Takashi Usami llegó en el peor momento al Bayern de Múnich. En 2011, era el gran atractivo del Gamba Osaka, a sus 19 años se había convertido en uno de los jugadores jóvenes más interesantes de la J1 League. El Bayern apostó por su cesión para ver qué nivel tenía el prometedor extremo. ¿Cuál era el gran problema de llegar a Múnich? Que los extremos titulares eran Ribéry y Robben, ambos atravesaban los mejores años de sus carreras y eran los dos puñales de referencia en Europa.
Como es lógico, Usami no contó para Heynckes. Esa temporada el Bayern perdió la final de la Champions League ante el Chelsea. Era un equipo llamado a dominar en el continente y por eso logró ser campeón de Europa un año después. Usami fue cedido al Hoffenheim, con los que sí pudo demostrar sus cualidades, pero regresó al Gamba Osaka. En su vuelta a su liga local se salió: 19 goles el primer año, diez el segundo y 19 el tercero.
En Alemania todavía se acordaban de él y lo volvieron a llamar desde Baviera, en esta ocasión no era el Bayern sino el Augsburgo. El conjunto bávaro lo ha cedido esta temporada al Fortuna Dusseldorf y la jugada les ha salido redonda: Usami ha regresado a la Bundesliga y además ha firmado ocho tantos.