso es muy importante, porque son estrellas, pero del pueblo, porque todos los conocen, todos son parte de ellos y les representan mejor que nadie. Hay que recordar que siendo poco más de 300.000 personas en toda la isla, es difícil que muchos de ellos no se conozcan de un trato, en muchos casos, verdaderamente cercano”, explica Pablo Punyet, futbolista salvadoreño que está triunfando en la liga islandesa.
La voluntad de un país que se cansó de estar relegado al ostracismo eternamente y la mentalidad progresiva de un grupo de futbolistas que sienten a fuego el latir del corazón de sus gentes, ha logrado lo inimaginable y en tiempo récord. Ninguno tiene la trascendencia de Messi, pero Sigurdsson, Gudmundsson, Gunnarsson y casi todos los futbolistas de élite que acaban en ‘sson’, jugarán contra el argentino en el próximo Mundial. Y nadie duda de que pueden estropearle la noche. El Mundial acogerá la ‘Marea Islandesa’ con los brazos abiertos y conscientes de su osadía. ¡Qué osadía!
En el programa-podcast 61 de ElEnganche en SpainMedia estuvieron con nosotros Victor Cervantes (periodista enamorado del fútbol islandés), Iván Martínez ‘Pachu’ (futbolista y secretario técnico del Selfoss islandés) y Pablo Punet (futbolista salvadoreño del KR Reykjavík).