El apellido Vilda resuena en el subconsciente al hablar de fútbol femenino. Padre e hijo han aupado a la selección española Sub-17 y Sub-19 a disputar las más altas competiciones del deporte rey. Ahora, Jorge Vilda está al mando de la absoluta y ha repetido un hito que no se conseguía desde la Eurocopa de 1997, llegar a cuartos en el Europeo de Holanda 2017.
El fútbol femenino español está viviendo una etapa de notable evolución. Este progresivo crecimiento tiene su punto de origen en las categorías inferiores. En los últimos años, la Selección ha conseguido meterse en las fases finales de Europeos y Mundiales sub-17 y sub-19, lo que augura un futuro prometedor a las jóvenes jugadoras que ya se miden con las selecciones de mayor bagaje y experiencia. Capitaneando las bases, Ángel y Jorge Vilda han realizado una excelente labor fuertemente determinada por los años junto a entrenadores como Luis Aragonés o Johan Cruyff. Esto les ha permitido que el fútbol del tiki-taka, tan característico de la categoría masculina, llegue hasta las bases del fútbol femenino en España.
Desde que el hijo de Ángel, Jorge Vilda, comenzara a seguir los pasos de su progenitor en 2010, ambos han formado un gran tándem en la selección femenina española
Ignacio Quereda estuvo al mando de la selección femenina española durante 27 años desde 1988. En ese periodo temporal logró un bronce en el Europeo Absoluto (1997) y en el Europeo Sub-19 un oro (2004) y una plata (2000). El crecimiento del fútbol femenino se inicia hace dos décadas con el debut de la Selección en la fase final de la Eurocopa de 1997 de Noruega y Suecia, en la que quedaron terceras, y consiguieron marcar un antes y un después para el fútbol femenino español. No obstante, tras el aciago debut de España en el Mundial Femenino de Canadá 2015 y la posterior polémica con respecto a los métodos del seleccionador y el trato a sus futbolistas, llegó un nuevo ciclo para la Selección.
La llegada de los Vilda se traduce como la reponsable de que las categorías inferiores trabajen desde la Sub-15 con la misma metodología que identifica a la absoluta. Las principales características del fútbol español son la calidad individual, el dominio de los fundamentos y el basto conocimiento del juego de posición. Este precoz estudio de la filosofía y modelo de juego tiene como objetivo ganar tiempo a la hora de genererar automatismos que permitan adelantar el proceso de creación de un equipo, a pesar de que los contenidos y los objetivos de una categoría y otra sean distintos.
Al exseleccionador nacional, Ángel Vilda, se le comienza a reconocer por su etapa de preparador físico del FC Barcelona durante los años 80. Fue pionero al introducir el diálogo como metodología en la preparación física del fútbol español durante sus años en el Atlético de Luis Aragonés. Ambos llegaron a la «Ciudad Condal» en la temporada 87-88 tras el fichaje de Menotti por el conjunto rojiblanco, y aterrizaron juntos en el banquillo azulgrana. Esa misma temporada, los culés ganaron la Copa del Rey y, poco después, sucedió el Motín de Hesperia. Este conflicto tuvo lugar en el Hotel Hesperia, donde la plantilla puso de manifiesto ante los medios su malestar con el entonces presidente Josep Lluís Núñez. La rebelión provocó la salida de 14 futbolistas y la marcha definitiva de siete jugadores cedidos. No obstante, ese mismo verano llegó Johan Cruyff y puso en marcha uno de los mejores proyectos de la historia del fútbol junto al que fuera segundo de Luis Aragonés, Carles Rexach. Este último se acordó de la labor que había realizado Ángel Vilda, quien se convirtió en el preparador físico del Dream Team.
Siete años más tarde, Vilda dio por finalizada su etapa en el FC Barcelona y anunció su marcha. Tras decir adiós al club azulgrana y pasar por el Rayo Vallecano recayó en las categorías inferiores del Real Madrid. Una vez realizado el fichaje de Heynckes, Ángel Vilda fue elegido como preparador físico del primer equipo blanco con el que ganó la Séptima en Ámsterdam. Posteriormente pasó por el Benfica y Athletic Club de Bilbao hasta que llegó a la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), en 2005, para hacerse cargo de la Selección Sub-19, en un momento donde el único técnico al frente de todas las selecciones españolas femeninas era Ignacio Quereda. Ángel Vilda, en su etapa como seleccionador, ha conseguido dos platas en dos Eurocopas en las categorías Sub-17 y Sub-19. Desde que su hijo, Jorge Vilda, comenzara a seguir los pasos de su progenitor en 2010, ambos han formado un gran tándem en la selección femenina española.
La Selección de Jorge Vilda ha logrado la Copa Algarve y superar la fase de grupos del Europeo
Jorge Vilda ha trabajado desde los 24 años en la RFEF para contribuir al desarrollo del fútbol femenino español. Su padre le inculcó el amor por el deporte rey desde pequeño. Él estuvo presente cuando el Barcelona de Cruyff ganó cuatro ligas consecutivas y la primera Champions porque hacía de recogepelotas en el Camp Nou y, al igual que a su padre, le marcó la experiencia de vivir esos encuentros cerca del entrenador holandés. Como jugador se ha formado en las filas del club azulgrana, desde alevines hasta el primer año de cadete, y ha pasado por clubes como el Rayo Vallecano o el Real Madrid. De su etapa en el equipo culé ha aprendido de entrenadores como Xavi Llorens y Chechu Rojo. Asimismo, desde su llegada a la Selección se ha alimentado del conocimiento de grandes seleccionadores como Del Bosque o Celades.
Su carrera como entrenador empezó en 2010 con la Sub-17, con la que ganó el oro en la Eurocopa y la plata en el Mundial. En 2014 llegó al banquillo de la Sub-19 con la que obtuvo dos platas y, desde 2015, es seleccionador de la absoluta. Desde que aterrizó en la selección española femenina ha conseguido la prestigiosa Copa Algarve y una inmejorable clasificación para la Eurocopa de Holanda (ganaron todos los partidos). Una vez clasificadas para la Eurocopa se ha encargado de apaciguar la euforia que se vive en el entorno de la selección española, ya que desde hace más de una veintena que no se repite un hito igual. Jorge Vilda, prudente, cauto y poco confiado, se caracteriza por ser uno de esos técnicos a los que no les gusta avanzar acontecimientos y que no piensan más allá del próximo partido. Por esta razón, su única obsesión antes de partir a Holanda era Portugal, el primer rival de la roja. “Nuestro único objetivo es ganar a Portugal, que será un rival durísimo”, declaraba entonces Vilda. Portugal fue derribada pero la Selección no supo que hacer con Inglaterra, Escocia y Austria.
Pese a que España ha caído en cuartos de final se está viviendo un paralelismo entre la categoría femenina y la categoría masculina. Entre la década del 97 al 2007, el fútbol español masculino vivía un época ominosa en las Selecciones inferiores. España ganó un Mundial Sub-20, cuatro Eurocopas Sub-19 y otras cuatro Sub-17 para más tarde ganar un Mundial y dos Eurocopas de España con la absoluta. De la misma manera, las categorías inferiores femeninas están viviendo algo similar y los pronósticos para la siguiente década del fútbol español femenino parecen prometedores.