No es el futbolista más rápido. Tampoco tiene el físico de Pogba, y no anota goles. Además, tampoco es indiscutible en su club. Entonces, ¿qué tiene Joe Allen para estar haciendo una Eurocopa tan buena?
Lo que tiene son ganas y dos piernas con las que corre mucho. El jugador galés no pierde el puesto, suele estar muy bien colocado sobre el campo. Bien para mostrar apoyo a sus compañeros o para saber dónde caerá el balón. Es un futbolista inteligente. Conoce sus defectos y no se vuelve loco. Sabe que no se llevará un balón por velocidad o que tampoco hará un control que deje maravillado al público. Allen se entrega sobre el césped, se sacrifica en cada jugada y eso le encanta a la afición de Gales. Tampoco es que sus aficionados pidan mucho, tan solo esfuerzo. Además, esa barba que lleva todavía hace más heroicos su partidos. Que la selección galesa, hasta este momento, está siendo la mayor sorpresa del torneo no lo discute nadie. Es cierto que poseen a un hombre como Gareth Bale, capaz de ganar un encuentro él solo, pero es el colectivo el que está triunfando. El jugador del Real Madrid brilla porque es mejor que sus compatriotas, pero los Aaron Ramsey, Ashley Williams, Ben Davies, Joe Ledley o el propio Joe Allen no se están quedando atrás.
Chris Coleman tiene fe ciega en el jugador de la pequeña ciudad de Carmarthen. Junto a Ledley guardan la espalda de un Ramsey que juega con total libertad. Del trabajo de ellos dependen y disfrutan Bale y el jugador del Arsenal. Los dos futbolistas barbudos, más propios de un grupo indie, corren como si no hubiera mañana. El balón no les quema pero esa labor de creación y desequilibrio depende de Ramsey, ellos están para otro tipo de tareas. Se apoyan en un Davies que también está atento a cualquier balón. Primero fue Irlanda del Norte, después Bélgica y ahora llega Portugal. Allen se tendrá que pegar con una de las sensaciones de la Euro: Renato Sanches. Pero seguro que no huye, plantará cara y se dejará la piel por su país. Estará más solo de lo habitual ante el enemigo portugués, ya que Ramsey y Davies cumplen sanción. El del Liverpool se deberá duplicar, más todavía, si quiere llevar a su selección a la final de la competición.
Brendan Rodgers es su otro gran valedor. Allen venía de cuajar muy buenas temporadas en el Swansea y cuando el entrenador firmó por el Liverpool, lo primero que hizo fue llevárselo por 15 millones. Conforme han ido pasando las temporadas ha ido perdiendo protagonismo, de hecho ya no es titular y cuenta con pocos minutos. Eso sí, esta temporada ha dejado dos detalles que la afición ‘red’ bien ha celebrado. Anotó el decisivo 3-3 en Anfield ante el Arsenal, cazando un balón aéreo y llevándolo al fondo de la red. El segundo logro fue anotar el decisivo penalti en las semis de Copa de Liga ante el Stoke City. En la final de la Europa League salió a quince minutos de la conclusión, pero ya con la final decidida. No tiene mucha pinta que Jürgen Klopp vaya a apostar por el galés, pero en la Euro está demostrando méritos suficientes como para contar con más minutos.
Al bueno de Allen se le coge rápido cariño, y más si conoces su curiosa afición. Algunos futbolistas coleccionan coches o relojes, pero el del Liverpool es de otra pasta. El galés se dedica a la cría de gallinas. Hace unos meses saltó la noticia, ya que fue portada de la revista llamada Chicken & Egg. Sí, como suena. Allen tiene a estos animales en el jardín de su casa, se da por hecho que será amplio, aunque bien podría tener a alguno viviendo en su barba. En total, posee dos gallos y catorce gallinas, todos y cada uno con un nombre de pila. Su pareja, Lacey, está encantada y ella es también una apasionada de estos animales.
¿Cómo no vamos a adorar a Joe Allen?