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Pepe no entiende de crisis de los 40

El capitán del Oporto se conserva como el vino para seguir levantando copas. Esta temporada, después de cumplir los 40, se ha adjudicado la de Portugal

Pepe

Para algunas personas la llegada a los 40 años es un hecho tan crítico como el famoso club de los 27. Alcanzar esa cifra invita a hacer un ejercicio para el que muchos no están preparados: mirarse al espejo. Cuestionarse las propias actitudes, asumir que no todos los sueños se han cumplido o tomar más conciencia de otros factores ignorados en el pasado. Un trámite no agradable por el que toca pasar. Sin embargo, existe un tipo de gente que parece inmune. Que en vez de dejar esta introspección para una fecha concreta, la ha realizado poco a poco durante los años. Todo para, llegada la hora de la verdad, poder seguir con la vida como si nada. Pepe, que llegó a la cuarentena el 26 de febrero, pertenece a ese grupo en el que la edad ya sólo es un número.

La segunda parte de Pepe en el Oporto es una expresión de la belleza del vino de la propia ciudad. Envejece bien, tiene éxito y todo amante desearía tener una botella en sus manos, especialmente atendiendo a su intensidad aromática. En el caso del central, . Desde 2004 hasta 2007 el récord de enfrentamientos en un solo curso fue de 34, mientras que en su secuela ha sido de 40 en la campaña 2020-2021. De hecho, esto también sucede con los títulos: cinco en los primeros tres años a costa de ocho en el último lustro.

 

Muchos equipos se pelearían por contar con un defensa con una inmensa experiencia que todavía sea capaz de jugar regularmente como si tuviera ocho años menos. Esta última temporada ha disputado más partidos de los que jugó en su primera etapa en Do Dragão

 

Pero como sucede con el vino de Oporto, la perduración de la carrera del central no es fruto de la casualidad. Todo lo contrario: consecuencia de su trabajo. “Si te fijas en la dedicación y la actitud competitiva, es el mejor profesional. He tenido otros jugadores al mismo nivel, pero nunca a nadie por encima de Pepe”, llegó a explicar Sérgio Conceição, técnico local, en ruedas de prensa. Aunque es cierto que el fútbol ha evolucionado hasta el punto de alargar la carrera de muchos futbolistas, el capitán se cuida para seguir como el lugarteniente de Do Dragão.

PEPE: EXPERIENCIA Y PERSONALIDAD

El trabajo externo se complementa con los grados de experiencia, aquellos que permiten tomar mejores decisiones sobre el césped. Lo explicó Alejandro Arroyo en Panenka: “La de Pepe es una carrera nacida y abocada para entender y controlar sus superpoderes, principalmente físicos, hasta encontrar la calma en la veteranía, que no es sino el refugio de las emociones”. No es que el central haya renegado de su esencia, la facilidad para defender a campo abierto. Simplemente ha entendido que con el paso del tiempo es mejor dosificarse, algo que también sucede con las copas de vino. Entender que a veces la calidad pesa más que la cantidad, por mucho que nunca fuera insuficiente -o sobrara- en su etapa como blanco.

 

El central cumplió con su palabra en abril, mes en el que ganó el premio a mejor defensa de la Primeira Liga y renovó con el Oporto hasta 2024. Después sumó otra copa a su palmarés

 

Que la veteranía sea el refugio de sus emociones no implica que Pepe haya dejado atrás su potente personalidad. Como buen capitán, nunca duda en arengar a sus compañeros de equipo, regañarlos cuando es pertinente o cantarles las 40 a sus contrincantes. Todas sus características hacen que su relación con Conceiçao, quien confiesa que ha encontrado en el central un amigo, sea un matrimonio de los que dan envidia. El Oporto no podría entender sus dos últimos títulos de liga sin este binomio lleno de honestidad, algo de lo que precisamente el internacional portugués tiró a la hora de renovar con los ‘Dragones’. “Si siento que estoy en condiciones de competir, diré: ‘Presidente, estoy en condiciones de renovar’. Sé reconocer mi edad, no hace falta que me lo diga nadie. Conozco mis capacidades, pero también tengo un compromiso muy grande con el club”, afirmó en plenos rumores sobre su continuidad en la región lusa del norte.

Como no podía ser de otra forma, el central cumplió con su palabra en abril, mes en el que ganó el premio a mejor defensa de la Primeira Liga y renovó con el Oporto hasta 2024. “Hubiera sido muy fácil para mí, con 39 años, llegar y renovar con el FC Porto cinco o seis años, pero eso no estaría bien… ¿Futuro tras el fútbol? No estaré todos los días en un vestuario, pero se pueden abrir otras puertas, no tan adentro, pero cerca del vestuario, nunca se sabe”, declaró tras su prolongación de contrato. Tampoco estaba bien quedarse con las manos vacías a sus 40 años, y aunque tuvo que esperar, por eso los celebró con una Taça de Portugal tras ganar al Braga en la final. Pepe no entiende la crisis de los 40. Mientras algunos la ignoran o intenta olvidarlas con una buena copa a escasos metros del Duero, él se dedica a sumar títulos en su palmarés.

 


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Fotografía de Getty Images.