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Croacia siempre está ahí

Croacia perdió este domingo una nueva final, esta vez con España como verdugo. Otra ocasión perdida para estrenar el palmarés. Pero su mejor generación no afloja

croacia

Orgullo. Esto es lo que deben sentir los croatas cuando ven a su selección compitiendo en encuentros importantes. Un país con poco más de 30 años de vida y una población de poco menos de cuatro millones. Para hacerse una idea: Madrid capital solo tiene una población ligeramente más baja (3,22M). Croacia, una pequeña nación que ha sufrido la guerra y que esta ha marcado el carácter de su gente. Una manera de ser que se demuestra con el balón en los pies de los croatas, que nuevamente se han quedado a las puertas de su primer título internacional.

El partido del pasado miércoles ante Países Bajos fue una nueva evidencia de esa personalidad (2-4). Remontaron el tanto inicial de Mallen con los goles de Kramaric y Pasalic. Tenían el acceso a la final en la punta de los dedos, pero Lang se encargó de posponer la fiesta unos minutos después. Ronald Koeman celebraba el empate con cierta contención, consciente que habían despertado a un monstruo.

Los dueños de la épica (excepto contra España)

La primera semifinal de la Nations League se iba a la prórroga y a Croacia se le dibujaba una sonrisa macabra. De los diez partidos de eliminación a un partido, ocho acabaron en prórroga. Y de esos ocho, los balcánicos salieron vencedores en seis ocasiones. Son los dueños de la épica. El único capaz de aguarle el pleno al ocho ha sido España: primero, en la Eurocopa de 2021 y después, en la final de la Nations League de este domingo.

Petkovic y Modric certificaron el triunfo ante los neerlandeses en el tiempo añadido, pero contra la selección española fueron los penaltis los que decidieron la suerte. Una suerte que sonrió a Carvajal, que antes había decidió jugar con ella, lanzando el penalti decisivo a lo panenka. Le salió bien. El bigote sonrió.

 

Una plantilla actual en la que gran parte de los integrantes juegan fuera de las cinco grandes ligas. Eso sí, los pilares parecen indestructibles: Livakovic, Vida, Kovacic, Brozovic, Modric y Perisic

 

Un Modric, a todo esto, que necesita un libro entero para rendirle homenaje. Qué jugador. Fue el MVP de las semifinales con 37 años (sí, 37 años). Este domingo, jugó los 120’ de la final y lanzó de manera magistral en su turno en los penaltis. Incombustible, líder, capitán, visionario… En definitiva, eterno.

Más allá de la derrota, tiene mucho mérito el rendimiento del combinado croata en los diferentes torneos en los que ha participado. Han optado a siete Mundiales desde 1998, que fue cuando se estrenaron en la Copa del Mundo, y han jugado en seis. En el primer certamen, ya fueron terceros. El balance hasta aquí ha sido de tres fases de grupos (2002/2006/2014), un subcampeonato (2018) y doc medallas de bronce (1998/2022). La única ausencia fue la de Sudáfrica (2010).

La fuerza del grupo

Y gran parte del éxito ha sido la fuerza del grupo. Una plantilla actual en la que gran parte de los integrantes juegan fuera de las cinco grandes ligas. Eso sí, los pilares parecen indestructibles: Livakovic, Vida, Kovacic, Brozovic, Modric y Perisic. Y eso que no está Gvardiol, que no ha llegado a tiempo a los últimos compromisos por una lesión.

 

Croacia tendrá que esperar para estrenar sus vitrinas y reivindicar todo su trabajo de los últimos cursos con un premio. Quién sabe si será en la Eurocopa de 2024

 

Unos futbolistas que muestran su personalidad y que están guiados por su gran faro, Zlatko Dalic. El entrenador que aterrizó en 2017 después de probar suerte en su aventura en Arabia Saudí durante siete años. Dalic es un tipo descarado, amante del control del esférico, que apuesta por un juego atractivo, ofensivo, de toque, pero directo. Tiene contrato hasta 2026, pero los croatas le harían un acuerdo vitalicio.

Al final no ha podido ser, Croacia tendrá que esperar para estrenar sus vitrinas y reivindicar todo su trabajo de los últimos cursos con un premio. Quién sabe si será en la Eurocopa de 2024. Pero, pase lo que pase, lo que es seguro es que esta generación de croatas ya es inmortal.

 


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Fotografía de Getty Images.