Texto de Benjamin Kuhlhof & Ron Ulrich (11Freunde)
William John Paul “Liam” Gallagher (Manchester, 21 de septiembre de 1972) no sólo es uno de los principales frontman de la historia. Es una mezcla extraña, tan odiosa como admirable. Tan bocazas como seductor. Fanático de The Beatles, dicen que siempre está la posibilidad de topárselo en Covent Garden dándole algún pound a un artista callejero, y muchos darían el dinero que tuvieran con tal de haber estado en aquella mítica pelea entre él y Paul Gascoigne… si es que sucedió. Nos cuesta catalogarlo como un Panenka, pero el fútbol y su devoción por el City es parte fundacional de su vida. Y ya con eso nos da motivos.
Me importa una mierda si a la gente del jodido extranjero le gusta la llegada de los jeques al City o no. Se necesita dinero para traer a buenos futbolistas. Claro que hay tíos que dicen: “la pasta ha arruinado la Premier League”. A esos les digo yo: “enteraos, así es como se funciona hoy en día”.
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Lo de Glazer y el otro equipo de la ciudad es algo totalmente distinto. Glazer llegó de Estados Unidos y descargó sus deudas en el United. Pero los jeques no tienen deudas. Aún no he visto a uno de ellos con problemas financieros. ¿Vosotros?
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Cuando mis críos tengan mi edad la sala de trofeos del City estará a reventar. Lo prometo.
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La victoria en la FA Cup [2010-11] fue el mejor momento desde que soy fan de este club. Me quedé hasta el final en el estadio de Wembley con mis colegas, y cuando quisimos salir habían cerrado las puertas con llave. Menuda mierda llevábamos.
“Los jugadores de hoy en día son demasiado profesionales, demasiado del estilito Coldplay. Y siempre se agradecen tipos locos que pongan algo de marcha”
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Sin embargo, también tuvimos que digerir un auténtico shock. Tras el pitido final nos dejaron entrar en el vestuario del City. Estaba toda la tropa celebrándolo: Tévez, Touré, Milner… Muchos estaban desnudos y bailaban: en cuanto comencé a ver rabos me di cuenta de que esa no era mi fiesta.
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Los jugadores de hoy en día son demasiado profesionales, demasiado del estilito Coldplay. Y siempre se agradecen tipos locos que pongan algo de marcha.
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Dicen que Tévez estaba dando la brasa en las concentraciones de la selección argentina con las canciones de Oasis, y que Messi las quería tocar con la guitarra. Sería extraño que Messi y yo compartiésemos escenario, ¿no? Tévez es un tío enrollado, a pesar de que no hable ni una palabra de inglés. Sólo dice “I like”, pero con eso basta.
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A Rooney también le mola Oasis. Incluso gente como Beckham viene a nuestros conciertos. Pero seamos honestos: la mayoría de los jugadores no tienen gusto, ni escogiendo música ni seleccionando ropa. Visten ridículamente y escuchan a los Black Eyed Peas. El 90% de los futbolistas, como mínimo, son absolutos idiotas.
“A Rooney también le mola Oasis. Incluso gente como Beckham viene a nuestros conciertos. Pero seamos honestos: la mayoría de los jugadores no tienen gusto, ni escogiendo música ni seleccionando ropa”
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No soy un tío patriótico. Si Inglaterra llegase a ganar algo simplemente me alegraría, pero como eso no pasará jamás…
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No se puede comparar a futbolistas y músicos. Ellos tratan de ganar partidos y nosotros de disfrutar durante los conciertos. Pero en lo que coincidimos es en la fidelidad de los fans y en que la banda -o el equipo- es lo más importante. Cuando hay uno que no se adapta, que se vaya. ¡Fuera! Es como con Oasis, cuando se fue Noel. Nadie es irreemplazable, nadie es más grande que la banda o el equipo.
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Noel sólo era un defensa. Yo soy un extremo que ataca hacia dentro, veloz como una flecha, con el gol entre ceja y ceja. Como Arjen Robben. Solo que yo no disparo el balón: entro con él hasta la red.
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