Patrick Kluivert fue presentado como nuevo jugador del Valencia a finales de junio de 2005, en el palco del estadio de Mestalla. “Seré bueno por las noches”, dijo en tono irónico al ser preguntado por la vida nocturna de Valencia. “En su contrato existe una cláusula por la que el club se reserva la posibilidad de rescindir el contrato si no lleva una vida organizada”, contaba un teletipo de la Agencia EFE. Aquel primer día se mostró “muy contento” de fichar por el Valencia, según testimonia la hemeroteca. “Espero que la gente pueda disfrutar de mi juego y mis goles”, declaró. A su lado, el presidente, Juan Baustista Soler, que reivindicó que era “un día feliz” para el valencianismo “porque el club cuenta entre sus filas con otro crack del fútbol europeo. Kluivert ha marcado una época en su selección y en los equipos donde ha jugado. Fue elegido por Pelé como uno de los mejores”.
El punta holandés llegó con la carta de libertad, tras un año discreto en la Premier League con el Newcastle y después de destacar en el Ajax, el Milan y el Barcelona. Con 29 años, firmó un contrato para tres temporadas, con “unos emolumentos que rondan el millón doscientos mil euros por campaña”, según dijo el Levante-El Mercantil Valenciano. Su fichaje generó grandes expectativas en una afición que le recibió como un fichaje estrella, anhelando ver su mejor versión. En los cromos de aquella temporada incluso salía en la portada, junto a Samuel Eto’o, Iker Casillas, Fernando Torres, Juan Román Riquelme e Iván de la Peña. “Delantero de buen chasis y técnica de auténtico crack. Buen definidor, pero sobre todo excelente pasador, regresa a la Liga tras su corta y poco exitosa aventura inglesa”, rezaba el Así juega de su cromo.
El debut del nuevo ‘9’ no se hizo esperar: fue titular en el primer partido de la temporada, en el 0-0 contra el Gent belga del partido de ida de la tercera ronda de la Copa Intertoto. Y también en la vuelta, con un 2-0 en Mestalla y su primer gol como ‘ché’, con la camiseta Nike con el Toyota rojo en el pecho. Aquella noche del 23 de julio de 2005 jugaron Santiago Cañizares; Marco Caneira, Roberto Ayala, Emiliano Moretti, Fábio Aurélio; Francisco Rufete, Edú, David Albelda, Vicente Rodríguez, David Villa y Kluivert. Villa había abierto el electrónico y Kluivert confirmó el pase a las semifinales. YouTube no tiene imágenes de ese primer gol: solo un vídeo borroso de un hincha del Gent sobre su feliz día en Valencia.
El neerlandés completó los dos encuentros ante el Gent, pero ya no volvió a jugar los 90 minutos. De hecho, apenas disputó 579 minutos y 16 partidos con la camiseta del Valencia: diez en la Liga (uno como titular, ocho en la primera vuelta y dos en la segunda vuelta), uno en la Copa del Rey y cinco en la Copa Intertoto (cinco como titular). De los 16 partidos, 13 fueron en Mestalla y tres a domicilio, en Gent, Hamburgo y Villarreal. El 75% (12) fueron en 2005 y el 25% (4) en 2006, en una clara muestra de que su relevancia fue menguando, a la sombra de Villa y Mista. Solo jugó más que otro delantero: un Marco di Vaio testimonial en su segundo, y último, curso en Valencia.
Kluivert fue presentado como nuevo jugador del Valencia a finales de junio de 2005. “Seré bueno por las noches”, dijo en tono irónico al ser preguntado por la vida nocturna de la ciudad
Kluivert solo pudo cantar un gol más, aunque fue clave. Fue el 29 de enero, quizás en su mejor día como valencianista. El Zaragoza de Víctor Muñoz ganaba en Mestalla con goles de Sergio García y Ewerthon y Kluivert entró en el minuto 74 por Rufete para intentar contribuir a arañar un punto, junto a Villa y Mista en el frente del ataque. David Generelo fue expulsado en el 80′ por una absurda e innecesaria patada a Pablo Aimar y solo dos minutos después el mediapunta argentino puso un centro al área con su pie derecho, Mista superó al paraguayo Delio Toledo en el salto y le cedió el balón con la cabeza para que él, más listo que el ‘5’ y el ‘6’, el brasileño Álvaro y el argentino Milito, batiera a César Sánchez con su bota derecha, con un chut duro que rebotó en el palo antes de morir en las mallas. Fue su gol 91 en la liga, tras los 90 celebrados con el Barça en seis años (15+15+18+18+16+8). “Se esperaba más del delantero holandés, pero lo que pasa es que cualquiera le quita el puesto a David Villa tal y como está el ‘Guaje'”, decía la televisión. Villa, que también había llegado a Mestalla en 2005, en su caso procedente del Zaragoza, acabaría la competición con 25 goles, solo superado por Samuel Eto’o (26) en la clasificación del Pichichi.
En el 88′, con el Valencia ya volcado y a la desesperada, Kluivert prolongó un balón centrado desde muy lejos, haciendo gala de su poderío físico parra imponerse a dos defensas en el salto, para que Aimar hiciera el 2-2 definitivo, también de cabeza y en el balcón del área pequeña. Fue un punto importante para el cuadro de Quique Sánchez Flores, que cerraría la liga en la tercera posición (69 puntos): por detrás del Barça (80), el Real Madrid (70) y por delante de Osasuna (68) y Sevilla (68, ya en plazas UEFA). “Hay grandes jugadores en esta plantilla y el Valencia estará muy fuerte este año. Se pueden hacer grandes cosas. El Valencia estará, seguro, entre los cuatro primeros de la Liga”, había avanzado Kluivert en su presentación. Después de ese día ante el Zaragoza ya solo jugaría un partido más (12 minutos contra el Alavés en la jornada 35) y al final de temporada rescindiría su contrato, para continuar su carrera en el PSV Eindhoven (2006-2007) y finalizarla en el Lille galo (2007-2008), pero ya había dejado su nombre escrito en la historia del Valencia.
En la historia del Valencia, figura, desde este año y junto a su hijo Justin, como uno de los tres únicos padre-hijo que han jugado en el primer equipo. Los primeros fueron el central internacional Manolo Mestre (424 partidos entre los 50 y los 60, con una Copa, dos Copas de Ferias y el título de leyenda del club) y Manuel Mestre (seis minutos en un partido en la 1981-1982, con su padre como técnico). Los segundos, también desde esta campaña y bajo el mandato de Gennaro Gattuso, son Rufete (189 partidos, con dos Ligas, una Copa de la Uefa y una Supercopa de Europa) y su hijo Fran Pérez, extremo como Justin. Pero los Kluivert son, además, los únicos padre e hijo que han marcado un gol con el Valencia en un partido oficial, según recogió el Levante-El Mercantil Valenciano. Justin, cedido por la Roma, celebró su primer gol con el Valencia el pasado 7 de octubre, en su primera titularidad y en la victoria por 1-2 contra Osasuna. Habían pasado 16 años, ocho meses y siete días desde aquel gol de su padre, Patrick, ante el Zaragoza.
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Fotografía de Getty Images.
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