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CD Castellón: equipo a la fuerza

El Castellón es líder del Grupo 2 de Primera Federación y, para muchos, uno de los conjuntos que mejor juegan del fútbol español. Un éxito con dos nombres propios: Dick Schreuder y Haris Medunjanin

Castellón

Insisto mucho a los de mi entorno con que guarden dos horas de su vida para ver The Replacements. Fue una de las cintas que pusimos en bucle en la casa que crecí. Pero el resultado siempre es el mismo: mitómano. No puede ser una película tan buena si solo tú la conoces. A decir verdad, echo un ojo rápido a las críticas por Internet y tiene un 4,96 sobre 10 en Rotten Tomatoes. “Los personajes cliché  y el resultado obvio hacen que toda la diversión y la emoción se conviertan en nada”, escribe el consenso crítico. En Metacritic, la película tiene una puntuación de 30 sobre 100 y Roger Ebert, primer crítico de cine en ganar el Premio Pullitzer de Crítica escribió que era “un entretenimiento alegre, pintado a grandes rasgos, con dos capas de espesor”.

Lo mismo me pasa con el Castellón que acabo de conocer. Yo, que nunca había pisado Castalia, fue poner un pie allí y caer en la trampa. Igual que con las mujeres. Puedo conocer a muchas (mitómano, sí), pero cuando pueden ser FN (futura novia) me basta con mirarles a los ojos. No necesito ni cinco minutos de conversación. Tiene esto algo de Ulises y las sirenas. De momento, las cuento con los dedos de una mano, esas mujeres que cuando les miré ya habían cavado mi tumba. El fútbol es como el amor y nadie lo explicó mejor que Jabois: no te enamores si no quieres sufrir. Tú eliges: montaña rusa o tiovivo. Con el Castellón fue amor a primera vista por ese Shambala que viste de blanco y negro: el estadio, la afición, el fútbol que allí he visto. Primero fue disfrutarlo, luego vino el relato. Y el reparto.

 

Una apuesta de riesgo que no ha podido salir mejor. El equipo va líder con 34 puntos de 42 posibles. Como local, lo ha ganado todo y nadie ha hecho tantos goles en la categoría

 

Dick Schreuder como Jimmy McGinty. Haris Medunjanin como Keanu Reeves. “La verdad es que no quería ser entrenador”, confiesa Schreuder, el técnico, en Coaches Voice. Futbolista frustrado, una lesión de rodilla le obligó a retirarse a los 30. Se alejó del verde para trabajar en la construcción con su padre, hizo mucha oficina, pero su alma, como sus ideas sobre el campo, nunca tuvo excesivos encorsetamientos. “Como jugador siempre confié demasiado en mi talento, no le prestaba mucho atención a la táctica”, reconoce. Pero fue Edgar Davids el que cambió su carrera. Dick atendió su llamada e hizo las maletas rumbo a Inglaterra, como ayudante en el Barnet, que estaba en la National League. Y luego vino la MLS, el Philadelphia Union y el Hoffenheim. Desde Alemania se pusieron en contacto con su hermano Alfred para suplir la marcha de Julian Nagelsmann y Dick allí fue, otra vez, como ayudante antes del PEC Zwolle, su primera gran oportunidad como entrenador.

Cogió al equipo último en la Eredivisie, con cuatro puntos en 13 partidos. Hubo mejoría, pero no salvación. Fue un verdadero reto, de repente, devolver al PEC Zwolle -con problemas económicos- a la máxima categoría de los Países Bajos. Durante la pasada temporada, cuatro equipos de la Eredivisie intentaron “ascender” a Dick por la vía rápida, es decir, contratándole en los despachos, pero Schreuder lo quiso hacer sobre el campo. Y lo consiguió, con los mismos puntos que el Heracles -primer clasificado- y 99 goles a su favor.

Haris Medunjanin sobrevivió a la guerra que destrozó su país natal. Nacido en Sarajevo, el bosnio tenía siete años cuando estallaron los primeros combates en 1992. “En ese momento no te das cuenta del tipo de impacto que va a tener en tu vida algo como eso”, recordaba el centrocampista en una entrevista en The Philadelphia Inquirer. Semanas después de que comenzara la guerra, Haris, su madre y su hermana se subieron a un autobús en busca del porvenir. Fueron muchas ciudades y ningún hogar… hasta llegar a Países Bajos. Siempre con una pelota en el pie. Comenzó su carrera profesional en el Fortuna Sittard, pasó por España (Valladolid y Deportivo) y entre medias Israel o Turquía… hasta que fue en Estados Unidos cuando coincidió con Dick Schreuder. El timing y el escenario. A veces todo encaja.

