*Esta lista está extraída del #Panenka84, un número que puedes conseguir aquí.
1. Julio Iglesias
Un grave accidente de tráfico truncó su futuro como portero del Real Madrid, pero fue el punto de partida de su exitosa carrera musical. No tiene ningún Balón de Oro, pero sí cientos de discos.
2. Andy Murray
Tras ser detectado por los ojeadores del Rangers, a los 14 años tuvo que decantarse por el fútbol o el tenis. Eligió la raqueta, un duro revés para los de Glasgow.
3. Sean Connery
Tras brillar como juvenil en el Bonnyrigg Rose, recibió una propuesta del mismísimo Sir Matt Busby para probar con el Manchester United, pero priorizó su carrera artística. Nos quedamos con las ganas de verle con el ‘007’ a la espalda.
4. Simen Agdestein
Delantero del Lyn Oslo e internacional noruego, tuvo que retirarse a los 23 años por una lesión de rodilla. El jaque mate a su carrera balompédica le hizo centrarse en el ajedrez, del que es Gran Maestro desde los 18 años.
5. Chad Ochocinco
En 2011, el mediático receptor de los Bengals quiso cambiar el football por el soccer durante el lockout de la NFL. Estuvo a prueba con el Sporting Kansas City y llegó a jugar un amistoso con ellos. Desconocemos si el partido terminó 8-5.
6. Conor McGregor
Antes de convertirse en el gran icono de las artes marciales mixtas, el irlandés era un killer en las ligas amateur de Dublín. No nos cabe duda de que peleaba todos los balones.
7. Karol Wojtyla
Rebautizado como Juan Pablo II durante su pontificado, en sus años mozos fue arquero en Polonia. Igual que a Iker Casillas, a él también podrían haberle apodado ‘El Santo’.
8. Gordon Ramsay
El famoso chef sostuvo durante años que había jugado dos partidos con el primer equipo del Rangers antes de lesionarse y ser ‘cortado’. La historia estaba precocinada: fueron dos partidos de prueba que no le valieron para ganarse un contrato profesional.
9. Albert Camus
El Nobel de Literatura francés defendió el arco del equipo juvenil del Racing Universitaire Algerois, pero una tuberculosis acabó con su carera futbolística. Su brillante futuro estaba escrito.