Si el Sònar es el evento por excelencia de la cultura de club, tiene su lógica que el fútbol tenga su cuota de protagonismo en el festival. Conexión electro-balompédica que este año alcanza su máxima expresión con la presencia en Barcelona de artistas como The Chemical Brothers, Hot Chip o Duran Duran.
El próximo 17 de julio The Chemical Brothers publicarán su octavo trabajo de estudio, Born In The Echoes, disco que los británicos presentarán en el Sònar respaldados por un hipnotizante espectáculo visual, obra de su videoartista de confianza, Adam Smith. Héroes del big beat, Tom Rowlands y Ed Simons se conocieron en las aulas de la Universidad de Manchester. Destino, seguramente, para nada casual, pues no solo iconos de la escena musical mancuniana como New Order y The Smiths se encuentran entre sus principales influencias, sino que, pese a que los dos nacieron en Londres, ambos se declaran seguidores incondicionales del Manchester United; muy especialmente Ed Simons, que ha hecho de su cuenta de Twitter (@eddychemical) un altavoz de su amor por los diablos rojos. Haciendo gala de su afición por el balón, nos han chivado que, aprovechando su paso por Barcelona, han pedido a la organización del Sònar poder visitar las instalaciones del FC Barcelona.
Hot Chip es otro de los nombres imprescindibles del Sònar 2015, concierto en el descubrirán su sexto largo Why Make Sense? (2015); otro de los artistas destacados del festival de música avanzada con curiosas conexiones con el mundo del fútbol. Maestros en la fusión del pop y la electrónica, uno de sus mayores pelotazos es Don’t Deny Your Heart, tercer single de su anterior largo, In Our Heads (2012). Una melodía infecciosa del que realizaron un entretenido videoclip en el que los miembros de la banda le dan a la Play disputando un intenso derby entre dos escuadras ficticias pero con nombres tan reales como City y United. Pero aún hay más y mejor…
Tendiendo hacia sonidos más experimentales, el líder de Hot Chip, Alexis Taylor, debutó en solitario en 2008 con el álbum Rubbed Out, trabajo que cuatro años más tarde tuvo continuidad con el EP… ojo al dato… Nayim From the Halfway Line (Nayim desde la línea del mediocampo). Un título que apela al grito que los seguidores del Tottenham, club en el que había militado el futbolista ceutí antes de recalar en Zaragoza, dedicaban a sus rivales del Arsenal, recordándoles el chicharro imposible que Nayim les endosó en el último minuto de la prórroga de la final de la Recopa de Europa de 1995. Una obra, la de un Taylor (que, a partir de estos indicios, suponemos supporter de los spurs) que, sin lugar a dudas, debería convertirse en el himno oficial del Real Zaragoza, sonando en La Romareda todas las tardes de partido.
Benditos y villanos años 80
Pero si hay alguien realmente entregado al fútbol en el cartel del Sònar 2015, este es Roger Taylor, batería de unos Duran Duran que recalarán en Barcelona por primera vez en una década. Un concierto en la que además, muy probablemente empezarán a revelar temas de su próximo álbum, disco que está previsto que se publique el próximo mes de septiembre.
Emblemas en lo musical, como Glenn Hoddle, John Barnes o Gary Lineker lo fueron en el fútbol, de la década de los 80; los de Birmingham fueron insaciables pichichis de éxitos , colando una y otra vez en lo más alto de las listas exquisiteces del pop sintetizado como Girls on Film, Planet Earth, Rio, Hungry Like the Wolf o Save a Prayer. Estrellato, sin embargo, que no evitó que Taylor siguiera anhelando hacer realidad su sueño: devenir portero del Aston Villa.
Formado en las categorías inferiores del histórico club de su ciudad “me pasaba las tardes entrenado. Una hora tras otra, nunca me cansaba de atajar balones“, nos confiesa por teléfono (charla que publicaremos próximamente en la edición en papel de la revista). “Ansiaba querer ser el portero de los villanos, pero la realidad fue que no llegué a crecer lo suficiente. Me quedé muy bajito y lo tuve que dejar“. No le fue mal como batería. Posición, la de aporreador de parches, a la que encuentra muchas similitudes con la de cancerbero. “Ambos estamos ahí atrás, protegiendo las espaldas del equipo“. Y aunque no vestido de corto, Roger Taylor siempre podrá alardear de haber debutado en Villa Park. Fue el 23 de julio de 1983, cuando Duran Duran no solo actuaron en tan emblemático estadio sino que colgaron en cartel de sold out. Taylor rememora aquella época como los mejores días de su vida: 12 meses antes el Aston Villa había conquistado la Copa de Europa, Duran Duran actuaban en Villa Park con todas las entradas agotadas, y poco después, en su primera visita a Nueva York, repetirieon llenazo en el Madison Square. Un concierto, el de la Gran Manzana, que Taylor (que abandonó la formación en 1986 para retornar en 2001) evoca como uno de los instantes definitivos de su carrera.
