BVB 4 – 1 Real Madrid Semis Liga de Campeones
24/04/2013
Westfalenstadion, Dortmund
Mourinho cumplía su tercera temporada al frente del Real Madrid. Luchando contra el Barça de Guardiola, había conseguido conquistar la Copa en su primer año y la Liga en el segundo. La asignatura pendiente era la Champions, donde había caído eliminado dos años seguidos en semifinales.
De nuevo en la penúltima ronda, la ocasión parecía propicia para devolver al conjunto blanco a la gran final continental. El rival no era ninguno de los grandes colosos europeos sino el Borussia Dortmund de Jürgen Klopp, la sensación de la Bundesliga.
El histriónico técnico había armado un equipo joven y valiente, que había acabado con la hegemonía del Bayern y pretendía asaltar también Europa con su fútbol vertical. En esa edición, los amarillos ya habían salido indemnes de dos partidos ante el Madrid en fase de grupos y venían de eliminar al Málaga de Pellegrini en cuartos.
Era el equipo de Piszczek, Schmelzer, Gundogan, Reus, Götze y un Lewandowski de 24 años que viviría su gran noche, anotando los cuatro goles de su equipo
Era el equipo de Piszczek, Schmelzer, Gundogan, Reus, Götze y un Lewandowski de 24 años que viviría su gran noche, anotando los cuatro goles de su equipo. Un póker al Real Madrid que solo habían logrado un puñado jugadores en toda la historia.
Aparte de a su goleador polaco, el choque consagraría también a Klopp. Un detalle táctico: situó permanentemente a Götze encima de Xabi Alonso para no dejar pensar al eje del juego madridista.
El periodista hispanoalemán Miguel Gutiérrez afirma que, entre los múltiples encuentros que ha vivido como espectador en el imponente Westfalenstadion, nunca ha escuchado tanto ruido y tanto entusiasmo como aquel día.
Este texto está extraído del #Panenka100: la final entre Madrid y Leverkusen fue escogida entre los 100 encuentros memorables que dan forma a este Especial de Panenka
