Un croata nacido en Bosnia se ha convertido en uno de los ídolos de los niños osasunistas que pueblan El Sadar. Hay gol del ‘17’ y manos arriba, todos imitan ese gesto voluntariamente, sin ninguna pistola que les apunte. Pensándolo bien, si te has gastado 8 millones de euros en fichar al máximo goleador de tu club en Primera, puede decirse que cometiste un atraco, ¿no? Quizás sea exagerado, pero está claro que el fichaje más caro de la historia de Osasuna está más que amortizado. El delantero rojillo está a un gol de desbancar a Sabino, y pronto se convertirá, con total seguridad, en el jugador con más goles en Primera División de la historia de Osasuna.
21 de los 55 goles que le llevan a la caza del récord de Sabino han sido con la testa. 46 de ellos, al primer toque. Cuando el Cisne de Zenica mete la cabeza sacando a relucir su largo cuello, es como cuando un atracador apunta con la pistola al trabajador indefenso. Sabes que si contacta con el balón es gol. Como si apretara un gatillo, que inevitablemente va a acabar con tu vida. Pero él nunca haría algo así. Su voracidad se limita a los goles, porque fuera del terreno de juego es el ser más entrañable que te puedas echar en cara.
El delantero rojillo está a un gol de desbancar a Sabino para convertirse en el jugador con más goles en Primera División de la historia de Osasuna
Prueba de ello, aquella vez que llevó a Mari Carmen al médico, una aficionada rojilla de 78 años. Mari Carmen no encontraba taxis para ir a su cita médica, y reconoció al futbolista por la calle, al que le pidió un favor.
—¿Eres Budimir?
—Sí, soy yo.
—¿Me puedes hacer un favor?
—Depende de cuál, señora.
—Mira, Budimir. Soy de Osasuna. ¿Me puedes acercar al hospital?
Dicho y hecho. La foto que se hicieron para recordar el momento no tardó en esparcirse por las redes sociales, y el gesto de ‘Budi’ se hizo viral. El ariete balcánico le restó importancia: “Yo espero que si mi abuela o mi madre necesitan ayuda por la calle, la gente les ayude. No le doy mucha importancia a eso, para mí no es nada”, declaró en RTVE.
Budimir ha tenido que trabajárselo todo desde pequeño, igual que hizo su familia. Nació en Bosnia en plena guerra de los Balcanes, y a los seis meses fueron a parar a Croacia en busca de un futuro mejor. A 200 metros del estadio del Gorica, a las afueras de Zagreb, comenzó a practicar el deporte que a la postre le daría de comer. Al principio jugaba de portero, porque era la única manera que tenía de ser aceptado por los otros niños, que eran mayores que él.
En ese contexto se forjó un futbolista con una personalidad única, que supo trasladar al campo todo aquello que vivió en sus primeros tiempos. “Nos tuvimos que ir de nuestra casa en Bosnia y tuve la suerte de tener una tía en Croacia y no pasar por un centro de refugiados. Pero ya estábamos fuera de nuestro hogar, no teníamos amigos, hablábamos con diferente acento y hacían bromas… No tienes nada, tienes que adaptarte, cambiar desde pequeño, construir una vida tú solo, conocer gente, ver que nadie te va a regalar nada… Eso te hace algo. Y también te da fuerza. Te marca pero te ayuda. Por eso los balcánicos somos así”, declaró a El Mundo.
Su sencillez y cercanía han sido claves para conquistar al osasunismo. “Somos contentos”. Dos palabras que dijo en una ocasión de la manera más inocente posible y hoy ya son un lema
Cayó de pie en Pamplona desde el primer día por su carácter parecido al navarro, y por su entrega y trabajo. Osasuna es un club particular. El único de Primera División que hace la gran mayoría de entrenamientos a puerta abierta. Todos los aficionados que se han ido acercando a Tajonar estos años han podido ver cómo el delantero se quedaba al terminar las sesiones para trabajar la técnica por su cuenta, con un par de bancos tumbados en el suelo como paredes.
Su sencillez y cercanía han sido algunas de las claves que le han permitido conquistar al osasunismo. “Somos contentos”. Dos palabras que dijo en una ocasión de la manera más inocente posible, pero que calaron hondo en todos los rojillos. De hecho, ese lema se convirtió en el eslogan de su fichaje cuando Osasuna ejerció la opción de compra sobre el croata.
Budimir es un atracador bonachón. Te asalta sin piedad el día del golpe, pero ayuda a las ancianas a cruzar la calle cuando su trabajo está hecho. Es el futbolista más icónico del club navarro en los últimos tiempos. Desde el “somos contentos” hasta la celebración con las palmas a la altura de las orejas, pasando por la máscara que tuvo que llevar un tiempo por una lesión en el rostro. Cada ovación que se ha ganado ha dejado huella en El Sadar, donde el eco del ‘Budi Budi’ de la grada resonará para siempre, recordando al que para muchos ya es el mejor delantero de la historia del club.
SUSCRÍBETE A LA REVISTA PANENKA
Fotografía de Getty Images.
Muchos años después de haber llegado a la cima, ya retirado, el argentino entró un…
Las apuestas deportivas ya no son una lotería. Hoy en día, es un proceso analítico…
El exfutbolista asume el banquillo maño con el reto de evitar el descenso a Primera…
La Roma pagó más de veinte millones por él, en el Espanyol se ha convertido…
Que no te engañen: lo mejor del fin de semana no es ir a tomar…
El cómico, guionista y miembro de La Sotana publica 'La passada a l’espai', un relato…