Didier Deschamps empezó la Eurocopa con una idea y conforme ha ido pasando el torneo ha sufrido cambios. En primer lugar el cambio en el esquema fue por obligación, debido a las sanciones, pues ante Alemania afianzó esta variación. Ante Rumanía, en el debut, salió con Kanté-Matuidi-Pogba en el medio y Payet-Griezmann-Giroud en ataque. Se llevó los tres puntos gracias a una genialidad de Payet y para el segundo sufrió un golpe de entrenador. Ante Albania dejó en el banquillo a Griezmann y Pogba, demostrando que personalidad tiene y mucha. Eso sí, no le salió bien la jugada. Dio salida a Martial y Coman pero tanto el jugador de la Juventus como el del Atlético volvieron a solucionar el partido, esta vez saliendo como suplentes. Con la clasificación ya en el bolsillo, realizó alguna rotación ante Suiza.

Frente a Alemania el técnico volvió a desmotrar tener mucha personalidad, repitiendo el mismo once de los cuartos

Pasada ya la fase grupos, disputa los octavos ante Irlanda. Deschamps vuelve a repetir la misma alineación que en el debut, dos goles de Griezmann salvan a una Francia que aún no ha terminado de convencer. Pero en los cuartos ante Islandia todo cambia. Es cierto que el equipo islandés, pese a su meritoria Eurocopa, está a años luz de los jugadores franceses. El cambio fundamental se produce con las sanciones de Kanté y Rami. Deschamps se ve obligado a romper el muro Kanté-Matuidi, eso lleva a retrasar la posición de Pogba y a meter a Sissoko en banda. Casualidad o no, el conjunto galo realiza su mejor encuentro del torneo. Frente a Alemania el técnico volvió a desmotrar tener mucha personalidad. Repitió el mismo once, quizá habría pensado que si algo funciona no se debe tocar. Y así fue. Sufrió mucho ante Alemania pero ya tiene a su equipo en la final.

Francia es la segunda selección que más duelos aéreos gana, tras Croacia, con un 60,6%. Es difícil hacerles un gol por alto, de hecho de los cuatro encajados ninguno ha sido así. Tiene futbolistas como Giroud, Pogba, Rami, Koscielny, Evra, Sissoko o Umtiti que protegen muy bien su portería. Además, en ataque es un arma demoledora. De los 13 goles que llevan en la Eurocopa, cinco han sido de cabeza. Dos de Giroud, otros dos de Griezmann y uno de Pogba. Portugal deberá tener mucho cuidado en las jugadas a balón parado, porque Francia tiene muy buenos rematadores y a un Payet que las pone donde quiere.

La consagración total de Antoine Griezmann. Es el máximo goleador de la Euro con seis goles y no solo eso, da la sensación de estar muy por encima de cualquier otro jugador. Él solo ganó a Irlanda en octavos, brilló ante Islandia y venció a una Alemania que estaba modo apisonadora. Este último partido ha sido la actuación individual más brillante del torneo. La selección de Löw estaba pasando completamente por encima de Francia, pero ahí estaba el jugador del Atlético de Madrid. Además de los dos goles, ofreció su versión de líder. Podría incluso igualar a su compatriota Platini, si anotara tres goles, como máximo goleador histórico de la Eurocopa. ¿Estamos ante el mejor jugador europeo?

Anthony Martial y Kingsley Coman llegaban a la Euro tras realizar una notable temporada. Pese a su juventud, han sabido responder en dos clubes como Manchester United y Bayern. Es cierto que ninguno de los dos partía como titular, pese a la baja de Benzema, pero la afición esperaba mucho de ellos. En el segundo partido, ante Albania, ambos salieron de inicio. No respondieron a la confianza, y golpe de entrenador, que les brindó Deschamps. Ambos fueron sustituidos y es entonces cuando Francia se llevó el partido. Coman ha tenido más minutos, de hecho fue titular ante Suiza, pero no han demostrado la calidad que se les atesora. Son dos jugadores muy jóvenes y este gran torneo les ayudará en su formación.

No resulta sorprendente que Hugo Lloris sea, a día de hoy, uno de los mejores porteros del mundo. Pero sí sorprende lo bien que está solventando los encuentros, en momentos que son clave ahí aparece la mano de Lloris. En las semis ante Neuer vimos un duelo maravilloso, en el que el francés salió victorioso. Ganó Francia y además el alemán cometió un error grave. Tan solo ha encajado cuatro goles, y dos de ellos han sido de penalti. Está pasando por su mejor momento de forma. Indiscutible en el Tottenham y portando el brazalete de capitán con su país. Solo le falta levantar el título de campeón al cielo de París.

Alemania estaba siendo muy superior a Francia. El balón era teutón, las ocasiones más claras también y todo giraba en torno a Özil y Kroos. Pero en el descuento de la primera mitad llegó la jugada del partido. No fue un control de Pogba o una carrera de Griezmann, fue una mano absurda de Schweinsteiger. Inexplicable como un futbolista de su experiencia pudo reaccionar así en una jugada sin peligro, al igual que hizo Boateng frente a Italia. Ahí desapareció Alemania, mandó a la basura 45 minutos maravillosos y vio como Francia caminaba hasta la final.

La afición gala ha llenado todos los estadios a los que ha acudido su selección. Ya sea en París, Marsella, Lille o Lyon. No han destacado tanto como los aficionados irlandeses o islandeses, pero son fieles a su selección. No son tan ruidosos como otros países. En los primeros partidos de la fase de grupos, se mostraron nerviosos ante las dudas que ofrecían sus jugadores. Pero conforme ha ido avanzando la competición, y la selección ha ido en clara mejoría, se han subido al carro de la buena dinámica.

Porque las otras dos veces que ha sido anfitriona ha levantado un Mundial y una Eurocopa. Claramente es una selección que está yendo de menos a más, dejó algunas dudas en la fase de grupos y ha ido sacándolas adelante. Además de eso, se ha cargado a Alemania. Cuando eres capaz de derrotar a los alemanes, automáticamente ya deberían darte un mínimo reconocimiento. Por si todo esto fuera poco, tienen al mejor jugador del torneo y llega a la final en un momento de forma espléndido. Quizá la presión de ser un finalista local juegue en su contra, pero Francia está demostrando que con el apoyo de sus aficionados es capaz de volar.