El fútbol es más que un deporte. Desde que este juego se iniciara a mediados del siglo XIX, su popularidad ha ido creciendo hasta nuestros días. Cada fin de semana, los estadios de miles de equipos llenan sus gradas para alentar a sus jugadores. Abuelos, padres y nietos vitorean el nombre de sus ídolos, levantan bufandas y banderas, y corean el himno al unísono. Celebran, como si fuese suyo, cada gol anotado, y padecen cuando la derrota se vislumbra en el marcador. Eso es el fútbol: sentimiento puro. Sin embargo, los sentimientos son difíciles de controlar y lamentablemente han normalizado un problema social que también se aprecia en las butacas de los campos. Los errores arbitrales, las entradas agresivas por parte del contrario, las jugadas polémicas… Todas las situaciones controvertidas que se viven dentro del terreno de juego tienen una misma respuesta por parte del gran público: insultos, faltas de respeto y pérdida de los valores.
Una escena, desgraciadamente cotidiana, que también se repite en los campos municipales del fútbol base. “Sabías que te iban a insultar cada semana”, declara Adrián Arribas, excolegiado de estas categorías, a Panenka. “El problema, en muchas ocasiones, son los padres. Insultan a los árbitros delante de los niños y ellos adoptan esos mismos valores”. La decadencia del respeto y los valores deportivos dentro de las canchas han provocado que muchos padres se nieguen a apuntar a sus pequeños en las categorías inferiores del fútbol base. Sin embargo, en la provincia de Sevilla este modelo irrespetuoso ya ha comenzado a cambiar.
Erigiéndose entre los diferentes campeonatos federativos, diferentes escuelas y clubes decidieron apostar por “Una Liga Distinta”. Ese es el lema de la Education Football League. Su fundación estuvo guiada por Juan Pablo Rodríguez, entonces coordinador de la Fundación Real Betis. Su papel fue fundamental, junto al de Rafael Cortés y Javier Téllez, para establecer la actual normativa y poner en marcha este nuevo modelo de competición. Desde entonces, no ha dejado de crecer en sus primeras cinco temporadas. Dirigida para escuelas y clubes de la provincia de Sevilla, actualmente cuenta con el soporte de la Asociación de Gestores de Fútbol de Andalucía.
La principal diferencia con las otras competiciones de fútbol base es el carácter educativo que la Education Football League promueve
La principal diferencia con las otras competiciones de fútbol base es el carácter educativo que la Education Football League promueve. Para la organización, la diversión, el buen ambiente y la formación de los niños y las niñas está por encima de todo. Disfrutar del fútbol es esencial, pero para hacerlo de manera sana se apuesta por la cordialidad, el respeto y la tolerancia cero hacia los insultos, las palabras soeces, las amenazas y las agresiones. Es la manera de conseguir una rivalidad sana y bien entendida entre los diferentes jóvenes que participan en cada equipo. Estos valores se inculcan en los más pequeños y, por ello, se disputan partidos en las categorías de minibenjamines, benjamines, alevines, infantiles y cadetes. “Es fundamental el respeto a los compañeros y a los contrarios. Eso hace crecer a los futbolistas”, nos declara Javier Téllez, Gestor de Liga y uno de los fundadores de la Education Football League. Junto a Juan Parra, también Gestor de Liga, Téllez trabaja para establecer una comunicación fluida con las diferentes escuelas participantes, organizar los diferentes grupos de la competición y elaborar los calendarios, entre muchas otras funciones.

La Liga Educa, como también se conoce a la organización, se prepara para su sexta edición. Esta temporada participarán más de 4.000 niños repartidos en 200 equipos de 40 escuelas diferentes. Además, también contarán con una plantilla de más de 50 árbitros-educadores. Todos ellos tendrán la responsabilidad de conseguir el objetivo principal de la competición: promover el crecimiento del futbolista a base de educación y respeto.
Sentar a un infante en el banquillo durante la mayor parte del partido puede ser perjudicial para su moral. Por ello, en las categorías de benjamín, alevín, infantil y cadete, los equipos deberán hacer cambios a partir del minuto 15 de juego de la primera mitad. Además, para la categoría de minibenjamín los cambios serán obligatorios también a partir del minuto 10 de la segunda parte. Cada jugador deberá disputar, como mínimo, diez minutos de cada periodo. Con estas normas, controladas por el árbitro-educador, se pretende que todos los futbolistas puedan disfrutar de su deporte favorito.
En los últimos años, las goleadas en categorías inferiores han levantado mucha polémica. Especialmente recordado fue el UD Las Palmas “B”-UD Las Coloradas que terminó con un escandaloso 47-0 para los locales. “Con los niños hemos intentado relativizar la goleada. Quizás ellos podrían haber levantado el pie del acelerador, pero no podemos reprocharles nada”, declaró Jorge Pulido, presidente de Las Coloradas, al portal ABC. Sin embargo, estos resultados nunca se verán en las diferentes competiciones de Education Football League. Si un equipo logra una ventaja superior a los cinco tantos de diferencia se aplicará el procedimiento conocido como “cierre de acta”. Ahora bien, en caso de que el equipo contrario disminuya o remonte el marcador, se establecerá el resultado real. “Cerrar el acta es una manera de inculcar respeto por los contrarios”, declara Téllez. quién considera que deben ser los entrenadores los que apliquen diferentes fórmulas para que las goleadas no sean tan notables: “Si la goleada es evidente, se puede reconducir el comportamiento de los niños con normas no escritas. Por ejemplo, que todos tengan que tocar el balón antes de hacer un gol”.