Duran Duran y Aston Villa, dos trayectorias casi en paralelo. Dos instituciones de los 80 que, tras unos años emborronados, parecen estar recuperando su atractivo pretérito. Si el grupo ha vuelto a estabilizarse con su núcleo fundacional y sus últimos trabajos de estudio van aumentando en calidad; tras unas últimas temporadas flirteando con el descenso, el pasado 30 de mayo, el conjunto claret and blue volvió a colarse en una final, la de la FA Cup. Eso sí, el Arsenal les metió cuatro. “Pensaba que no iba a poder verla en directo, porque, en un principio, ese día tenía que estar en Los Angeles grabando el nuevo disco. Pero hubo cambio de planes y fui a Wembley con mi padre, que tiene 82 años. Tras la derrota, llegué a casa destrozado. Pero me reconfortaron las palabras de mi mujer: para perder finales primero hay que jugarlas, me dijo. Así que tal vez estemos regresando a la senda de lo que fuimos en el pasado“.
Ritmo anglosajón… y napolitano
Sònar y fútbol, relación de amor que no se ciñe a la edición de este año, sino que ambos mundos vienen toteando a lo largo de la historia del festival. En 2014, por ejemplo, los cabezas de cartel fueron Massive Attack, grupúsculo esencial de la electrónica lisérgica comandado por un Robert “3D” Del Naja que se confiesa tifoso incondicional del Napoli. Hijo de napolitano emigrado a Bristol, los primeros colores a los que alentó Del Naja fueron los del Bristol City, hasta que oyó la llamada de la sangre… azzurri.
“La primera vez que sentí que necesitaba ir a Nápoles fue cuando fichamos a Diego Maradona en 1984. Fue algo histórico. De aquel equipo, sin embargo, también me encantaba Careca, un delantero de los de toda la vida: iba bien de cabeza, era rápido con los pies y tenía un chut potentísimo“. Del Naja no pudo viajar hasta el sur de Italia hasta inicios de los 90, cuando, para su frustración, El Diego ya había abandonado la escuadra napolitana. Pero desde entonces se ha convertido en un habitual de las gradas de San Paolo. “Incluso fui al primer partido que jugamos en la Serie C1 contra el AS Cittadella. Éramos 60.000 personas en el estadio. ¡Una locura!“.
Y hablando de Sònar y Maradona, sería imperdonable olvidarnos de la imagen del festival en su edición del 2002. Por aquel entonces el festival había crecido tanto que empezaron a surgir voces acusándoles de haberse masificado. La irónica respuesta del festival fue recurrir a la figura del mayor ídolo del mayor fenómeno de masas de todos los tiempos. Maradona aseguraba en el vídeo promocional que nos esperaba en el Sònar, pero los que se pasaron por ahí fueron Pet Shop Boys. Por cierto, Chris Lowe, 50% de los reyes del synthpop, es seguidor entregado del Arsenal. Y fue la afición gunner la primera en hacer de su versión del “Go West” el mayor hit en la historia de los cánticos de gradas.
Kraftwerk, padres de la música electrónica y protagonistas del Sònar en sus ediciones de 2013 y 1998, no solo son futboleros, sino que, como descubría en una entrevista concedida el webzine britànico The Quietus Michael Rother, guitarrista de Neu!, otra de las piedras angulares del krautrock, le daban bastante bien al balón. “Incluso teníamos un equipo muy bueno en el que también jugaban Klaus Dinger y Florian Schneider (de Kraftwerk), que era un futbolista muy rápido. Recuerdo que durante en un festival jugamos partidos contra diversos grupos ingleses. En otro festival también jugamos contra los de Family (banda británica de blues rock psicodélico). A todos nos encantaba correrEsa sensación de ejecutar movimientos rápidos adelante y atrás que existe en el fútbol y que, de alguna manera, intentamos aplicar a nuestra música“.
Como hijos de la Segunda Guerra Mundial en Alemania, explica Rother que en durante su infancia y juventud, sus entretenimientos eran la música y el fútbol. Y en una sociedad avergonzada por los actos del nazismo, el fútbol era el único escenario en el que su generación podía expresar cierto apego por su país, más con aquella motoritika Mannschaft liderada por Franz Beckenbauer que se coronó campeona de Europa (1972) y del Mundo (1974).
La primera edición del Sònar se celebró en 1994, año de debut en el que brilló la sesión de Sven Väth. Genio del techno minimal, el DJ y productor alemán no solo es una inspiración para aquellos que quieren situarse frente a los platos, sino que también es una referencia para los que saltan al terreno de juego. Cuanto menos para un grupo de entrañables genoveses que en 2008 decidieron fundar el S.S. Deportivo Loo Sven Väth. Cinco años después, tan electrónico club sigue compitiendo en las catacumbas del fútbol amateur italiano, pero es desde ya uno de los equipos favoritos de la redacción de Panenka.