37 años, una Champions en su palmarés y con muchas ganas de disfrutar de la vida y de la fiesta. Así podríamos resumir ahora mismo a Borriello. ‘Jack Sparrow’, como le apodaban por su aspecto físico, decidió que lo mejor era dar un paso hacia un lado. Ibiza ha sido el último destino del napolitano, donde ha podido relajarse y alejarse de la alta competición que le exigía el Calcio. Allí estuvo en todos los clubes, habidos y por haber, solo se salva un Erasmus que hizo en el West Ham y, hasta hace siete meses, unas vacaciones con los gastos pagados que ha hecho en la isla.
Milanello fue la cuna del delantero italiano. El lugar en el que se crió y creció como futbolista para llegar a cumplir su sueño, que no era otro que jugar en el primer equipo ‘rossonero’. No obstante, antes tuvo que pasar por clubes como el Empoli, la Reggina, donde disputó 30 partidos y marcó dos goles en Serie A, la Sampdoria o el Genoa. Borriello siempre había sido para el Milan como la luz ámbar de los semáforos, una temporada se quedaba, jugaba cuatro o cinco partidos y al año siguiente se marchaba cedido a otro club. Intermitente hasta que, en 2008, Carlo Ancelotti decidió darle unos pocos minutos más en un equipo donde brillaban las estrellas, con jugadores de la talla de Ronaldinho, Kaka’, Pirlo o Maldini. Sin embargo, fue el actual director deportivo del PSG, Leonardo, quien viendo el potencial goleador del ‘9’ napolitano, dispuso más de él durante la campaña 2009/2010, donde fue titular compartiendo tridente atacante con ‘Dinho’ y Pato, y anotando 15 goles en 34 partidos jugados. Sin duda, fue la redención de ‘Jack Sparrow’, a sus 27 años, en un equipo que nunca había confiado en él.
Borriello siempre había sido para el Milan como la luz ámbar de los semáforos, una temporada se quedaba, jugaba cuatro o cinco partidos, y al año siguiente se marchaba cedido
Sin embargo, previamente a esta etapa, ya consiguió su mayor logro como futbolista: una Champions. En la temporada 2006-2007, Borriello volvió al Milan después del préstamo de seis meses en la Treviso. Su papel en aquella temporada en el club fue residual con un gol en 12 partidos, pero fue parte de esa plantilla que levantó la Liga de Campeones en la agónica final contra el Liverpool.
El olfato goleador de Marco siempre estuvo en entredicho. Sin embargo, el Genoa, la Roma y el Cagliari han visto al ‘9’ anotar una gran cantidad de goles en sus clubes. 19 tantos en una temporada en el primero, 15 en año y medio con los romanos y 16 dianas en una campaña con los de la isla de Cerdeña.
Los goles acabaron en Ibiza. La isla fue la última en ver los desmarques y remates del veterano Borriello en un campo de fútbol. El presidente Amadeo Salvo confió en él como puntal del proyecto en el verano pasado, pero no surgió su efecto. Tan solo disputó seis partidos y no anotó ningún gol. El 30 de enero se hizo oficial su retirada de los terrenos de juego, pero aceptó seguir formando parte de la UD Ibiza. Ahora es directivo y tiene un campus bajo su nombre. Lo que está claro es que a nadie le extraña el final de la carrera futbolística de Marco Borriello.