Una de las prioridades en los campeonatos de la Liga Educa es que los más pequeños se diviertan con la pelota y disfruten jugando cada partido. Por eso, en las categorías de minibenjamín y benjamín, el equipo que tenga la posesión del balón durante un servicio de portería o un saque de banda lo podrá jugar sin recibir la presión del contrario hasta que sobrepasen la línea del fuera de juego. Sin embargo, esta nueva norma, tal y como reconoce Javier Téllez, fue difícil de implementar: “Ha sido una norma controvertida. Ha costado que los equipos y los árbitros la interioricen.”

En esta liga, la figura del entrenador y del árbitro se combinan con las de educadores. Los colegiados siempre han cargado con la responsabilidad de dirigir los partidos. Su misión es, principalmente, que el juego sea lo más justo posible. Sin embargo, la Education Football League apuesta por que también sean un instrumento de enseñanza para los jugadores . Dentro del terreno de juego y en mitad del partido, podrán explicar las dudas que puedan surgir entre los jugadores e incluso comentarán sus decisiones, si hiciera falta. Además, valorarán las actitudes positivas de los futbolistas y corregirán, con educación y respeto, aquellas que puedan resultar perjudiciales para el funcionamiento del juego.
Las infracciones que se cometen en las diferentes competiciones de la Liga Educa no se sancionan con tarjetas. Esta es una de las singularidades más notables que se puede apreciar. Cuando se produce una acción ilegal, una protesta airada o una falta de respeto, el árbitro lo pone en conocimiento del entrenador del equipo, siendo este el responsable de sancionar, corregir y reconducir el comportamiento de su jugador. “Entendemos que, al igual que las medidas disciplinarias, las sanciones las debe poner el entrenador. Él decide cómo reconducir la conducta del jugador”, afirma Téllez, que considera que esta innovadora fórmula tiene como objetivo fomentar el respeto y el aprendizaje entre las futuras promesas. “El entrenador es un ejemplo para sus jugadores. Si él respeta al árbitro y a los rivales, sus jugadores lo harán.”
En las ligas de esta organización no están permitidas las protestas ni las quejas, a pesar de que el colegiado cometa un error manifiesto
Para el correcto funcionamiento de la liga, la Education Football League apuesta por nuevas formas de comunicación entre los árbitros-educadores y los entrenadores o los delegados. En las ligas de esta organización no están permitidas las protestas ni las quejas, a pesar de que el colegiado cometa un error manifiesto. La comunicación entre ambas figuras se llevará a cabo en privado y de manera educada, con el objetivo de mostrar madurez, respeto y diálogo. Además, más allá de las clásicas figuras de responsabilidad, el gran público contará con un Delegado de Padres. “El Delegado de Padres es fundamental. Se trata de una figura cuyo objetivo es reconducir los comportamientos incorrectos de los familiares en las gradas”, declara Javier Téllez. Su actuación será solicitada por el árbitro del encuentro en caso de palabras malsonantes, discusiones o protestas.
Pero como reconoce el entrevistado, en algunos partidos de la competición se han producido rencillas entre jugadores o con el árbitro. También, fallos administrativos que pueden comprometer la celebración de un encuentro. Para ello, la organización también cuenta con un sistema de sanciones diferenciadas entre faltas leves, graves y muy graves. Los comportamientos inaceptables dentro del terreno de juego serán castigados. También los procedimientos administrativos irregulares conllevarán una sanción. El objetivo de estas sanciones es corregir y mejorar la convivencia entre escuelas y clubes dentro de la competición.
La formación y la educación de los más pequeños es una tarea complicada. Inculcar valores positivos como el respeto y el compañerismo es fundamental para el crecimiento moral de cualquier persona. Poder hacerlo a través de su deporte favorito es todo un éxito. El papel de la Education Football League es fundamental para ello y por eso está entre sus planes, tal y como explica Téllez, expandirse más allá de la provincia de Sevilla: “El objetivo es trasladar la idea a otras provincias y comunidades. Lo ideal sería que algún organismo nos ofreciera respaldo para poder expandirnos en otras ciudades”.
El 19 y el 20 de octubre arranca una nueva temporada cargada de valores y mucho trabajo. Un fútbol respetuoso, tanto en el campo como en las gradas, volverá a los terrenos de juego de la Education Football League. Javier Téllez se muestra ilusionado y orgulloso con la temporada venidera pero también por todo el trabajo que se ha hecho durante estos años. Es para estarlo.