La historia de Mohamed Mohamed Mahanan podría asemejarse a la de cualquier treintañero de España. Tiene un trabajo estable que no es muy atractivo visto desde fuera, llega una llamada ilusionante y toca decidir: lanzarse a la aventura y romper con todo lo anterior, no atreverse o intentar moverse con cabeza pese al subidón del momento.
Mahanan, que actualmente tiene 35 años, era mecánico en la casa Hyundai, pero un verano sonó su teléfono: “En ningún momento pensaba en jugar al fútbol a nivel profesional. Estaba trabajando en la casa oficial de Hyundai y un día llamaron a mi puerta para preguntar si quería hacer la pretemporada con el primer equipo de la ciudad. Yo en ese momento estaba jugando en Tercera [para divertirse los fines de semana con sus amigos]. Me arriesgué, probé, me salió bien la cosa, me hicieron un contrato y aquí sigo año tras año defendiendo el escudo de la ciudad”.
‘VACACIONES’ EN GRANADA
En aquel momento, Mahanan tenía 22 años y ya tenía pensado su mes de vacaciones, pero la Unión Deportiva Melilla apareció para cambiar todo. “En esos momentos el club no pasaba por buenos momentos económicos y por eso no podía fichar gente de fuera. A mí no me gusta perder el tiempo en ningún sitio. Yo a nivel aficionado iba a competir y daba todo. Anquela [actual entrenador del Oviedo] me dio la oportunidad de hacer la pretemporada y me hizo debutar”, relata Mohamed.
“Perdí un mes de mis vacaciones para arriesgarme con el equipo. Viajé con ellos, hicimos la pretemporada en Granada y cuando volvimos me dijeron que contaban conmigo”
Pero hay que volver al verano, a esa pretemporada. ¿Cómo se organizó Mahanan para compaginar trabajo y la oportunidad futbolística? “Me tocaba un mes de vacaciones y lo cogí con el inicio de la pretemporada del equipo. Perdí un mes de mis vacaciones para arriesgarme con el equipo. Viajé con ellos, hicimos la pretemporada en Granada y cuando volvimos me dijeron que contaban conmigo”.
¿El trabajo fijo y pagado regularmente o el sueño de jugar en Segunda B con el equipo de tu ciudad? Un auténtico dilema para Mahanan mientras el calor de Melilla apretaba. “Tenía un trabajo fijo y aquí no entraba por los ojos lo que me ofrecían, pero me arriesgué. Hablé con mi jefe, le comenté la situación para trabajar media jornada y entrenar por la mañana, se portaron muy bien conmigo y me dieron vía libre. Al final me pegué tres años entrenando por la mañana y trabajando por la tarde”.
CAPITÁN Y EMBLEMA DEL CLUB
Con 352 partidos a su espalda en la UD Melilla, Mahanan afronta el mayor reto de su carrera al medirse en partido oficial al vigente campeón de Europa. El Melilla, instalado en el Grupo IV de Segunda B, y siempre en la categoría de bronce del fútbol español desde la temporada 1987/88. Fundado en 1976 tras la desaparición del Melilla CF (que estuvo cuatro temporadas en Segunda División), la UD Melilla ha disputado varias veces la fase de ascenso sin éxito.
“En Melilla hay mucha afición al fútbol, pero al llevar tanto tiempo en Segunda B la gente se ha ido cansando de la categoría. La gente y los vecinos con los que me cruzo siempre te suelen decir que llevamos toda la vida en Segunda B. Y es algo que te propones. El hacer soñar a toda esta gente. Llevamos varios años intentándolo, quedándonos a las puertas de las cuatro primeras plazas”.
“Este premio es para la ciudad en vez de para los jugadores. La ciudad se merece algo así. A todo jugador le gusta medirse a un Primera División, y más a todo un Real Madrid”
Quinto, noveno, octavo, séptimo, noveno, sexto y quinto son las posiciones en las últimas siete temporadas. Siempre en la parte alta de la tabla, pero nunca culminando con esa opción de ascender a Segunda. En el curso actual, el Melilla marcha segundo en un grupo durísimo con UCAM Murcia, Real Murcia, Cartagena, San Fernando, Recreativo Granada (filial), un histórico como el Recreativo o el Ibiza de Amadeo Salvo, Borriello y Emiliano Armenteros.
Mahanan tiene claro lo que supone esta eliminatoria frente al Real Madrid. “Este premio es para la ciudad en vez de para los jugadores. La ciudad se merece algo así. A todo jugador le gusta medirse a un Primera División, y más a todo un Real Madrid. Vamos a disfrutar, voy a pasarlo bien con mis niños y será inolvidable”, explica a Panenka.
EL SUEÑO POR CUMPLIR…
El Real Madrid llegará a Melilla envuelto en una crisis deportiva e institucional, tras caer por 5-1 en el Camp Nou y con la cabeza puesta en todos los sitios salvo en Melilla. Ahí está la baza del conjunto de Segunda B para tratar de lograr un resultado positivo antes de viajar al Santiago Bernabéu. “No tenemos nada que perder. Si son mejores, nos ganarán. Y si tienen un mal día intentaremos empatar o ganar”.
Con 35 años, cualquiera podría pensar que Mahanan apura su último año como futbolista, pero el central no se pone fechas: “Sinceramente, ahora mismo me siento bien, al nivel del equipo. Tanto en lo físico como en lo anímico. Espero y deseo que ese sueño de subir a Segunda y dejar al equipo en Segunda serviría como punto y final. Es lo más grande que me podría pasar”, concluye Mahanan.
El mecánico en la casa oficial de Hyundai hizo la transición a la Segunda B para acumular 14 temporadas en el primer equipo y ahora tiene el sueño de llevar al Melilla a Segunda División por primera vez. Pero antes tiene una eliminatoria de Copa del Rey frente al vigente campeón de Europa y el sueño de pisar el Santiago Bernabéu por primera vez.