 

El Óscar es para el Castellón: por interpretación, agilidad y campo de visión. Convenció en verano a Schreuder, y lo hizo a lo grande. De poder regresar a la Eredivisie, el técnico neerlandés aceptó volver a bajar al barro

 

“Conectamos de inmediato, así que le dije: si alguna vez eres entrenador en alguna parte [en ese momento era ayudante], iré y jugaré para ti, no importa donde sea”, explica Medunjanin en el periódico Mediterráneo. Dicho y hecho: Zwolle fue el Zihuatanejo donde se reencontraron jugador y entrenador. Pero no cambiemos de película.

El Óscar es para el Castellón: por interpretación, agilidad y campo de visión. Convenció en verano a Schreuder, y lo hizo a lo grande. De poder regresar a la Eredivisie, el neerlandés aceptó volver a bajar al barro para subirse en la primera butaca del Shambala en la Primera Federación. Una apuesta de riesgo que no ha podido salir mejor. El equipo va líder con 34 puntos de 42 posibles. Como local, lo ha ganado todo y nadie ha hecho tantos goles en la categoría.“Utiliza un sistema atípico para este nivel: tres centrales y carrileros, al menos, con la idea que lo emplea. Por no hablar de la forma de jugar, él no ha querido llegar y adaptarse. Tiene una idea de juego clara… tanto que podríamos tildar de atrevido el fútbol que se practica en Castalia incluso si fuera Primera División la categoría en cuestión. Sin duda, es uno de los equipos que mejor juega en el fútbol español en lo que llevamos de temporada”, asegura Bruno Alemany, director de ‘Play Fútbol’ en Cadena SER.

Ver jugar al Castellón de Schreuder y Medunjanin es reconciliarse con la vida. Volver a la infancia. El Ultimate Team de la RFEF. Un lateral que marca un hat-trick, un central que juega de lateral y llega al área o un mediapunta, de medias bajas y varita, con el ‘4’ a la espalda y libertad total para cabalgar por tierras vírgenes. Resumiendo rápido y mal, una manada de lobos a la luz de la luna en el balcón del área. Schreuder los ha convencido a todos y Medunjanin es su extensión sobre el campo. “Tiene mucha influencia sobre sus compañeros, se le ve que está disfrutando en el campo y sobre todo está sirviendo de guía para muchos jóvenes que hay en la plantilla”, analiza Enrique Ballester, periodista del Mediterráneo. “Este Castellón no solo gana; es un equipo divertido, valiente y goleador. Yo tengo 40 años y no he visto nunca nada igual en Castalia. Hemos estado en Primera, otras temporadas se ha ganado mucho, pero no de esta manera. Históricamente, aquí el aficionado estaba acostumbrado a sufrir con su equipo, y ahora la gente va al estadio a disfrutar del equipo y de la experiencia”, añade.

 

Ver jugar al Castellón de Schreuder y Medunjanin es reconciliarse con la vida. Volver a la infancia. El Ultimate Team de la RFEF

 

Desde el club solo hay elogios para Schreuder y también para Medunjanin, por su trabajo dentro y fuera del campo. “Él iba a colgar las botas, la idea era venir a Castalia como segundo de Schreuder, pero al final vino como jugador”. Aparte de Haris, Dick se ha traído varios jugadores del PEC Zwolle: Chirino, Kastaneer y Vertrouwd. “Medunjanin hace un poco de mediador: transmite como nadie la idea del entrenador, guía a los jóvenes, y es cercano con todo el personal del club. A pesar de ser un tipo reservado, que siempre se esconde en las fotos, su persona es primordial para el buen ambiente que se respira en Castalia”.

Para una afición que ha sufrido tanto, que sufrió un descenso por impagos, muy cerca de la desaparición en varias ocasiones, y luego pasaron siete temporadas anclados en la antigua Tercera División -una categoría en la que no había estado nunca en su historia- la resistencia tiene premio. Por eso, en la vida es importante el compromiso moral con los tuyos. Schreuder, Medunjanin y el Castellón son como los tulipanes que florecen en la nieve. La vida siempre sale adelante.

No veáis la película, vale, habéis ganado, pero disfrutad de este Castellón y de su número 4.

Fdo: el mitómano

 


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Fotografía del Twitter del CD Castellón.